31. Boda

90.9K 6.3K 1.2K
                                        

¡Dios! no sé ni que decir XD realmente estoy muy agradecida por su apoyo. Nunca creí que esta historia fuera tan bien recibida. Mil gracias a todos por leer, votar y dejar sus hermosos comentarios.
¡Ya subí mi nueva historia! Si pasan a leer se los agradeceré!
Es todo, me voy antes de que me ponga muy sentimental. (Solo falta el ansiado epílogo e.e esperenlo) Quizás lo suba el lunes o martes de la semana que viene.

La canción que está en galería es la que se menciona en el capítulo. :) (la de Max y Gwen)

MAXWELL.

Tuve un pequeño debate con Gwen. Ella defendiendo una hipótesis basada en sentimientos, mientras que yo, tomando los datos científicos. Era muy terca. No comprendía que estábamos hablando del mismo tema, viéndolo desde el punto de vista de cada uno. Mezclar los sentimentalismos con la ciencia no funcionaba.

Me había dicho "No digas tener sexo. Di hacer el amor. Suena mucho mejor"

A lo que yo le respondí: "Es el acto sexual con el fin de proporcionar placer. ¿No es lo mismo? Es sexo. No hay más que decir"

Y la pequeña discusión prosiguió. Ambos no nos retratamos de nuestras teorías. La discusión comenzó al ver una película. Hice un comentario y ella salió a la defensiva del protagonista. Sólo porqué utilizó palabras cursis al decirle que quería tener coito.

Durante el transcurso de los meses no volvimos a hablar sobre el tema. No volví a plantearle lo que dije en mi estado de ebriedad, porque la quería realmente, no iba a presionarla ni exigirle. Esperaría hasta que se sintiese segura y no tuviera remordimientos. Era algo muy importante en lo que debía pensar antes de hacer.

Tres meses después.
Mi madre desbordaba belleza por donde caminaba. Hecha un manojo de nervios se paseaba por todo el pasillo, haciendo chasquidos con sus dedos. El día en que por fin dejaría de ser soltera y podría decir "me he casado" llegó.

Un vestido blanco ajustado a su cuerpo, maquillaje discreto y adecuado, más el peinado; la hacía verse toda una diosa capaz de dejar boquiabierto a quien la mirase.

—Margaret, tienes que calmarte —Gina tomó a mi madre de los brazos mirándola a los ojos—. Nada mala va a pasar. Hoy es un gran día y debes lucir radiante, no pálida.

Olvidé algo muy importante que mencionar. Gina. Ella llegó a casa sólo para estar presente en la boda, después se regresaría a Danville. Sus clases habían comenzado y no iba a darse el lujo de faltar. A Gwen no le gustó para nada oír que ella vendría, pero no hubo elección. Gina siempre mantuvo una buena relación con mi madre, por lo tanto quiso que estuviera presente el día de su matrimonio. Nadie podía enviarlo.

—Gracias por el ánimo, cariño. Iré a buscar unas cosas para irnos.

En el momento que desapareció por las escaleras, Gina volvió su mirada a la mía.

—Debes estar muy feliz.

—Lo estoy —respondí cortante.

Era mi amiga y la quería. No obstante, seguía molesto con ella después de que Gwen me revelara lo que planeó durante su estancia en casa. Nunca quise mal interpretar nuestra relación, no quise confundirla. Yo sólo la veía como una amiga; nunca cambiaría de parecer.

—¿Por qué sigues molesto? Ya te dije que estoy borrando los sentimientos de amor hacia ti. No debes preocuparte, Max.

—Tal vez estoy molesto porque jamás tuviste la confianza de decírmelo y cabe señalar que fuiste muy grosera con mi novia.

Pequeña mentira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora