25. Nuevo sentimiento

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Al terminar de leer el capítulo lean toda la nota final, por favor.

  Después de unas vacaciones sin hacer nada productivo regresaba nuevamente a la rutina. El lado bueno es que por fin vería a mis amigas, volvería a verles el rostro, reír juntas y a tener nuestras salidas de chicas.

  Al poner un pie en el salón de clases alguien se aventó a mí haciéndome retroceder por el impacto.

—¡Ojitos!

Su olor a vainilla que nunca podría olvidar, hizo darme cuenta de quien se trataba. Rachel. En un par de segundos me encontré con la mirada de la pecosa, corriendo hacia nosotros y uniéndose al abrazo. Eun Bi reía al vernos. Rachel le pidió que se uniera al mega abrazo. Así lo hizo.

   El nuevo profesor no dejó terminar nuestro emotivo reencuentro. Tan pronto entró, escribió en la pizarra.

—El anciano tenía que venir a arruinarlo —bufó Rachel.

   Presentación, rasgos a evaluar y despedida. En eso consistió todo el día.

—¿Algún galán en la mira? —Rachel posó su brazo en el hombro de Summer.

Ella rodó los ojos. —¿Sigues con lo mismo? Te dije que por ahora no tengo interés en algún chico.

   Extrañaba esas conversaciones, pequeñas discusiones sin sentido.

   En cuanto llegué a casa me sorprendí de ver a mi padre en el comedor.

—¿Qué tal el primer día?

—Bien —Le respondí —. ¿Día libre?

—Lamentablemente no. Vine a comer a casa, después iré a visitar el área donde será la construcción del centro comercial. Hay muchos detalles que analizar antes de levantar el proyecto. He leído el informe, todo parece bien, pero nada se comparar con darle un vistazo. ¿Quieres ir conmigo? Tal vez pueda interesarte.

   Como no tenía nada interesante que hacer, acepté. Conocer un poco del trabajo que hacía papá, me interesaba.

Llegamos al lugar donde comenzaría a construirse el centro comercial. Un territorio, en su mayor parte deshabitado, sólo un área era ocupada por vendedores ambulantes.

—¡Frederick! —ambos nos giramos para verle. Un hombre de mediana edad junto a... ¿Jared?, el de la vez pasada.

—West —Él estiró su mano para saludarlo. Después se dirigió a Jared—. He venido a familiarizarme con el lugar donde trabajaré.

—¿Y qué te parece? 

  Le dimos un último vistazo. Papá asintió.

—Está muy bien ubicado —El hombre me miró sonriente, por lo cual mi padre adelantó su presentación—. Ella es mi hija.

  Estiré mi mano para saludarle.

—Es un gusto. Soy Gwen.

Jared sonrió y se acercó a mí.

—Los dejaremos solos un momento —El señor West se dirigió a mí —. Tengo que hablar algo con tu padre.

    Los vi marcharse, aunque estaban a una distancia considerable, pude notar como mi padre sacó un par de papeles.

—¿Estás interesada en la construcción?

—Para nada —negué riendo. Sólo quise acompañar a mi papá.

—¿Dónde estudias?

—Instituto John F. Kennedy.

—Eso quiere decir que no eres mayor de edad. No suelo tener amigos menores—frunció el ceño.

Pequeña mentira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora