Amar no se olvida

Despedida

Camine por alrededor de dos o tres horas, no sabía qué hacer, ni siquiera sabía dónde me encontraba, tenía todo revuelto en mi cabeza.

A pesar de que muchas cosas cobraron sentido, como por ejemplo, mi conversación con Leah, ella quería decirme, pero no supo cómo hacerlo, claro, Vanessa es su prima y con mi regreso corre peligro su felicidad, lo nervioso que se colocó Jacob, cuando le dije que quería ir a verlo esta madrugada, lo que sacó Jacob de su bolsillo, fue su anillo de matrimonio, se lo había quitado para ir a verme. Pero ¿por qué me mintió?, cuando dijo que no había estado con nadie, ¿acaso, solo quería acostarse conmigo?, no lo creo porque fui yo, la que lo seduje. No entiendo su actitud, mi corazón está destrozado, pensé que había recuperado a Jake, pero me doy cuenta que lo perdí, antes de haber vuelto. O tal vez no, ya que si tuviera una vida feliz, no me habría buscado, no me habría hecho el amor. No quiero pensar más, quiero descansar pero ¿dónde ir?, la casa de Charlie, debe estar custodiada por alguno de mis padres o tíos, no quiero volver a la cabaña de Seth, jamás me imagine que él estaría enamorado de mí, siempre pensé que bromeaba cuando me cortejaba, pero debo volver, ya que las pocas cosas que tenía están allí.

Me hice el ánimo, y camine hacia la cabaña donde había hecho el amor con Jacob, ¿cómo entraría en ese cuarto, vendrían todos los recuerdos a mi mente, tenía un largo camino por recorrer, el bosque además no me ayudaba con su silencio, así me concentraba mejor en pensar idioteces, un olor llamo mi atención, el mismo olor del gimnasio, Oh Dios espero que Jacob no me haya seguido, -dije en voz baja- sentí que se acercaba por mi derecha, volví mi cara para mirar hacía el costado, y de entre los arboles apareció el, El Señor Jacob Black. Yo me detuve, me interesaba saber que tenía para decirme-

Hola -me dijo-, Hola, -le respondí- Nessie yo quiero explicarte todo esto, -me dijo con su voz suave-, En primer lugar llámame Renesmee, segundo, tienes 5 minutos para explicar, ¡Ah! Y por último, que te quede claro que lo que paso entre tú y yo no significo nada para mí. -le dije con rabia- eso no es cierto Nessie, -me dijo acercándose lentamente-, cuando estuvo en frente de mi se me olvido todo, así que tuve que tomar distancia o volvería a caer en su trampa, escucha por favor.

Esto comenzó antes de que te borraran la memoria, un mes antes de que te llevaran con Xinah, Edward y Bella comenzaron a visitar a mi padre, para que me convenciera de dejarte, recuerdas que cada vez que llegábamos de nuestros paseos, tus padres no estaban, bueno, más de alguna vez solo fueron a pegarse un revolcón solamente. Pero la mayoría del tiempo se reunían, a hacer planes con Billy, de cómo separarnos. Todo esto gatillado por una carta de los Vulturis, dirigida a ti.

Tú padre encontró la carta y prefirió no decirte nada, ya que tú eres algo impulsiva, y tal vez habrías querido hacer justicia sola frente a Aro, el respondió haciéndose pasar por ti.

A Aro no le convenció tu respuesta, a pesar de darle un tiempo a tu padre para cumplir que te alejarías de mí, Edward, Bella y Alice hablaron con mi padre una y otra vez y luego conmigo, Alice me afirmó que tuvo una visión en que Jane y Alec venían por ti, y te hacían daño sin que pudiéramos evitarlo, Bella y Edward, me suplicaron que me alejara de ti, todos sabíamos que tú nunca aceptarías hacer eso por voluntad propia, y yo accedí, te amo demasiado como para verte sufrir, ellos prometieron que jamás te volvería a ver, me contaron lo de Xinah, ella tiene el poder de encontrar los más preciados recuerdos por medio de la telequinesis, o el que tú quieras y eliminarlo de tu memoria, el ultimo día que estuvimos juntos, yo disfrute cada segundo, sabía que no te volvería a ver, te abracé y besé todo lo que pude, llegó el momento en que debías irte a casa y mi corazón se apretaba al punto de detenerse, con Edward teníamos un plan, yo iría a dejarte a casa de Carlisle, pero antes tenía que hacerte tomar una droga que me entrego tu abuelo para darte, por esa razón fuimos por un jugo antes de regresar a casa. Recuerdas que ese día te traje sobre mi lomo, así llegaríamos más rápido. Al llegar, me despedí de ti, y te besé, en ese último beso, una lágrima cayó por mi mejilla, habíamos estado conversando de lo desagradable que tu padre era conmigo, y tú creíste que lloraba por que no podíamos estar tranquilos, pero era porque no volvería a verte.