Capítulo VII

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El plan.

-Yo voy contigo.-Dijo Alex.-No te dejaré sola.-Esas palabras solo hicieron que me enamora más de él.

-Ok, pero tenemos que armar un plan para entrar a la casa.-Dije.

-No es buena idea. Creo que deberíamos dejar que los policías se encarguen de todo esto.-Dijo Ámber.

-Sabes que aquí los policías no harán nada, no les importa.

-¿Y desde cuando te importa a ti?.

-Desde que sé que ese asesino puede matar a cualquiera de nosotros.

-Chicas, yo creo que tenemos que ir ahí.-Dijo Alex.-Pero para eso debemos estar los tres juntos, ayudándonos.

-Bueno, si ustedes dicen...voy a ir.-Dijo Ámber no muy decidida.

-Ok, ¿Qué les parece ir el sábado?.-Propuso Alex.

-Nosotras no podemos el sábado tenemos que estudiar.

-¿Y el domingo?.-Preguntó.

-Sí el domingo a la noche creo que está bien.-Dije.-¿Y qué te parece Ámber?.

-Sí, yo puedo ese día.-Respondió.

-¿Cómo vamos a entrar a la casa?.-Preguntó Alex. Ámber me miró y se rió.

-Pregúntale a la reina abre puertas...-Dijo Ámber mirándome.-Cuando ella tenía catorce y yo quince años habíamos ido de vacaciones, nuestros padres nos dejaron solas en el hotel mientras que ellos fueron de compras. Nosotras, queríamos ir a una fiesta.-Hizo una pausa y continuó.-a la que obviamente no nos dejaban ir. Y está chica rebelde.-Dijo señalándome.-Con unos clips para el pelo abrió la puerta y nos fuimos.-Alex se quedó boquiabierto.

-No te tenía de esa manera.-Me dijo sonriéndome.-Me dejaste sin palabras Avril Colier...-No pude evitar soltar una gran carcajada. Me sentía una foca.

-Pues te sorprenderías de las cosas que sabe hacer esta chica.- Dijo Ámber.

-No sabes que mal sonó eso querida Ámber...- Dije riéndome aún más fuerte.

-No sonó tan mal, tú tienes la mente podrida, y eso es muy diferente.

-¿Yo? ¿Mente podrida? No lo creo..-Dije sarcástica.

-No nos vayamos por las ramas, Avril abrirá la puerta con sus extrañas habilidades, yo entraré con ella para encontrar más rápido la carta y tú Ámber-Dijo mirándola.-te quedarás vigilando la entrada y las escaleras para que nadie nos encuentre. ¿Qué les parece?.

-Sí, está bien.

-Sí ustedes están de acuerdo, yo también.-Dijo Ámber.

Alex se fue a la cocina y nos trajo unas bebidas.

-Ups, lo siento.-Dijo Ámber mientras inclinaba el vaso hacia mí, haciendo que el líquido que este contenía, mojara mi remera.

Estúpida Ámber, siempre tan torpe.

-El baño está subiendo las escaleras, segunda puerta a la izquierda.-Dijo Alex tratando de contener sus risas, y no lo culpo, esa situación fue muy graciosa.

Fui hacia donde me había indicado, y entré al baño, agarre una toalla y empecé a secar mi remera. Al salir vi otras puertas.

No lo hagas Avril, no lo hagas. Tu puedes, solo sigue tu rumbo y no abras la puerta.

Pero como era de esperar, no pude con mi ser, y abrí la puerta. Al hacerlo se veía una hermosa habitación ordenada-Todo lo contrario a la mía- Con paredes celestes y detalles en azul, pisos en madera y un gran ventanal.

Por otra parte...
(Narra Ámber)

-Al fin puedo hablar a solas contigo...-Le dije a Alex, que me miró confundido.-Ya sabes, hablar sobre mi hermana-Hice una hermosa pausa para darle suspenso a la situación y luego de unos segundos continué.-Y de lo que sientes por ella..-.Su mandíbula se tensó.

-¿De qué hablas?.-Preguntó.

Asesinatos en "Forest Hill's"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora