Capítulo 5

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Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, yo solo me adjudico la historia, prohibida su publicación en otros sitios sin mi consentimiento.

20 días, 480 horas, 28800 minutos, 1728000 segundos y contando.

15 llamadas al día y bajando; 10 mensajes de texto al día y miles de miradas furtivas.

Bella Swan, se sentía como un drogadicto sin haber probado la heroína. Muchas veces estuvo a punto de lanzar todo por la borda, pero no se lo permitió, sabía que podría resistir aunque su alma doliera como mil demonios.

Los primeros días no lo vio, pues estaba suspendido, pero constantemente mientras caminaba por la calle se sentía observada, se sentía perseguida, pero más que sentirse temerosa, se sentía protegida pues esa presencia, esa vibra que mandaba esa persona o eso, la podía reconocer desde kilómetros.

Las llamadas iniciaron desde que ella lo saco de su casa, una tras otra solo paraban en la noche y durante sus clases, los dedos le picaban por agarrar el teléfono y contestar, pero sabía que no, aun no era el momento, aun no podía hablar con él sin ponerse a suplicar por su perdón, por el dolor que le causo.

En la Universidad no se hablaban o bueno ella daba la vuelta y escapaba como cobarde cuando él la mirada y trataba de acercársele. Gallina, pensaba. Pero eso no impedía que para que sus miradas se conectaran por algunos segundos en el comedor o cuando lo miraba de lejos.

Su vida a partir de ese día había cambiado drásticamente, ya no se conocía. Simplemente ya no era la persona que solía ser.

Charlie ya la había amenazado con mandarla con Renne a Florida, la había acusado de prácticamente comportarse como un zombie.

Ángela, se mantenía al margen de la situación pero se daba cuenta que la situación estaba empezando a preocupar a su amiga. Pero no había nada que podría curarla en este momento, tal vez con el tiempo. Tal vez.

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—Ya sabes quién esta volteando hacia acá—hablo Ángela, rompiendo el silencio en el que se encontraban las dos amigas, se encontraban en una mesa en el patio tratando de realizar un trabajo, pero la mente de Bella estaba en otra parte, como siempre desde hace casi un mes.

—Bella, ¿me escuchaste?—volvió a preguntar a su amiga.

— ¿Qué? lo siento Ángela estaba un poco distraída—trato de disculparse.

—Lo sé Bella, es como si tu cuerpo solo estuviera aquí, me preocupas amiga...Edward Cullen esta volteando hacia acá.

El pecho de Bella empezó a doler, sintió como le faltaba el aire y un gran agujero se abría en su corazón, trato de disimular la mueca que hizo su rostro sin mucho éxito.

—De verdad—trato de sonar despreocupada, pero fallo—deja de mirarlo, tal vez piense que lo estamos acosando.

—Pues yo creo que es al revés...Bella, se nota triste, hasta desarreglado, esto los está consumiendo de más a ti y a él... nunca creí que dijera esto, pero Bella creo que deberías regresar con él o por lo menos intentar ser amigos. Solo te digo que tu mundo no gire alrededor de el. No puedes depender tanto.

—Ángela, Ángela, hablas como si fuéramos a volver—hablo con voz sombría—le hice mucho daño, no creo que me perdone.

—Bella, ¿Hablas en serio? El hombre te come con la mirada, sigue todos tus movimientos, te marca todo el día... ¿qué crees que busca? ¿Venganza?

Amor y CelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora