Almas Inmortales (UKiss y tu)

Capítulo 7 : El primer adiós.

Escribí una carta para los chicos:

Espero algún día puedan perdonarme, sé que esta no fue la mejor forma de decirles adiós, pero si les agradezco toda su hospitalidad y el cariño que nos han dado a mi hermano y a mí hasta este momento. Estoy eternamente endeudada con ustedes, por favor no piensen en buscarme de ninguna forma. Kevin perdóname por acabar de esta manera nuestra relación, no mereces esto y no olvides que te amo, por eso es que me alejo, será la mejor forma de protegerlos y mantener su vida a salvo.

________(tn).

Doblé y guardé la carta en un cajón con candado, la sacaría en la mañana al irme a la escuela.

En la mañana cuando me levanté James dijo que iría al departamento. Saqué la carta, la metí en un sobre y a éste le escribí con letras grandes: "Para UKiss"; la pegué con un trozo de cinta adhesiva al brazo de uno de los peluches que tenía y lo coloqué en el centro de la cama.

Cerré y me fui al auto, llegamos a la escuela. Supuestamente me dirigía a la primera clase, después me desvié y regresé al estacionamiento. James me esperaba fuera de la escuela en un taxi para irnos al aeropuerto. El avión salió media hora después de nuestra llegada.

—¿Estás segura de dejar todo y a todos? —me preguntó James ya en el avión.

—Sí.

—¿Y la escuela?

—Tengo mucho tiempo —me recargué en su hombro izquierdo.

Llegamos cerca de las tres de la mañana a México. Durante el vuelo habíamos apagado nuestros celulares. Ya llegando a casa —a las cuatro de la mañana— los encendimos de nuevo. Al entrar no hicimos ruido, por lo que nuestros padres no despertaron. Me fui a mi cuarto y James al suyo. Unos minutos después sonó mi teléfono y era Soo Hyun; no le contesté así como a los demás que también me llamaban.

Me dormí un rato hasta que papá Roberto se fue a trabajar, bajamos mi hermano y yo. Mi madre estaba en la sala sentada en el sofá, se puso de pie en cuanto nos vio bajar.

—¿Pero cuándo llegaron? —dijo mamá sorprendida.

—Hace unas cuantas horas.

—¿Y la escuela?

—Eso no importa ahora, puedo hacer la licenciatura después.

—Lo dices como si tuvieras toda la vida cielo.

James y yo nos miramos.

—¿Qué?, ¿estás bien?

—Ella está bien, lo estará siempre.

—¿A qué te refieres?

—Mamá —no sabía cómo decírselo—, pasó algo inesperado estando en Corea.

—________(tn) me estás asustando.

—¿Recuerdas lo que me pasó hace unos años? —dijo James.

—¿Te refieres a cuando tenías catorce?

—A eso —respondí.

—Ya lo sabes.

—No solo lo sé, también me pasó.

Tuvo un mareo leve y James se acercó a ella en menos de un segundo; se sentaron en el sofá mientras yo me mantenía de pie frente a ellos.

—¿Y cuándo fue eso?

—La vez que te dije que le había dado un resfriado.

—No quisimos decírtelo antes, preferí hacerlo cuando estuviera aquí.