King For A Night || Kellic

Capítulo X

"Puedo atravesar el infierno si eso significa que tomaré tu mano"

Y en uno esos cubículos, se encuentra un corazón roto, lleno de cobardía y miedo.
Sus ojos esmeraldas estaban perdiendo el brillo que alguna vez tuvieron al ver al castaño. Sus sentimientos estaban más que confundidos, si eso era enamorarse estaba más que seguro que jamás iba a volver a caer en ese hoyo.

Las personas piensan que el primer amor es el más lindo y lo guardan como un recuerdo preciado pero para Quinn, esto se le estaba saliendo de las manos.

Trataba de relajarse respirando hondo y soltando todas las lágrimas que serían tal vez las últimas para él.

Se sentía estúpido, llorando como todo un niño en un cubículo para que nadie lo viese.
Aunque también era ridículo sentirse ya todo un adulto y estar sufriendo de amor.

Trataba de relajar su llanto cuando oía entrar a alguien, quería conservar algo de dignidad.

Después de haber llorado lo necesario o al menos ya no salían lágrimas de sus ojos. Salió del baño decidido a ir a la oficina de Michael a presentar su renuncia.

No quería ver a Víctor porque aunque se negara a aceptarlo, le dolía ver al chico de sus sueños con alguien que no es él.

Caminó con la vista pegada al suelo queriendo que de alguna forma extraña pudiese desaparecer. Sus pies se movían sin querer por pura inercia y trataba de no desviarse a la oficina que tantos problemas le ha traído a su vida.

Llegó a la puerta más grande y observó como Sophia escribía sin desviar su vista del computador, al parecer ella si radiaba felicidad.
Trató de acomodar su corbata y talló su rostro con ambas manos para tratar de quitar los rastros de llanto en sus mejillas.

-Sophi. -Habló con voz ronca llamando la atención de aquella chica de la coleta.

-Kell, ¿qué haces por acá? -Cuestionó la chica dejando de teclear para prestar su atención al chico frente de ella.

-Vengo a hablar con Michael... -Murmuró desviando su mirada antes de sentirse culpable.

-¿El caso Danielle? -Cuestionó la chica enarcando una ceja.

-Algo más serio. -Trató de no sonar descortés. -¿Está disponible?

-No. -Contestó la chica. -Llegará hasta pasadas de las nueve y dudo que quieras quedarte hasta a esa hora.

-Y, ¿no hay nadie que sea la mano derecha de Michael? -Cuestionó observando a la chica que volvía a empezar a teclear.

-Licenciado Víctor Fuentes.

Las pocas lágrimas que aún quedaban en los ojos esmeraldas empezaron a salir llamando la atención de Sophia, haciendo que esta se levanté a abrazar a su compañero.

No tenía preguntas hacia su comportamiento, ella sabía absolutamente todo y claramente, lo apoyaba en todo.

-Tienes que enfrentarlo. -Susurró la castaña acariciando suavemente la espalda del esmeralda.

-No es fácil. -Contestó con la voz cortada y llena de lágrimas.

Se quedaron por varios minutos abrazados. Sophia sabía que Kellin no había vivido una situación así y que todo este puñado de emociones eran nuevas para él.