Almas Inmortales (UKiss y tu)

Capítulo 21: Platicas

Al día siguiente, casi a medio día iba salir de casa para ir a la escuela y al bajar vi en la sala a Gaeul.

—¿A qué hora llegaste?

—Hace como hora y media, pero estaba con Hoon.

—¿Y dónde está él?  

—Acaba de irse.

—Entiendo —sonreí cuando a mi mente llegó la idea de que Hoon sabía a donde tenía planeado ir—. ¿Vas a ir a la escuela?

—Sí. Me iré contigo, claro, si no te molesta.

—Obvio no. Iba a pasar a tu casa antes.

—Vamos.

Saliendo empezó con las preguntas.

—¿Qué pasó ayer con Kiseop?

—¿Con Kiseop?

—Si. Lo de Kevin ya lo sé.

—¿Quién te lo dijo?

—Vannia.

—¿Ahora son grandes amigas?

—Pues estamos de acuerdo en varias cosas, así que decidimos formar una alianza.

—¿En qué están de acuerdo?

—A ninguna nos agrada Hadley, queremos que seas feliz, entre otras cosas.

—¿Y por qué te interesa saber qué es lo que hice ayer con Kiseop?

—Puede ser importante.

—Fuimos a patinar, a una playa y conversamos. ¿Qué esperabas?

—Creí que no te caía bien —rió insinuando algo.

—¿Querías que pasara algo más?

—Tal vez —casi susurró—. ¿De qué hablaron?

—De un trauma que tengo, de una chica que le interesa y de Kevin. ¿Por?

—¿Conoces a esa chica?

—No. ¿Oye a qué viene todo esto?

—Si lo que quieres es enamorarte de otra persona para olvidar a Kevin...

—Detente. Déjame ver si entendí, ¿estás diciendo que debería tener algo con Kiseop?

—¿Por qué no?

—Gaeul —suspiré un poco molesta—, Kiseop no me interesa más que como amigo; y aunque me sintiera atraída por él, no se podría, está muy enamorado de otra chica.

—¿Ella le hace caso?

—Dice que sólo son compañeros.

—Ahí está.

—Por favor Gaeul, no me metas otro problema en la cabeza.

—No niegues que Kiseop te gustó desde la primera vez que lo viste.

—Por favor ¿cómo va a ser eso posible? Esa primera vez fue una pelea y no nos podíamos ver ni en pintura.

—Ya sabes lo que dicen, del odio al amor sólo hay un paso.

—Nunca, entiende, nunca tendré una relación con Kiseop. Y si no quieres que me enoje y te deje de hablar, no insistas.

—Como quieras —cruzó los brazos—, sólo dime algo, ¿te atrae Kiseop físicamente?

—Eehh... es... lindo —me encogí de hombros.

—Entonces sí te gusta —dijo emocionada.