Aliento.

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Hola mis amores, no puedo hacer más que agradecer su paciencia, prometo intentar actualizar lo más regular que me sea posible, por ahora, aquí les dejo el nuevo capítulo.

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Solté un pesado suspiro al verle, sentí como mi corazón comenzó a vibrar dentro de mi pecho. Luché internamente por no sonreír, era inevitable sentirme feliz al verle... Pero aún necesitaba tiempo lejos de él.

—Donghae.... ¿Donghae? ¡Donghae! — Moví mi cabeza rápidamente de lado a lado llevando mi vista a Amber nuevamente. —Lo siento, es que me distraje. — Le dije acomodando mi brazo en el escritorio para reposar mi cabeza sobre mi mano, evitando a toda costa cualquier contacto visual con Eunhyuk.
—Si, me di cuenta de ello, ¿En qué pensabas? — Parpadeé repetidas veces aún perdido en la pregunta para luego suspirar y negar con la cabeza. —No es nada importante, es sólo que la última vez que Hyunsik estuvo aquí me pasó de todo y... Como dije, nada importante. — Vi los labios de Amber curvarse en una sonrisa que me parecía, no pensaba nada bueno.
Amber no aceptaba el hecho de que yo ya no quisiera nada con Hyunsik, y aunque yo no le mencionara absolutamente nada de Eunhyuk, ella me conocía lo suficiente como para asumir que me gustaba alguien más.

Al salir de las clases regresé a casa como era de costumbre, ese día estaba algo pensativo así que agradecí el hecho de no haberme ido en mi auto y así poder caminar de regreso a casa.

Conforme caminaba despreocupado sentí como alguien seguía mis pasos, pero no le presté importancia pues quizá era otro universitario que regresaba a su casa caminando.
De repente, sentí como una delgada mano atrapaba mi cintura, provocando que mi corazón se paralizara, así como cada nervio en mi cuerpo.

—¿A dónde vas tan rápido, pequeño Donghae? —

Sentí como mi lengua se perdió dentro de mi boca, quitándome la habilidad de hablar y de como un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal.

"Pequeño"

Esa palabra había hecho que mis pulmones se achicaran a tal punto de no poder respirar apropiadamente.

—Eun-Eunhyuk... — Fue lo único que logré decir. Escuché una pequeña risa venir de Eunhyuk, quien suavemente pasaba su mano por mi costado, separándose de mi. Él caminó unos pasos frente a mi, comenzando a dar pequeños pasos en reversa para lo que asumí, observarme.

—Te vas a caer si caminas así. — Le dije intentando sonar lo más normal posible. —Me alegra que te preocupes por mí. — Dijo seguido de una sonrisa, volviendo a un paso normal a mi lado. —¿Vas a tu casa? — Me preguntó tomando las agarraderas de su mochila con sus manos. Podía sentir su mirada atravesar mi piel.
Asentí con un sonido sin dejar de observar el camino, intentando a toda costa, evitar su mirada. —Ya veo...— dijo antes de caminar frente a mi, deteniéndose segundos después, clavando su mirada aún más en mi.
—¿Ya me dirás qué pasa y por qué apenas me prestas atención? — Subí mi mirada hasta su rostro para observarle, sintiendo como aún mi lengua no quería moverse.
—Nada, no es nada, sólo no estoy de humor. — Le dije antes de moverme hacia un lado para seguir caminando.
—Donghae, espera. — El tono suave de su voz hizo que mis piernas dejaran de funcionar, evitando que continuara caminando. Su mano se fue a mi antebrazo, sujetando éste con delicadeza, sentí que mi corazón en cualquier momento se detendría.
—Te acompañaré a tu casa, no quiero que estés así solo, si quieres no hablamos todo el camino, pero déjame acompañarte. — Me giré para verle, el brillo de sus ojos se estaba calando en mi alma, no pude evitar sonreír y asentir con un movimiento de cabeza. Él sonrió de igual forma, era una de esas sonrisas sinceras y tiernas que amaba ver en él.

Mi pecado 〔Eunhae〕ㅤDonde viven las historias. Descúbrelo ahora