Mi pecado 〔Eunhae〕ㅤ

La casa de tía Soohae.

Hola, hola, un saludo a todas mis nuevas lectoras que se han topado con ésta fanfic.
Esta fanfic tiene ya uno diez añitos que la comencé a escribir, en lugar de irme directamente al final, he decidido regresarme a los capítulos viejos y arreglar la redacción y otras cosas que cuando las escribí por primera vez, no tuve el cuidado necesario, a la fecha es noviembre del 2025 y aún hay muchos capítulos por arreglar pero dejaré un disclaimer en el capítulo donde aún no he corregido nada para que ustedes decidan si continuar leyendo o no.

En fin, espero que disfruten. ♡

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Bien, mi nombre es Lee Donghae, ¿Mi vida? Sinceramente, esta no tenía emoción alguna hasta que cierta persona llegó a esta.

Toda mi juventud la había vivido en Mokpo, un lugar tranquilo, el mejor lugar para vivir.

Lastimosamente, ya hace unos meses que me había graduado de secundaria, consiguiente, debería ir a la universidad, mi familia nunca fue adinerada, y mucho peor luego de la muerte de mi padre, así que durante mi último año de estudio escolar puse todo mi esfuerzo para conseguir una beca en una universidad de Seúl, para mi suerte, moverme de ciudad no sería tan difícil pues una tía vivía ahí, y mi primo iba a esa misma universidad, era algo que llevaba planeando por mucho tiempo.

El día de mi partida fue sumamente triste ya que mi madre lloraba como nunca. Ella me había organizado una pequeña fiesta con las personas más cercanas, los pocos amigos que tenía ahí para ser más específico.

Esa noche mi madre me abrazó como si fuese la última vez que nos veríamos el resto de nuestras vidas, segundos antes de subir al auto en el que partiría y esta historia comenzaría.

Quizá se deba a mi mala memoria, o porque simplemente estuve muy cansado, pero solo recuerdo subir al auto y de un momento a otro estar en Seúl. El hombre quien me llevó era el tío de uno de mis amigos que igualmente vivía en esa ciudad, se había ofrecido a llevarme como un favor ya que se llevaba muy bien con mi madre.

Cuando llegué a casa de mi tía Soohae, creo que mi quijada se fue al suelo, era una casa enorme, parecía una mansión al igual que las de la residencia.

Toqué el timbre y mi primo Jongsuk me abrió la puerta, se veía extremadamente alto a pesar que solo era un año mayor que yo.

—¡Donghae! ¡Llegaste! Ven, te ayudo con tus maletas.— Me dijo muy alegre tomando las dos únicas maletas que llevaba conmigo, dejándome solamente con la mochila que llevaba en mi espalda.

—Donghae cariño, ¡Cuanto has crecido!— Escuché al levantar la mirada y ver a mi tía, una hermosa mujer y muy simpática. Se había recortado el cabello, traía éste a los hombros mientras que pude observar también cómo los años comenzaban a notarse en su rostro, ya no era la misma joven que recordaba.

—Ven, dame un abrazo, estaba ansiosa por verte.— Mi tía siempre me vio como a un hijo, más que solo su sobrino, el hijo de su única hermana, y supongo que me tomó más aprecio luego de darse cuenta que no podría tener hijos. Hace muchos años se había mudado a Seúl y había adoptado a mi primo. Antes acostumbraban a visitarnos dos veces al año, pero mi tía se volvió una mujer muy ocupada, y la última vez que nos había visitado en ese entonces, había sido hace cinco años.

—Vamos a que comas algo.— Creo que esas palabras nunca me habían hecho tan feliz.

La noche fue muy entretenida, me habían presentado al personal de servicio, me había mostrado la casa, que era muy grande por cierto, y también me había mostrado mi cuarto, era el doble de grande que mi habitación en Mokpo, quizá para ellos era un sitio normal como cualquier otro, pero algo a lo que yo no estaba acostumbrado.