Almas Inmortales (UKiss y tu)

CAPÍTULO 11: Una oportunidad.

Tres semanas después me encontré de nuevo con Soo Hyun en el elevador. Ambos íbamos hacía nuestro respectivo departamento, por lo que no tenía pretexto para no hablar conmigo.

—Tenemos que recuperar tu amistad con los chicos. 

—No estoy seguro de que eso sea posible.

—No lo sabrás si no lo intentas.

—¿Y cuál es tu plan?

Salimos del elevador y al estar frente a mi departamento tomé su brazo para que no se fuera.

—Ven, entra.

Fue raro, pero me hizo caso. Nos sentamos y continué.

—Vannia me propuso ayudarme.

—¿Cuándo?

—Hace varios días me la encontré en el bosque y hablamos. Me dijo que lo pensara y le avisara.

—¿Entonces lo primero es hablar con ella?

Saqué mi teléfono y marqué el número.

—Hola —dijo ella—, creí que ya no me llamarías.

—Ya lo pensé bien y sí quiero que me ayudes, más bien ayudes a Soo Hyun.

—A sí, Estefán espera es que hay una interferencia y no te escucho bien.

—¿Están ahí?

—Sí, pero ahora estoy en el jardín. ¿Y cómo que ayudar a Soo Hyun?

—Para regresar con sus amigos.

—¿Y tú y Kevin?

—No lo voy a hacer, solo quiero enfocarme en lo primero que te dije.

—Bien, los veo en el bosque en media hora.

—Nos vemos.

Colgué y miré a Soo Hyun.

—¿No piensas recuperar a Kevin?

—Él ya me superó y creo que yo debo hacer lo mismo.

—¿De qué hablas?

—Ya tiene novia y se emociona mucho al verla, se ve feliz de nuevo —mi voz mostró tristeza.

—Pues yo no creería en lo que aparenta.

—Tenemos que ver a Vannia.

Tomé las llaves de mi coche y salimos. Cerrando la puerta vi que Daniel se acercaba.

—_______(tn), ¿a dónde vas? —hechó un vistazo a Soo Hyun

—Tengo que hacer algo importante, pero te veo luego.

—Ok, cuídate.

—Adiós.

Al entrar al elevador noté que Soo Hyun estaba tratando de reírse pero se contenía.

—¿Qué?, ¿de qué te ríes?

—No me estoy riendo.

—¡Pero quieres hacerlo!

—Le gustas a ese chico —soltó una carcajada.

—Estás loco —crucé mis brazos.

—No, es cierto, lo digo porque me miró con ganas de querer golpearme —seguía riendo.

Salimos al estacionamiento y subimos al coche. Conduje a máxima velocidad y llegamos con cinco minutos de anticipación hasta el prado.

—Hola chicos —Vannia llegó puntual—, lo primero es saber ¿porque piensas dejarle el camino libre a Hadley?