Los chicos se quedaron viendo a Gaeul sorprendidos. Le dí el libro a Jung y traté de hacer que mi amiga saliera de su trance.
Lo logré después de casi diez minutos. Terminé de pasar el ultimo resumen que faltaba y recogimos todo lo de la mesa.
—Yo me quedo el trabajo y lo llevo mañana —dije.
—Ahora hay que hacer una lista de lo que vamos a llevar y ponernos de acuerdo en lo que vamos a decir —dijo Jun.
—Hablé con el profe de Bioquímica y me dijo que él nos podía conseguir el ácido para la clase —agregó Jung.
Elegimos los alimentos que cada uno llevaría y nos repartimos los temas que colocamos en el cartel para explicarlos más a fondo en clase.
A las seis estabamos saliendo de la casa. Llevé a cada uno hasta su respectivo hogar. La ultima fue Gaeul.
—________(tn), perdón por lo que hice.
—Está bien. ¿Pero enserio te impactó tanto?
—Pues ya ves que si. Es que no pensé que reaccionaría de esa manera, yo creía que solo me emocionaría y me pondría un poco nerviosa pero sentí como si hubiera muerto.
—Parecía que lo estabas.
—¿Y qué dijo él?
—¿No recuerdas nada de ese momento?
—No, solo recuerdo voces pero no sé que decían.
—Pues realmente si se sorprendió por tu reacción, pero no me dijo nada.
—¡Haaay! —se quejó—, arruiné la unica oportunidad de mi vida.
—No te preocupes, tal vez te lleve otro día a la casa.
—¿Harías eso?
—Pues si, me has dado muchos consejos y yo tengo que devolverte el favor.
—¿Pero si me pasa lo mismo?
—Tienes que acostumbrarte a verlo.
Me estacioné frente a su casa.
—Gracias, nos vemos mañana.
—Adiós y que sueñes con Hoon.
—No me hagas sentir peor.
—Lo siento —me encogí de hombros.
Bajó y me fui a toda velocidad. Ya estaba la puesta de sol y me encantaba como se veía cuando bajé del auto ya en casa.
***
Busqué mi mochila y recordé que se había quedado en el comedor.
Llevé el libro de regreso a la biblioteca y en la mochila ví un sobre. Lo saqué estando de nuevo en la habitación.
Lo observé y tenía el nombre de Hoon en letras grandes. La letra era de Gaeul. Dejé el sobre en la cama y le llamé por teléfono.
—¿Qué pasa? —me dijo.
—¿Tu dejaste una carta en mi mochila?
—Aahh, si, ¿ya se la diste?
—No, ¿pero quieres que lo haga ahorita? —me dirigí al baño para ir por mi crema.
—¡No!, mejor no se la entregues.
—¿Por qué? —dije triste y salí; me quedé impactada por quien estaba en mi cama—. Oye... Gaeul, supongamos que ya la estuviese leyendo el susodicho, ¿qué harías?
—¡Dime que no lo ha hecho porque te mato! —su voz se hizo fuerte.
—No, solo era un decir, tranquila.
—Bien, entonces se la das cuando yo te diga, ¿si?
—Por supuesto.
Colgó.
—¡¿Por qué lees lo que no es tuyo?!
—Es mio, sino explica porque el sobre tiene mi nombre —dijo tranquilo.
Me abalancé contra él pero Hoon se quitó y quedé bocabajo en la cama.
—Tu amiga es muy creativa, y expresa muy bien lo que siente.
—¿Por qué no esperaste a que te la diera?
—Porque no lo ibas a hacer.
—Ahorita no, pero después si.
—¿Y hasta cuándo?
—Hasta que ella me dijera.
—No importa, de todos modos la tenía que leer algún día —salió de mi habitación.
—Gaeul me va a ahorcar —susurré.
Hoon no se volvió a aparecer por mi recámara.
***
A la mañana siguiente antes de irme a la escuela estaba a punto de subir a mi coche cuando:
—¡_________(tn)! —Hoon corrió hasta donde estaba—, ¿te pido un favor?
—¿Cuál?
—Dale esto a tu amiga —me entregó un sobre con el nombre de ella—, y si me entero de que no se la diste te mato.
—Que chistoso, los dos me amenzaron de la misma forma —dije en tono irónico.
—Tienes que regresar con una respuesta.
—Y si no regreso a la casa es porque ella me colgó de un árbol por tu culpa.
—Si llegarás con vida —sonrió—, maneja con cuidado.
Alborotó un poco mi cabello, entró y yo me fui, guardé bien el sobre entre mis libretas.
Estuve pensando como darsélo y se me ocurrió hacerlo a la salida.
—Gaeul —nos detuvimos junto a su coche, saqué el sobre—, me pidieron que te diera esto —estiré mi mano y lo tomó con un poco de miedo.
—¿De quién es?
—Nos vemos y luego me cuentas —me dí la vuelta para seguir mi camino.
—¡Oye _________(tn), por lo...!
Entré a casa y Hoon estaba caminado de un lado a otro.
—¡Hasta que llegas!, ¿qué te dijo?
—Nada —le dije tranquila.
—¡¿Nada?!
—Si —solté una risita, su actitud era muy chistosa—, es que se la dí hace un rato. La leerá en su casa y luego me dirá.
—¿Por qué no se la diste más temprano?
—Porque no se me dio la gana —me fui al cuarto a dejar mis cosas. Miré por la ventana y ví los dos unicos autos que se repetían en esa casa.
Pensé que sería bueno hacerle algo a mi coche para que no se confundieran.
—¿A dónde vas? —dijo Kevin cuando atravesaba la sala.
—A pasear —llegué al coche, subí y fui a buscar un taller.
Busqué por casi una hora hasta que lo encontré casi al otro lado de la ciudad.
Pedí el diseño de una rama que se extendiera por ambos lados con unas cuantas hojitas brotando, todo en color morado. Me dijeron que lo entregarían en tres horas.
Para esperar y distraerme me dirigí a buscar tiendas de ropa y accesorios. Cuando entré a la primera tienda Gaeul me llamó.
—¿Estás ocupada? —se ecuchaba muy emocionada.
—No.
—¿Puedes venir a mi casa?
—Voy en un rato.
Ya no compré y tomé un taxi. Su casa estaba cerca del museo de Cultura; a unas siete cuadras de donde yo estaba.
Cuando toqué el timbre salió su mamá.
—Hola señora, soy _________(tn) la amiga de Gaeul.
—Mucho gusto. Adelante —me indicó con la mano que pasara—, ella está en su recámara. En el segundo piso.
—Gracias.
Subí las escaleras y había varias puertas, pero sola una estaba estampada de flores de diferentes colores. Toqué.
—Adelante —al verme se levantó rápido y me jaló cerrando la puerta.
—¿Para que querías que viniera?
—¿Por qué no me dijiste que Hoon la había escrito?
—Era sorpresa —me reí.
—¿Y por qué no me hiciste caso?
—¿De qué? —musité—. ¡Aaahh!, yo no se la dí, él la vio y la agarró.
—Ya no importa —sonreía como nunca antes la había visto—, quiero que le des esto —me entregó otra carta.
—Ay Gaeul.
—Dijiste que me apoyarías.
—Si pero no voy a ser su paloma mensajera —me quejé.
—Solo esta vez.
—Ok. Ya me voy.
Salí y tomé otro taxi hacía la tienda donde tenía planeado comprar. Recorrí tres tiendas en la hora y media que quedaba; no compré mucho. Llegué diez minutos después de la hora acordada y me entregaron el coche, pagué y regresé a casa rápido.
Entré y Hoon volvía a estar como lo encontré llegando de la escuela.
—Di que traes noticias —me dijo AJ—, ha estado desesperado desde hace como dos horas.
—No fui a ver a Gaeul y tampoco me ha llamado —jugué un poco.
—¡¿Cómo?! —recargó sus manos en el respaldo del sofá.
—Te engañé —me reí y saqué la carta de una de las bolsas—, toma y deja de molestar.
Al siguiente día Gaeul me platicó todo lo que le dijo Hoon en la carta.
—Adiós Gaeul —le dije en el estacionamiento.
—Oye, ¿y no hay...?
—Lo siento. No me dijo nada.
—Nos vemos —se fue triste.
Me sentí mal, pero realmente Hoon no me había dicho nada.
En casa me apuré a la tarea y como a las cinco Hoon entró a mi recámara desesperado como si pasara algo grave.
—Tienes que venir conmigo —me llevó de la muñeca.
—¿Qué te pasa? —llegamos a la sala y me solté.
—Acompañame.
—¿A dónde?
—A ver a Gaeul.
—¿Si has escuchado la frase que dice: "tres son multitud"?
—Bueno, necesito que estés cerca por si le pasa lo de la otra vez.
—¡Yo voy con _________(tn)! —dijo Kevin—, para que no parezca que los está espiándo.
—¡Buena idea! —exclamó Hoon.
—Solo por mi amiga.
Hoon llevó su auto y Kevin y yo fuimos en el mio. Me detuve en la esquina de su casa y Hoon pasó por ella.
Puse atención a la reacción de Gaeul; esta vez no se paralizó, lo recibió super emocionada y lo pasó a su casa.
—Bien, ya nos podemos ir —dije.
—Deberías avisarle.
Le envié un mensaje y esperé diez minutos más pero nunca contestó.
—No contesta, ya vamonos.
Ibamos en silencio hasta que él lo rompió.
—¿Te puedes detener tantito por ahí?
Me señaló un lugar tranquilo y sin gente. Había varios jardínes y a unos metros unas bancas ocupadas por unas personas.
—¿Para qué? —dije.
—Quiero decirte algo.
Giré mi cabeza para verlo a los ojos y se empezó a acercar lentamente hacía mi cerrándo sus ojos; cerré los mios y unos segundos después sentí sus labios de nuevo por un maravilloso instánte.
Al separarnos miré al frente y empecé a manejar. Estaba casi en shock y Kevin sonreía las veces que lo miré de reojo.
Llegamos a casa y Kevin subió a su recámara. Una hora más tarde llegó Hoon.
—¿Por qué me dejaron?
—Te envié un mensaje y no me dijiste que me quedara —estaba en la sala con AJ, Eli y Vannia comiéndo pan de arroz mientras veiamos una pelicula.
—Ven —me llevó al comedor y cerró la puerta.
—¿Qué pasó?
—¡Me rechazó!
—¡¿Qué hizó qué?! —me sorprendí.
—La besé y...
—Espera. Apenas llevan tres días de conocerse ¿y ya la besaste?
—Ni me digas porque tu te besaste con Kevin al segundo día de conocerse.
—E-eso es diferente. Estamos hablando de ti.
—Bien, después le dije que si quería ser mi novia y me dijo que no.
—¿Bromeas?, eso no puede ser.
—Pues creelo.
—Mañana hablaré con ella.
—Gracias —suspiró y salió.
En la escuela Gaeul se veía apagada y no sabía como preguntarle.
—Oye amiga —empecé.
—No quiero hablar sobre él —me contestó desanimada.
—Pero si estabas tan emocionada, ¿por qué le dijiste que no?
—Como crees que una chica como yo va a salir con alguien como él.
—Gaeul, eso que dices es absurdo.
—Es la verdad.
Subió a su coche sin despedirse.
Llegué a casa y comenzó el interrogatorio.
—¿Hablaste con ella?
—Sí.
—¿Le molestó lo que hice?
—No, pero dijo que te rachazó porque los dos son muy diferentes, en pocas palabras se siente insignificante aunque le dije que no lo era.
No dijo nada y salió a toda prisa. Imaginé a donde iba.
Pasó un rato y llegó decaído.
—¿La viste?
—No. Me dijeron que se sentía mal.
—Mejor deja que se tranquilice el fin de semana y la vas a ver después —le aconsejé.
—Está bien. Pero prometéme que me seguirás ayudándo.
—Por supuesto, si eso hace felices a los dos, lo haré —sonreí.
Nunca creí ver a Hoon así por una chica, pero me alegraba que estuviera enamorado; expresaba su lado más sensible.
Con el dilema de Kevin no sabía que hacer o que decirle exactamente. Seguía comportándome como si nada hubiera pasado la tarde anterior.
El jueves Hoon tuvo una visión.
—¿Qué viste? —dije.
—Nada importante.
—Te ves preocupado.
—En un par de días llegará Hadley. Sólo eso.
—Entiendo —sentía como si ocultara algo más.
***
El día sábado inició bien hasta que dio la una de la tarde. Kiseop y AJ estaban en la cocina preparándose algo de comer, Hoon a pesar de que estaba con los demás reunidos en la sala se mantenía al pendiente de su teléfono en todo momento. Uno de los empleados entró con dos maletas.
—La señorita Hadley acaba de llegar —dijo y subió las escaleras.
Todos me miraron y traté de que pensaran que no me daba importancia. Kevin salió por ella.
—¿Qué te pasó en el brazo? —preguntó ella con dulzura y preocupación.
—Un accidente, pero estoy bien, todos me han cuidado.
—¿_________(tn)?, que gusto verte —dejó su bolso en el sillón y me dio un abrazo—, ¿y a que se debe tu visita?
—Vive aquí —le contestó rápido Eli.
—¿En serio?, eso es por...
—Es por... —dije.
—Porque es una..., prima y su hermano me pidió de favor que cuidara de ella. Y para estar más tranquilo le pedí que se quedara aquí en vez de estar sola en su departamento —dijo Hoon.
—Y veo que se arregló el problema que tenían —miró a Soo Hyun.
—Si. No quería seguir enojado con mi amigo —dijo Kevin—. Deberías descansar, tuviste un largo viaje.
—Si pero primero quiero darles una noticia muy importante —tomó la mano de Kevin, nos miró y suspiró.
—¿Te ascendieron de cargo en el restaurante?
—De hecho si, ahora soy la nueva gerente pero..., hay otra noticia mucho mejor. Kevin y yo... —una sonrisa grande se formó en su rostro—, vamos a ser papás, estoy embarazada.
El mundo se me vino encima al escucharla, Hoon me rodeó con el brazo tratándo de que no fuera a hacer nada.
—¿Enserio? —le dijo casi con preocupación.
—Si amor —le dio un beso y lo abrazó muy fuerte.
Me fui al cuarto y me encerré. Aventé todo lo que encontré con lágrimas en los ojos. La habitación quedó hecha un desorden. Me senté en el suelo abrazando una almohada y hundiendo mi rostro en ella. Me levanté, agarré la llave de mi coche y salí.
Kevin y Hadley ya no estaban en la sala.
—_________(tn), ¿a dónde vas? —dijo AJ preocupado.
—No te importa —le respondí de forma grosera.
Salí a toda prisa y con el coraje encima no me importaba lo que fuera a causar. Llegué al bosque y en el prado lloré largo y tendido preguntándome el porque y maldiciéndome por la estupidez que llevó a todo esto. Después escuché que alguien se acercaba pero no me importó en lo más mínimo.
—Oye, ¿por qué tan solita? —escuché la voz de un tipo.
Me levanté y cinco chicos de unos veintitantos años vestidos totalmente informales; sus pantalones con aberturas en las rodillas, camisetas sencillas, tenis y uno con chamarra y los demás con sudaderas desabrochadas se acercaban lentamente hacía mi.
—¿Quieres que te acompañemos un rato? —dijo otro.
—No se acerquen —dije.
—Se ven tus ojos rojos y algo hinchados, parece que estuviste llorándo.
—¡¿Y?!, eso a ti no te importa.
—¿No quieres consuelo? —me rodearon sin dejarme un solo hueco por donde escapar.
El que estaba enfrente me rodeó la cintura y le dí una patada que lo llevó a chocar con el árbol que estaba del otro lado. Los demás se asustaron y empezaron a retroceder lentamente.
—Lo siento —dije.
Me fui contra todos y bebí la sangre de cada uno. Desquité mi enojo con sus vidas, además de poner el pretexto de que me estaban molestando y solo me había defendido. Dos alcanzaron a huir, corrieron pero los encontré por su aroma y los alcancé rápido.
Uno al verme me enterró una navaja en el estomágo, corrió y saqué el arma de mi cuerpo; al alcanzarlo colocándome frente a él lo maté. El ultimo lo hayé hablándo por teléfono pidiendo ayuda. Tomé su cuello y lo apreté haciendo que soltara su celular; pisé el aparato hasta destruirlo y al tipo lo aventé fuerte, se golpeó la cabeza con una roca y la sangre empezó a correr.
—¡_________(tn)! —dijo Soo Hyun detrás de mi cuando solté al chico ya muerto.
Me levanté y con mi pulgar limpié el líquido rojo que se escurría por un lado de mi boca. Volteé y estaba acompañado de Hoon.
—No tenias que desquitarte con ellos.
—Me estaban molestando —seguía contestándoles de forma grosera.
—Tienes que calmarte estás demasiado alterada —dijo Hoon.
—¡Dejénme sola! —dije cuando empezaron a acercarse paso a paso.
Hoon me abrazó por la espalda y logré soltarme dándole una descarga eléctrica. Corrí entre los árboles y pronto los ví cerca. Volví a voltear y solo me seguía uno. Seguí y unos metros más adelante Soo Hyun cayó de un árbol y me detuvo colocándo mis manos al frente para no poder hacerles daño.
—Quedáte quieta —me dijo cuando intentaba safarme—, o sino te ato.
Hice caso pero no me soltó. Hoon nos encontró y salimos.
Nos subimos a mi coche; Soo Hyun en la parte de atrás conmigo apretando mis muñecas.
—No quiero ir a la casa —me quejé.
—No te vamos a descuidar, mucho menos por como estás ahorita —me regañó Hoon.
—Ya estoy más calmada. Solo necesitaba sacar lo que sentía —hablé moderadamente.
—Aún así.
Llegamos a casa y entrando Hoon le llamó al encargado de seguridad.
—__________(tn) tiene prohibido salir sola de la casa.
—Si señor —hizo una reverencia y salió al jardín.
—¡¿Pero qué te pasa?!
—Mientras no te comportes estarás castigada.
—Ya no soy una niña chiquita para que me prohibas cosas.
—Pues haces berrinches como una, y es mi ultima palabra.
Subí a mi cuarto y choqué con Kevin que salía de su habitación.
Seguí como si no estuviera ahí pero me detuvo tomándo mi brazo.
—Perdóname.
—Si, lo que digas —me solté, entré y cerré sin asotar la puerta.
Me recargué en ésta y cerré mis ojos suspirando. Cuando los abrí noté el desorden que había hecho y empecé a recoger. Rompí un perfume cuando lo aventé a la pared y ahora la habitación estaba atestada de ese aroma suave; abrí la ventana. El líquido ya se había evaporado. Levanté los cristales y los eché en el cesto de basura.
Acomodé la cama y las cosas que tiré del tocador.
***
—_________(tn), ¿por qué lo hiciste? —James me llamó por teléfono más tarde.
—Ya te fueron con el chisme.
—No es chisme, no tienes porque desquitarte con personas que no tienen la culpa.
—Solo me defendí. Querían propasarse conmigo.
—Por lo que sea. No vuelvas a hacerlo.
—Ya me calmé, no tienes que preocuparte. Además me castigaron sin salir.
—A ver si así entiendes.
—Oye, no le digas a mamá lo que hice, por favor.
—No lo haré, si tu no haces otra locura como esa.
—Lo prometo.
—Cuídate y trata de seguir adelante.
—Gracias.
Colgué y terminé de arreglar. Cerré la ventana dejándo solo un poco del aroma; saqué mi libro y me concentré en leerlo, aunque en momentos las palabras de Hadley me llegaban a la cabeza torturándome de nuevo.
—Ven a comer algo —Kiseop entró a mi recámara.
—No gracias, no tengo hambre.
—No va a estar Hadley.
—En serio, gracias —tapé mi vista con el libro. Después se sentó a mi lado y me lo quitó—. Oye, ¿por qué hiciste eso?
—Tu misma me lo dijiste un día. No acabarás con los problemas...
—Si solo los esquivas —completé.
—Como quieras —me regresó el libro y salió.
Creo que esa fue la primera conversación que teniamos sin pelear. Era bueno pero extraño.
No salí ni un minuto todo el resto del día. Estuve triste y preguntándome por qué Kevin me había besado, llegué a pensar que se burlaba de mi a pesar de que él no era capaz de jugar con una persona.
Al siguiente día se me ocurrió un plan para distraerme. Fui a buscar a Hoon y lo encontré en la biblioteca.
—¿Quieres ir a ver a Gaeul?
—Si, pero dijiste que la dejara pensar las cosas.
—Tengo una idea. Pero necesito que me dejes salir.
—¿Sola?
—Sí, se supone que es sorpresa. Obviamente te avisaré cuando tengas que pasar por ella, si salen las cosas como las tengo en mente.
Dudó por un momento pero al final cedió.
—Bien.
Salimos y Hoon dio la orden de dejarme ir. Fui a su casa y abrió su mamá.
—Hola señora, ¿está Gaeul?
—Si, pero está deprimida y no sé por qué.
—No se preocupe, voy a intentar levantarle el ánimo.
Me dejó pasar y subí a verla. Toqué pero gritó que no quería hablar con nadie. No me importó y abrí.
—_________(tn), ¿qué haces aquí? —se sorprendió. Estaba acostada en su cama aún con pijama.
—Quiero que me acompañes.
—¿A dónde?
—De compras.
—No tengo ganas.
—Amiga, por favor. Quiero distraerme un rato y creo que a ti también te servirá.
—Me cambio y nos vamos.
Entró al baño y no tardó tanto.
—Nos vemos luego señora —le dije a su mamá cuando bajamos.
—Hasta luego.
—Oye ni siquiera sé si quiero comprar o no.
—En si, tu no vas a gastar nada. Todo lo pagaré y escogeré yo.
—Como crees —musitó.
—Es un regalo.
—Pero ni siquiera es mi cumpleaños.
—¿Y eso qué? —mi voz sonaba despreocupada.
Llegamos a un salón de belleza y pedí que dejaran a Gaeul perfecta para una cita pero sin que ella escuchara.
Estuvimos casi tres horas. Primero la peinaron con unos rizos, después la maquillaron y le hicieron manicure.
—¿Por qué estoy así?
—Ahora vamos a comprar ropa.
—Pero tengo mucha en casa.
—No importa.
Llegamos a una tienda y ella escogió un pantalón entubado color blanco, una blusa azul cielo métalico con un cinturón adherido a ésta y por ultimo un saco cómodo color negro; por ultimo los zapatos eran abiertos de tacón delgado, bajito y del mismo tono de la blusa.
—Ahora ve al vestidor.
—No sé porque haces esto pero...
—Se nos va a hacer tarde, así que muévete —le dí un leve empujón.
Mientras se vestía le llamé a su cita.
—¡¿Dónde estás?!
—No me regañes. Te veo afuera de la casa de Gaeul con un atuendo formal.
Colgué y después ella salió.
—Te ves genial.
—Dime para qué todo esto.
—Ya vamónos.
Llegamos a su casa y Hoon estaba ya ahí esperando.
—¡¿Me hiciste todo esto para solo traerme a mi casa?! —se enfadó.
—No Gaeul, ¿sabes de quién es el auto que está estacionado atrás?
—No me digas que es de él —estaba seria.
Le sonreí.
—Debiste decirme, y si planeas que salga con él no lo haré —cruzó los brazos.
—Claro que lo harás. Mira te voy a dar un consejo. Tienes que aprovechar las oportunidades que la vida te da, si no lo haces llegará el momento en que se van y no puedas volver a tenerlas. Por eso los estoy ayudándo.
—¿Qué te pasó?
—Nada.
—Ese consejo y el tono en que lo dices es por algo, pero si quieres no me digas, no importa. Yo lo averiguaré.
—Le preguntarás a Hoon. Mejor te lo digo yo —inhalé y exhalé profundo—. Hadley llegó ayer...
—¿Y ya sabe lo que hubo entre Kevin y tu y se marchará? —dijo emocionada.
—No. Kevin va..., va a ser papá.
—¡¿Estás embarazada?! —se quedó con la boca abierta.
Por el espejo retrovisor pude ver a Hoon que se estaba riéndo dentro de su coche.
—¡Gaeul, por favor pon atención!
—Es Ha-dley —dijo descepcionada bajando la voz—. Amiga lo siento mucho —me dio un abrazo.
—Mejor a lo tuyo. Espera aquí.
Me bajé y Hoon ya estaba recargado en la puerta del asiento del copiloto.
—¿Qué pretendes?
—Ve a mi coche.
Fue y abrió la puerta de Gaeul. La ayudó a bajar y cuando la vio se quedó sorprendido.
—Te ves hermosa.
—Que se diviertan —dije mirándolos por arriba de mi coche antes de subir.
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Almas Inmortales (UKiss y tu)
FanficElla; una chica diferente a cualquier otra de su edad. Un poco reservada que solo tenía amigos que podían contarse con los dedos de las manos, estudiosa, inteligente e incluso divertida, que conocía un mundo que muchos no; pero al igual que esas per...