Capítulo 25

1.3K 67 11
                                    

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, yo solo me adjudico la historia, prohibida su publicación en otros sitios sin mi consentimiento.

Abrió la puerta y me permitió ingresar. Adentro solo había algunas personas conversando en los sillones. Recorrí mi vista por el lugar tratando de encontrar alguna cara conocida hasta que la vi.

Mi corazón empezó a latir violentamente, no podía moverme, quería correr a su lado y lejos de ella, no quería lastimarla, no quería averiguar si aun la podía lastimar. Recorrí su perfil con la mirada, ella seguía viendo por la ventana, los rayos del sol lograban que su perfil se realzara y se viera envuelta en un halo de luz.

Debía de sentir mi mirada en ella, pues volteo hacia a mí y se quedo paralizada al verme. No, no quería que me tuviera miedo. Se levanto de su asiento y me miro entre sus pestañas con una sonrisa tímida y avergonzada. Sus pequeños y delgados dedos no dejaban de moverse sobre la mediana caja envuelta que traiga en sus manos, signo evidente de que estaba nerviosa.

-Hola, Edward.

Camine como un autómata hacia llegar frente a ella. Baje la mirada y ella subió la suya quedando nuestras miradas conectadas por lo que debió de ser horas.

Quería decirle muchas cosas, pero mis labios estaban sellados y mi mente estaba absorta, solo dedicada a guardar el momento. Sus ojos parecían que habían cambiado en estos dos meses. Seguían mostrando aquel brillo y ternura del cual me enamore, pero bajo estos se podía distinguir una nota de aprendizaje y de madurez que antes no tenía.

Su cara antes redondeada, mostraba unos pómulos mas afilados y aquel imperceptible acné adolescente que aparecía algunas veces, había desaparecido. Sin darme cuenta mi mano se había levantaba y me encontré acariciando su mejilla. Bella cerró los ojos al tacto. Puso su mano sobre la mía y nos quedamos así, como si nada hubiera pasado, como si el tiempo se hubiera detenido.

-Hola -Logre que las palabras salieran de mi boca. Ella abrió los ojos y me miro.

-Hola otra vez -ambos sonreímos.

Deje de acariciar su mejilla y retire mi mano, al momento sentí la ausencia de la electricidad y Bella bajo sus ojos con vergüenza.

- ¿Quieres...quieres sentarte?-le señale el asiento donde antes estaba sentada.

-Si...sí, claro -puso un mechón de cabello tras su oreja y se sentó. Seguía mirándome No sabía quién de los dos estaba más nervioso. Miro sus manos y miro el paquete sorprendida -Te he traído algo, espero que no te moleste-Me dijo. Extendió el paquete hacia mí y al momento de tomarlo, nuestras manos se tocaron produciendo una corriente eléctrica que me recorrió toda la columna vertebral.

Ambos sonreímos tímidos al sentir la corriente. No podía creerlo, ambos parecíamos un par de adolescentes en su primera cita.

-Gracias, no debiste traerme nada.

-No fue nada, Esme me dijo que... desde que entraste aquí -se removió incomoda en su asiento-Te gusta dibujar. Ábrelo, si no te gusta puedo cambiarlo por otra cosa.

-Tranquila, sé que me gustara -Tome su mano para tranquilizarla. Y como si nuestras almas nos pidieran una señal de que estábamos frente a frente de nuevo, nuestras manos se entrelazaran con fuerza entendiendo que éramos reales.

-Edward...este tiempo lejos, me han servido para darme cuenta que te quiero mucho, lamento mucho no haber estado aquí contigo todo este tiempo.

-Yo te lo agradezco-le interrumpí - Era necesario que ambos estuviéramos recuperados para tener una relación sana. Siento mucho haberte lastimado en todos los sentidos.

Amor y CelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora