"Recuerdos"

154 12 1
                                    

Estacioné rápidamente en el frente de la casa, en cuanto crucé el umbral de la puerta subí las escaleras de un salto y me dirigí al cuarto que alguna vez fue de mí madre, tomé una de mis maletas, la más pequeña. Mi ropa no cabía en ella, pero Seth dijo "sólo lo necesario" , tomé lo que para mí era mas imprescindible.
Al cabo de 10 minutos, estaba lista para irme, cuando casi llegaba abajo me di cuenta de que tenía el pecho apretado, decidí darme un minuto y tome asiento en el último peldaño, entonces mi cerebro analizo y me di cuenta de que no he tenido tiempo para digerir todo esto, ¿y si estoy soñando?, no, no era posible, era la verdad, aunque no me gustase.
¿Porque tengo que esconderme?, ¿Porque Jacob aceptó alejarse de mi?, ya no había tiempo para todas mis preguntas, debía irme antes que llegaran mis padres, cuando iba saliendo de la casa para largarme de este lugar, sentí un ruido en el patio trasero. Salí con mucho cuidado y rodee la casa, comencé a mirar de a poco y vi que solo se trataba de un animal que había estado hurgando en el basurero, di la vuelta para al fin irme pero algo hizo que regresara.
Un camino de velas consumidas hacia el bosque, me hicieron recordar un bello momento con Jacob, nuestro primer beso...
Fue el día de mi cumpleaños, en este momento no era capaz de recordar bien cual de todos, todavía mi memoria era frágil.
Mi abuelo Charlie había organizado una fiesta por mi cumpleaños, todos estaban allí, había comida, un pastel gigante con mi nombre, muchos globos y adornos, estábamos riéndonos y divirtiéndonos mucho, fui a la cocina por unas copas, en ese momento entro Jacob y me susurro al oído -ven conmigo-.
-Jacob, no puedo irme de la fiesta, notaran mi ausencia-
-Solo serán unos minutos, lo prometo-
-Está bien- no podía decirle que no.
-Debes cerrar los ojos, ¿si?-
-Jacob ¿en serio?-me miro con cara de suplica- esta bien lo haré.
Tapo mis ojos con una mano y con la otra me tomo por la cintura, me guió hasta el patio trasero de la casa.
-espero que te guste Nessie-
Cuando abrí los ojos, me di cuenta de que ya se había hecho de noche, había un camino de velas, que dejaba un pasillo en medio, el camino llegaba hasta el interior del bosque.
Era un detalle muy bello que me derritió el corazón, lo miré con cara de tonta.
- Quiero mostrarte algo- tomo mi mano e iniciamos una caminata, siguiendo el camino que nos indicaban las velas, todo estaba muy oscuro, ni el resplandor de las velas minimizaba la inmensidad de la noche, unos cuantos metros adelante había un claro en el bosque, por el cual entraba la luz de la luna.
Nos detuvimos justo en medio de ese lugar, Jacob se paro frente a mi. La escasa luz apenas nos dejaba ver nuestros rostros, de pronto tomo mi mano y la coloco en su pecho.
-quiero darte mi regalo- me causo extrañeza oirlo hablar tan convencido de lo que hacía.
¿de donde sacaría un regalo en medio del bosque?
Se acerco y mantuvo mi mano en su pecho, me pregunto si sentía el latido de su corazón, y era imposible no hacerlo.
-Es tuyo- dijo de pronto.
-¿de que hablas?- reí nerviosa.
-ese es mi regalo, lo más valioso que tengo, mi corazón-
No sabía que responder, me sentía idiota mientras el me entregaba su corazón romanticamente a mi no se me ocurría nada por los nervios.
-Yo. Jake. Esto...
¿Nessie, me permites hacer algo?- Preguntó antes de que yo lograra armar una frase.
-Depende de que locura se te ha ocurrido ahora-
-Ya veras... esto es algo que deseo con todas mis fuerzas-
Me pidió que lo abrasara, yo rodee su cuello con mis manos y me acerqué un poco más hacia él, hasta quedar totalmente pegados el uno la otro. Mi cuerpo temblaba de los nervios, acaricio mi rostro con su mano, comenzó a acercar lentamente su rostro hacia el mio, yo podía distinguir levemente mi reflejo en sus hermosos ojos, mi respiración se altero y se torno agitada, cada vez estaba más cerca, ya podía sentir sus labios, justo antes de besarme me susurró -te amo-, sentí mis labios uniéndose a los de el, la humedad de los suyos me hizo sentir cosas que jamas había sentido, su sabor era algo inexplicable para mi, de pronto sentí un ardor que recorrió todo mi cuerpo, Jacob me apegaba cada vez mas a el, sentía que perdía el aliento, ojala ese momento hubiese durado para siempre, pero se detuvo, justo antes de que me hiciera perder el control, se detuvo.
Yo sentía que me volvía loca, loca de deseo, por ese hombre que estaba frente a mi, pero debía mantener la compostura y no abalanzarme sobre el para comermelo a besos.
Mi mente estaba comoda recordando ese beso, cuando mi celular comenzó a sonar, lo saque de mi cartera y era mi madre, entonces recordé que debía salir de allí, rápida y audazmente subí al auto, emprendí mi camino hacia el café a reunirme con Seth.

Amar no se olvidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora