Almas Inmortales (UKiss y tu)

Capítulo 17: Una decisión

Al llegar a casa había una nota sobre la mesa de centro.

________(tn):
Fuimos al estudio, no vayas a hacer nada imprudente. Cuídate.
                                  Hoon

—Me portaré bien —dije y doblé el papel.
—Señorita, ¿quiere que le sirva la comida? —preguntó una de las empleadas saliendo de la cocina.
—Ella es mi sobrina y acaba de entrar aquí —mencionó otra de las que llevaba más tiempo ahí.
—Entiendo porque no te reconocí. Y no se preocupen, vayan a descansar, yo comeré más tarde.
—Bien.
Salieron de la casa —los chicos les habían mandado a hacer una casa en el terreno de atrás y llegaban ahí atravesando el jardín.

Fui a la biblioteca para poder hacer la tarea. Después salí por un refrigerio y terminé mis deberes.

—¿Y Kevin?
Preguntó Hadley cuando llegó al verme salir a la sala.
—Fueron al estudio.
Se sentó en el sofá y comenzó a ver unas revistas de bebés; me fui a la recámara.
Estuve escuchando música con los audífonos mientras leía un libro; se me fue el tiempo y no bajé hasta que vi entrando la camioneta en donde se iban los siete.

Hadley besó y abrazó a Kevin; él me miró y le respondió sus muestras de afecto.

¡Qué inmaduro!

—¿Ya hiciste la tarea? —preguntó Soo Hyun para distraerme.
—Si.
Todos se esparcieron por la casa después de saludar.
—¿Kevin ya está mejor? —le pregunté a Hoon cuando vi que el rubio ya no tenía el brazo paralizado.
—Si. Antes de ir al trabajo fuimos al hospital, lo revisó el médico y dijo que ya había sanado.
Me sonrió y se fue
***

Al día siguiente Gaeul me llegaba a preguntar por mi problema amoroso pero lo desviaba preguntándole sobre ella.

De nuevo los chicos no se encontraban en casa por la misma situación del día anterior.
Los de servicio se fueron a descansar y al poco rato llegó Hadley —más temprano que de costumbre.

—¿Dónde están estas mujeres cuando se les necesita? —murmuró y la escuché mientras bajaba las escaleras.
—¿A quién buscas?
—A la chica de servicio.
En eso entró la nueva llamada Min Yun.
—¡¿Dónde rayos estabas?! —le gritó.
—Y-yo, lo siento —bajó la mirada.
—Le dije que se fuera a descansar —salí en su defensa.
—¡¿Y tu quién te crees para dar ordenes?!
—Yo vivo aquí.
—Pero yo llevo más tiempo aquí que tu y no porque seas familiar de Hoon vas a hacer lo que quieras.
—Pues digo lo mismo; el que seas la novia de Kevin no te da el derecho de tratar así a las personas —miré a Min y dije—. Te puedes ir, y no te preocupes, no tendrás problemas.
Salió.
—Tu no puedes dar ordenes aquí.
—Y tu tampoco.
—Conozco a los chicos mejor que tu y si quiero puedo convencer a Kevin de que hable con Hoon para que regreses a tu departamento.
—Eso es lo que tu crees —reí y la miré burlona.
—¿Qué te crees?
—Me tomó del brazo cuando iba al jardín.
—Eso mismo me pregunto.
Me safé de ella y salí.
Tomé asiento en una de las sillas de playa a observar.

—¿________(tn)? —Hadley apareció después de un rato—. Quiero pedirte una disculpa por como te hablé hace un momento. Enserio estoy arrepentida.
—Acepto tus disculpas, ¿pero por qué lo hiciste?
—Ya sabes, con el embarazo los cambios de humor son algo difíciles de controlar. Perdón.
—No te preocupes, lo entiendo.
—Gracias —me abrazó y se fue.
Por supuesto no le creí.

Cuando los chicos llegaron no les comenté nada. Aún así Hoon supo que algo pasaba.
—Estás enojada —aseguró entrando al cuarto.
—No es cierto.
—No sabes mentir.
—Enserio estoy bien —le sonreí.
—Tus ojos dicen otra cosa.
Empecé a jugar con mis dedos como si estuviera nerviosa.
—¿Me vas a decir o lo averiguo por mi cuenta?
—¿Pero no le dices a nadie?, mucho menos a Kevin.
—¿Es otra curiosidad sobre él?
—No. Más bien hubo un problema con Hadley.
—¿Te hizo algo?
—Tuvimos una pequeña discusión con respecto a quién puede dar ordenes aquí y quién no.
—¿Y por qué no quieres decirle a él?
—Porque tal vez piense que estoy inventando todo para que la deje.
—Entonces deberías hacerlo.
—Claro que no. No voy a contradecirme.
—¿Por qué?
—Le dije que me deje en paz y se haga responsable.
—Definitivamente estás loca.
—¿Es enserio? Gaeul y tu se ponen de acuerdo para decirme lo mismo ¿o qué?
—¿Por qué lo soltaste tan fácil? —habló más serio.
—Ya te dije.
—Lo peor es que tu estás sufriendo más —me abrazó.
—¿Quién dijo?
—Aparentas que esta situación no te da importancia pero el dolor te está destruyendo poco a poco.
—¿Y qué hago ahora?
—¿Qué quieres hacer?
—Dejarlo ir y hacerle caso a Gaeul de encontrar a alguien más.
—¿Estás completamente segura?
—No. Pero sé que podré seguir. Además tengo demasiado tiempo.