Capítulo 16: Curiosidades

198 14 5
                                    

Regresé a casa y sentía felicidad en una parte de mi corazón por haber ayudado a esos dos tortolos. Cuando pasé por el lugar donde Kevin me besó la ultima vez, me detuve. Recargué mis brazos y mi cara en el volante casi a punto de llorar pero no lo hice porque alguien tocó en el vidrio de la puerta del asiento contiguo. Levanté el seguro y Kevin subió.
—¿Qué haces por aquí?

—Solo paseaba.

—¿No tendrías que estar con tu novia?
—Tal vez, pero necesitaba hablar contigo.
—Entonces sabías que estaría por aquí.
—Lo imaginé.
—Te escucho —mantenía seriedad y arranqué siguiendo mi rumbo.
—¿Qué pensabas cuando Hadley dijo eso?
Lo eché una mirada rápida y suspiré.
—Quería que lo negaras, que dijeras que eso era imposible porque nunca habías estado con ella; pero cuando le preguntaste que si era enserio, no lo podía creer.
—Perdóname.
—¿Por qué? Tu tenías que seguir.
—Por hacerte esto. Fui un tonto y...
—No me has hecho nada. Habíamos terminado y podías salir con la chica que eligieras y hacer lo que te diera la gana.
—¡________(tn) entiéndeme! —subió el tono de voz—. Sé que sigues enamorada de mi aunque no lo demuestres, y también sé que la noticia de ayer rompió tu corazón, pero...
—Pero tu estuviste con ella porque la amas. Lo entiendo.
—Y si te digo que no es así.
—Kevin, las personas se entregan por amor o a veces por otras razones pero tu no eres así, no engañas a los demás, les dices ya sea con palabras o acciones lo que sientes por ellas y a Hadley se lo demostraste. Ahí está, ese bebé es la prueba de su amor ¿qué no?
—¿Y todo esto quiere decir qué...?
—Te quedes a su lado, yo no haré nada para impedirlo. No puedo dejar a un bebé sin su padre —cerré los ojos un momento sacudiendo mi cabeza ligeramente—, no soy capaz de hacerlo.
—No me voy a quedar con ella, pero si la ayudaré con el bebé.
—¡No, tu te vas a quedar! —le hablé fuerte.
—Pero...
Llegando me estacioné
—Eso es lo que haría un hombre de verdad —hice una pausa—; y el hombre que yo amo —le dí un beso en su mejilla y bajé.
En la sala estaban Kiseop, AJ y Dong Ho hablando con Eli que se veía decaído.
—¿Qué pasó? —dije.
—Vannia se fue a Rumania hace dos horas —me contestó Dong Ho.
—¿Y así ha estado todo ese tiempo?
Kevin entró y subió las escaleras en silencio.
—Sí.
—¿Decidió quedarse allá?
—No, solo fue a ver que puede hacer. Piensa regresar —dijo AJ.
—Cálmate, ella está tratando de solucionar ese asunto para estar contigo —me senté con él y lo abracé.
—¿Y si no hay solución? Me va a dejar.
—Así ha estado de negativo —dijo Kiseop.
—Y me preocupa porque se fue sola.
—Si está en peligro nos llamará o lo sabremos por Hoon. Aunque eso no pasará —traté de calmarlo.
—Hay que distraernos jugando un videojuego —dijo AJ emocionado.
—No gracias —se levantó y se fue.
—¿Dónde dejaste a Hoon?
—Le conseguí una cita.
—Ya imagino con quien.
—¿Y de esa forma lo convenciste para que te dejara salir? —dijo Dong Ho.
—Algo así.
Se me antojó algo ligero para comer y fui a la cocina. Encontré unas cuantas frutas y verduras.
Empecé a acomodar las hojas de lechuga ya limpias y desinfectadas en un tazón cuando Hadley entró.
—Hola _________(tn).
—Hola.
—¿Has tenido experiencia con una mujer embarazada?
—Serás la primera. ¿Por?
—Pues tengo dudas.
—Solo sé que lo primordial es cuidarte de no hacer esfuerzos, corajes y comer bien.
—Eso es cierto.
—¿Vas a trabajar en el restaurante?
—Sí. Ya cuando definitivamente no pueda, pararé.
Partí una manzana y acomodé los trozos en el centro del tazón. Hadley tomó una rebanada de pan tostado y le untó cajeta.
—Ya empiezas con los antojos —sonreí.
Le hablaba bien lo cual era raro. No me agradaba tanto la idea de convivir con ella pero no había de otra.
—Ojalá no sean muchos. ¿Ya tienes tiempo aquí en Corea verdad?
—Sí, me quedaba en mi departamento con James, pero como tuvo que regresar a México le pidió a Hoon que cuidara de mi.
—¡Wooh, manzana! —dijo Kiseop y agarró un trozo cuando yo estaba cortando un pepino.
—¡Oye!, ¿por qué no pides? —le dí un leve golpe en la mano.
—¿Qué te cuesta darme uno?
—Nada, ¡pero no puedes agarrar las cosas que no son tuyas sin pedir permiso!
Hadley salió.
—Si puedo.
—¡Pero no debes!
—Sabes, eres una neurótica.
—¡No soy una neurótica!
—¿Ah, no?
—No, solo me gusta darle intensidad a mis comentarios.
—¡Ajaá! —tomó otra rodaja y salió.
Salí a la sala de nuevo para reunirme con los chicos. Estaban viendo una película de acción, no me llamaba la atención pero no tenía otra cosa que hacer.
—¿Puedo tomar uno? —dijo AJ.
—Los que quieras.
—¡¿Cómo a él si le das?! —se quejó Kiseop.
—Porque él si pidió —le enseñé la lengua.
Me aventó la almohada del sofá y la atrapé antes de que me golpeara
—Olvidas lo que soy.
Se la regresé de la misma forma y a él si lo golpeé en la cara.
—Eres muy lento —me reí cuando se descubrió el rostro.
—Ahora si vas a ver.
Se levantó rápido y me apresuré a moverme. Dimos vueltas alrededor del sillón individual, después me dirigía a las escaleras, alcanzó a tomar mi mano y me pegó a su cuerpo con fuerza.
—Ya sé que voy a hacer contigo —me miró como los villanos de las películas de súper héroes.
Me levantó en su hombro y golpeé su espalda varias veces mientras me llevaba al jardín trasero.
—¡Bájame ya! Soo Hyun dile a Kiseop que me deje —le dije cuando lo ví en las escaleras, pero solo se rió y dijo:
—Ustedes siempre peleando.
—Si no te quedas quieta te aviento —dijo cuando se detuvo al pie de la piscina.
—No lo harías.
—Entonces te bajaré pero con una condición.
—¿Cuál?
—Que cuando lo haga, tendrás que pedirme disculpas por todas las veces que me has gritado.
—¡¿Te volviste loco?!
—No. Ahora, ¿quieres qué te baje o no?
—Sí —dije no muy de acuerdo con su idea.
Lo cumplió pero se aferró rápidamente a mi brazo.
—Vamos, te escucho.
—Aahh..., yo... —forzadamente medio sonreí sin mirarlo—, yo lo... ¡No puedo!, ¡no lo haré!
—Claro que lo harás, sino no estarías cumpliendo tu parte del trato —tomó mis hombros con fuerza.
—Suéltame.
Me jalé para atrás pero no me soltaba, luego me abrazó e intenté zafarme pero en vez de eso logré que Kiseop resbalara y los dos cayeramos al agua.
Salí primero, quité el agua que había en mis ojos y ví a AJ, Soo Hyun, Eli y Dong Ho ya reunidos ahí.
—¿Kiseop por qué no sale? —dijo el tercero preocupado.
Miré a todos lados aún dentro de la alberca y me preocupé. Me adentré y lo saqué rápido a la superficie inconsciente. Soo Hyun y AJ lo tomaron para sacarlo. Salí, me hinqué junto a él y sus labios empezaban a tornarse morados; comencé a presionar su pecho y le dí unas cuantas cachetadas leves para hacerlo despertar
—Kiseop, despierta. Deja de jugar ¿quieres? —pero no funcionaba.
—Creo que hay que darle respiración de boca a boca —dijo Eli.
—Ok, hazlo tu —le dije.
—Tu eres la chica afortunada que probará los dulces labios de Kiseop —dramatizó su comentario moviendo los labios.
—¿Acaso ya los probaste?
—No, y nunca lo haría.
—Entonces deja de decir tonterías.
Miré a Kiseop y presioné con el dedo pulgar y el índice su nariz, con la otra mano abrí un poco su boca. Me acercaba lentamente cuando se empezó a mover, lo solté y me hice a un lado. Comenzó a toser y abrió los ojos. Al estar totalmente consciente se incorporó despacio y me miró sentada cerca de él.
—¡¿Ves lo que causas?, pude haber muerto por tu culpa!
—¡Pero si ya estás bien!
—¡Eres una irresponsable!
—¡Y tu eres un tonto! Si me hubieras dejado ir esto no habría pasado.
—Si te hubieras disculpado no...
—¡Cállate porque te aviento! —señalé la alberca.
Me levanté y entré para ir a cambiarme.
En el cuarto busqué ropa seca y fui al baño para buscar una toalla.
Terminé de vestirme pero aún faltaba cepillar mi cabello, salí al tocador para poder hacerlo y mientras estaba frente al espejo noté que me reía cuando estaba recapitulando las peleas de ese día con Kiseop. Me daba risa lo que nos decíamos y por cuando caímos a la piscina.
—¿Pero qué me pasa?, nunca me había sentido así, es extraño. No puedo estar sintiendo algo por... No, es imposible. Por supuesto que no. —Suspiré y terminé de desenredar mi cabello.
En la noche —casi a las nueve—, Hoon llegó de su cita y lo primero que hizo fue ir a verme a mi recámara; estaba leyendo una revista.
—Gracias, eres de lo mejor —me levantó en brazos y en un instante
me bajó.
—Parece que te fue de maravilla. Cuéntame.
—Primero la llevé al cine pero de camino estuvimos muy callados por lo que pensé que seria así toda la cita. Llegamos y le dije que escogiera la película; escogió dos, una romántica y otra de terror pero terminó optando por la segunda
Me sorprendí porque a Gaeul no le gustaban esas películas, pero después entendí la intención.
—Compré un bote de palomitas para los dos y una bebida para cada quien, lo cual no comí. Entramos y tomó mi mano para dirigirme a los asientos donde quería estar —sonreímos—, la película empezó, entonces en un momento salió un zombie muy feo y la asustó; lo que llevó a que colocara su mano encima de la mía que estaba recargada en el brazo del asiento. La pasé debajo de mi mano y la sostuve dándole a entender que la protegería —eso hizo que me pusiera sensible.
>>Después poco a poco nos acercamos hasta que ella recostó su cabeza en mi hombro. La película terminó y salimos. Me atreví a tomarla de la mano y no me rechazó, así que me sentí muy feliz. Luego le pregunté a dónde quería ir y me dijo que a la pista de hielo —recordé que Gaeul tampoco sabía patinar—, y como no sabía estuve todo el tiempo junto a ella —suspiró—. Saliendo pasamos frente a una tienda de regalos y había un oso enorme que le encantó, entonces la llevé adentro y se lo compré, antes de que lo pagara me dijo que no era necesario, y ya sabes, es de las mujeres que les gusta hacerse del rogar —remarcó la ultima frase mirándome sarcástico —, aunque ella se ve linda.
—Chistosito —le dije.
—Pero terminó aceptándolo. Después la llevé al parque; quería llevarla a un restaurante pero no podía hacerlo por mi situación. Caminamos un rato y hablamos mucho sobre nosotros solo que hubo un momento de tensión gracias a ti y a Kiseop —subió el tono.
—¿Hablas de la caída y su ahogamiento? —dije apenada.
—Sí, de eso.
—¿Cómo fue?
—Ví a Kiseop muerto, por suerte después reaccionó pero cuando tuve la visión dejé de ponerle atención a ella y lo notó. Por supuesto se molestó y quizo irse, pero le inventé que había tenido un presentimiento, me dijo que les llamara a alguno para saber si estaban bien y lo hice porque Gaeul estaba preocupada por ti. Me comuniqué con Soo Hyun y me confirmó que ambos estaban bien, que todo había sido por sus peleas —me miró fuerte—. Todo siguió normal cuando le dije que no había ningún problema. Llegamos a la fuente y nos sentamos.
>>Empezó a jugar con sus dedos dentro del agua —habló con un tono más amable—, luego me salpicó a propósito y yo hice lo mismo, estábamos jugando y ella al incorporarse resbaló y la retuve en mis brazos con nuestros rostros a unos cuantos centímetros, pero no me atreví a besarla. Después vino el mejor momento.
—¿Cuál? —la curiosidad me emocionaba.
—Dijo mi nombre casi tartamudeando y luego..., luego dijo que si quería ser su novio —no pude evitar abrir mis ojos de sorpresa; Gaeul realmente me sorprendía—, pero le dije que estaba loca —mi sonrisa se borró—. Que cómo me pedía eso —había dejado de entenderlo—, si el que debe pedírselo soy yo, no ella; y me contestó que se había sentido mal por haberme rechazado la vez pasada y quería enmendarlo de esa forma.
—¿Y qué hiciste?
—La dije que sí, pero que no volviera a hacerlo, ni conmigo ni con nadie. Ella no es la que tiene que estar detrás sino yo.
—Si fueras mi hermano estaría muy orgullosa de ti, pero aún así lo estoy.
—Bueno, soy "tu primo" —hizo las comillas con sus dedos—, y como ya es tarde y tienes escuela mañana, tienes que dormir. Buenas noches —me dio un beso en la frente.
—Te tomas muy enserio la idea de cuidarme.
—Si no lo hago haces locura y media —sonrió y salió.

Almas Inmortales (UKiss y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora