Capítulo 8:

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Dylan aún sin comprender que ocurría, intentó tranquilizarme. Mi madre seguía llorando, hasta que me contó que había sucedido...
-Alice, ¡tu padre ha tenido un accidente con el coche- dijo con un gran sofoco.
-¿¡Qué!? ¿¡Cómo!? Pero...
Mi corazón empezó a acelerarse, me estaba hiperventilando, lloraba mucho, no podía parar. Lo último que escuché de mi madre fue: <Hija... No te preocupes, vamos a un hospital privado proporcionado por la empresa de tu padre...tened cuidado...os mantengo en contacto> y colgó el teléfono sin dejar que dijera nada más.
Guardé mi móvil y me quedé con la cabeza agachada, sin decir nada. Mis lágrimas corrían por mis mejillas y caían en mi pantalón. Dylan me agarro de la barbilla y me seco las lágrimas diciéndome:
-si quieres nos vamos ya a tu casa, ya pediré otra cita, no te preocupes.
-No, ya te queda poco para entrar, en serio, nos quedamos aquí.
Al cabo de un rato Dylan pasó a la consulta; yo me quedé en la sala de espera haciendo unas llamadas. Hable con mi hermano, le dije lo que había sucedido (por lo menos lo que sabía) y le dije que en cuanto saliera Dylan de la consulta iríamos a casa; y así o hicimos.
Llegamos a mi casa y le dije a Dylan que esperara en el salón. Mi madre no estaba en casa por lo que supuse que seguía en el hospital con mi padre. Me dirigí a la cocina y vi una nota encima de la mesa; la cogí, era de mi madre y decía:
"Cariño estoy en el hospital con tu padre. Te quiero mucho. Mamá."
Dejé caer la nota; de pronto sonó en mi móvil una notificación de whasapp.; era un mensaje de mi hermano. Lo leí:
<Mamá y yo estamos en el hospital. El doctor dice que papá ha sufrido daños externos leves y una contusión en las costillas. No te preocupes hermanita. Te queremos.>
No pude contener mis lágrimas aunque no fuera tan grave el accidente, sentía unas ganas de llorar inmensas. Di gracias a que Dylan estaba en el salón y no me veía llorar de nuevo. Dejé la nota en la cocina y fui rápidamente al salón, necesitaba que Dylan me abrazase, necesitaba sentir su olor cerca mía.
Cuando entré al salón fui lenta y tímidamente hacia sus brazos, me abrazó fuertemente y me levantó unos centímetros del suelo.
Finalmente me relajé y le dije todo lo que había ocurrido.
-Si quieres puedo quedarme aquí contigo hasta que vengan tu madre y tu hermano. Dijo con una mueca triste y acariciándome suavemente la espalda mientras seguía abrazado a mí.
-Gracias, en serio, te agradezco todo lo que estás haciendo por mí
-No te preocupes Alice, siempre estaré para lo que necesites.
Al cabo de un tiempo nos sentamos en el sofá para relajarnos, encendí la televisión y Dylan puso un programa absurdo de esos que provocan una risa fácilmente, pero a mí nada me hacía sonreir, simplemente no podía.
Se me cerraban los ojos del cansancio que tenía pero yo intentaba mantenerme despierta, noté como Dylan se iba acercando cada vez más a mí, sus mejillas estaban rojas, estaba ardiendo, le notaba muy nervioso.
Posó su cabeza en mi hombro derecho y pasó su brazo izquierdo por mi cuello posteriormente soltando un corto beso en mi mejilla.
-Duermete, estás muy cansada.
Me tumbé en su regazo, notaba como de vez en cuando me miraba para ver si me había quedado dormida encima suya. Siempre que hacía esto yo me hacía la dormida y creo que él lo notaba porque soltaba una pequeña sonrisa cada vez que me miraba.
Finalmente me quedé dormida.

~Recuérdame~ (Dylan O'brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora