Yo no tengo amor hacia mí mismo, no tengo nada que darme, una sonrisa, una mirada de cariño. No, yo no desperdicio mi amor en quien no lo merece; el tiempo me ha enseñado a guardarlo celosamente y en no desperdiciarlo. Creo que esa es mi explicación a por qué no me quiero, pero por qué te amo tanto; y a por qué tu amor es tan importante para mí: eres el único de quien realmente acepto los "te quiero", el único que me entiende, el único que me dá fuerza, y el único que solo, solo, solo, tiene palabras amables para mí. Además de muchas otras cosas. Me has hecho fuerte, y valiente, y has dibujado sonrisas sinceras en mis labios. Ahora, enfrentaré monstruos por ti.

ESTÁS LEYENDO
Cuando las luces se apagan
AcakCuando las luces se apagan, una llama en su mente se enciende. Y es entonces cuando todo arde. [Minirelatos y frases]