¡Hola preciosuras! ¿Pueden creer que estoy actualizando en menos de un mes? Lo sé, pueden pedir un deseo. En fin, les traigo éste hermoso capítulo con todo el amor de mí, para ustedes, espero lo disfruten. ♡
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—No sabes cuánto tiempo soñé con esto... con tenerte entre mis brazos, poder besarte.— Murmuraba derritiendo sus labios contra los míos, en ese momento era la persona más feliz del mundo, no podía pensar en otra cosa que no fuera en Hyukjae contra mí, sus manos apretándome contra su cuerpo, sus tibios labios devorando los míos. Definitivamente que no había otro lugar en el que me hubiese gustado estar.
Hyukjae llevó una de sus manos desde mi espalda hasta mi trasero, apretando éste mientra sonreía sin separar su rostro del mío, era como si ambos no embriagábamos del otro, no queriéndonos separar ni siquiera para respirar. —Creo que es el momento más apropiado para confesar lo mucho que me gusta tu trasero.— Mordió mi labio antes de volver a besarme, no dándome tiempo ni espacio para responder, aunque en ese momento, mi cerebro no podía formular oraciones, el aroma y el tacto de Hyukjae me tenía completamente drogado, estaba más torpe que de costumbre. —Ese día en mi casa... no sabes lo fuerte que tuve que ser para no entrar a la ducha y acariciarlo, para hacerte mío en ese mismo instante.— Sus labios bajaron rápidamente a mi cuello, quitándome aún más el sentido común, así mismo, mis mejillas se calentaron al sólo recordar ese día, y no sólo eso, al pensar en lo que él acababa de decirme.
—Hiciste bien... en ese momento, no te hubiese dejado... tocarme.— Dije torpemente y con la respiración ciertamente agitada, él se detuvo y subió su rostro hasta el mío nuevamente, sonriéndome de forma divertida mientras entrecerraba los ojos. Sin darme cuenta, tenía a Hyukjae ahora sobre mí, metiendo sus manos en mi camiseta, subiendo y bajando éstas por todo mi torso, acariciando de manera tortuosa mi piel. Se inclinó hacia mí, llevando sus labios al lóbulo de mi oreja. —¿Y ahora sí?— Susurró antes de separarse, ahora observándome fijamente. Mi corazón se aceleró, en ese momento le pertenecía por completo a Hyukjae, no quería otra cosa que no fuera sentirle contra mí, sentirle dentro de mí.
Cerré los ojos unos segundos antes de asentir con la cabeza, sentí como sacó una de sus manos de mi camiseta y la llevó a mi rostro, acariciando mi labio inferior con el pulgar. —Si no te amara tanto, créeme que ya estarías en cuatro. Pero no será hoy, mi pequeño Donghae, debe ser algo especial, quiero que tu primera vez sea inolvidable, más por que será conmigo.— Presionó más su cuerpo contra el mío, hundiéndome contra la cama, besándome nuevamente. Llevé mis manos a su cabello, enredando los dedos en éste, atrayendo más sus labios a mí, intensificando el beso, no perdiendo un sólo segundo de mi tiempo, sabía perfectamente que la noche no sería eterna, así que debía aprovechar cada instantes que le tenía para mí. Tomé los extremos de su camisa para quitársela, no me importaba si él no quería hacerme suyo esa noche, lo único que yo quería era tocarle. Pasé la punta de mis dedos por toda su espalda, sintiendo como él sufría escalofríos contra mí, provocando que me presionara más fuerte contra la cama.
Instantes después, se separó de mí jadeante antes de morderse el labio, suspiró y se levantó tanto de mí como de la cama, me senté bastante confundido, siguiéndole con la mirada. Hyukjae se sentó en la orilla de ésta, dejando su espalda contra la pared. —Ven aquí.— Me dijo con voz profunda mientras palmeaba su regazo. Sin pensarlo dos veces me arrastré sobre la cama, sentándome sobre él, en un punto, podía sentir nuestras erecciones tocarse, aunque más podía sentir la suya rozar contra mi trasero aún dentro de la ropa.
Él se limitó a observarme por varios segundos, ladeando su cabeza y mordiéndose el labio, llevando hasta después la manos a mi trasero para acariciar y apretar éste constantemente. —¿Estarías dispuesto a seguir esperándome?— Me susurró con una expresión dura, observando posiblemente hasta mi alma. Solté un suspiro girando mi vista hacia abajo. En ese momento recordé todo lo que Heechul me había dicho, pero después de todo lo que habíamos estado haciendo, quería gritarle que sí, que podía esperar por él todo el tiempo del mundo.
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Mi pecado 〔Eunhae〕ㅤ
Fiksi PenggemarLee Donghae, un joven que luego de graduarse de secundaria no le quedaba más que irse de Mokpo a vivir junto a su tía y a su primo en Seúl. Su tía, una importante mujer en Corea, una diseñadora muy reconocida fuera y dentro de el país se convierte...