Capítulo II

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Aquí iba, el mundo del trabajo.

Mi padre acababa de dejarme en el gran banco de Michael. Mi orgullo está hasta las nubes, jamás pensé que iba a llegar tan lejos.

Ayer cuando le conté a Kate y a mis padres sobre la propuesta, fuimos a celebrar a un restaurate muy elegante. Después Katelynne me convenció de ir a la fiesta de graduación, me había puesto más ebrio que nunca y realmente no recuerdo bien lo que pasó.

Sonreí para mi mismo y empecé a caminar a las puertas de cristal. Las abrí con gran entusiasmo y pude ver como las filas en las cajas eran gigantes, había como tres cubículos dónde estaban unos chicos atendiendo a unas personas.

Sabía que este lugar era para mí.

Caminé hasta el pequeño elevador que usaba el personal del banco o de vez en cuando las personas para algún contrato importante.

Presioné el botón para llamar el ascensor. Mis manos sudaban y mi corazón amenazaba con salir de mi pecho. Traía en mis manos el fólder que me había dado Michael pero ahora traía todos mis documentos personales, desde ayer ese fólder ha sido mi cosa favorita.

El timbre sonó y entré. Agradecí internamente que no venía ninguna persona en el ascensor.

Presione el botón de planta alta. Sentí como el ascensor empezaba a subir y después de varios segundos escuché el timbre que anunciaba mi llegada.

Salí y empecé a caminar con pasos torpes realmente estaba muy nervioso y muy emocionado.

Iba observando el piso, eran oficinas; algunas con sus puertas abiertas y otras cerradas.

Mi grado de nerviosismo llegó al punto que me hizo chocar con alguien.

Era una chica pelirroja con su cabello ondulado, su tez blanca resaltaba sus ojos esmeraldas un poco más oscuros que los míos.

-Lo lamento -Mascullé.

-No te preocupes. -Enarcó una ceja sonriendo de lado. -No me digas que choqué con Kellin Quinn.

-Ahmm... S-Sí -Tartamudeé inseguro.

-Así que tú eres el famoso Quinn. -Sonrió mostrando sus dientes. No sabía de lo que hablaba así que enarqué una ceja como ella antes lo había hecho. -Ahhh... -Soltó una risita. -No sabes de que hablo, ¿verdad?. -Negué con la cabeza haciéndola reír de nuevo. -El tema que un novato estará aquí se hizo muy famoso, de hecho hay varias personas que quieren conocerte. 

-Ah... -Murmuré sin interés volteando mi vista a otro lado.

-Al parecer eres muy reservado. -Sonrió de lado la pelirroja. -Te deseo lo mejor aquí, es mucho pero cosa que no creo que puedas aguantar. -Volví a observarla con detenimiento y ella sólo se encogió de hombros.

Vi como pasaba a mi lado y cuando estaba algunos pasos detrás de mí, giré sobre mi talones para preguntar su nombre.

-Me llamo Danielle. -Habló siguiendo su camino.

Dejé soltar un suspiro y volví a mi camino. Al parecer todos aquí eran personas muy ocupadas. Algunos viendo papeleos que hay parecer eran de administración del dinero que las personas pedían para un préstamo o algo así. Me detuve en la última puerta, ahí estaba; la oficina de mi nuevo jefe.

Me acerqué al pequeño escritorio que estaba afuera de la oficina de Michael.

Del otro lado había una chica con unos lentes, su pelo rubio recogido en una coleta y unos lindos ojos color miel. Al parecer no pasaba de los treinta años. Estaba tecleando tranquilamente con su mirada fija en la pantalla.

King For A Night || KellicWhere stories live. Discover now