Asesinatos en "Forest Hill's"

Capítulo XXIII

La fotografía. (Parte 1)

Había una chica muerta, totalmente desfigurada, tenía sangre en todas partes y en su mano sostenía un sobre negro.

-Mira el sobre que tiene en la mano.-Le dije a alex.

-Lo quieres agarrar, ¿verdad?.

-Eso no lo tendrías que preguntar, ya sabes la respuesta.

Me acerqué más y más al cuerpo, conteniendo las ganas de vomitar. Tomé el sobre de su mano sin que nadie me viera, lo guardé en mi bolso y con Alex salimos del lugar. Nos fuimos hasta su auto y nos quedamos ahí un tiempo asimilando lo que había ocurrido.

-Ábrelo.-Dijo señalando el sobre.

Querida Avril:
Sabía que ibas a ser valiente y agarrar esta carta. ¿Sabes algo? Eres una chica con carácter y eso me gusta.

PD: ¿Qué esperan para atraparme? El tiempo corre demasiado rápido y las vidas se terminan.
Con amor L.T

-Es un psicópata.-Dijo Alex

-Vamos a casa, ya es tarde. Tengo que contarle esto a Ámber.

El arrancó el auto y nos fuimos del lugar. Al llegar al departamento abrí la puerta y fui directamente hacia mi habitación, y ahí estaba Ámber con su celular mandándole mensajes a sus amigas.

-¿Cómo la pasaron?-Preguntó sin despegar la vista de la pantalla.

-Fue horrible, mataron a una chica y en su mano tenía esto.-Dije mostrándole el sobre y luego se lo leí.

-Esto es cada día peor.-Respondió.

Estuvimos charlando un par de minutos más hasta que finalmente nos quedamos dormidas.

******

Jueves 8:16

Estaba corriendo por el bosque desesperadamente, pero nadie me seguía, todo era oscuridad y árboles muy altos que no tenían fin, hasta que llegué a una pequeña cabaña abandonada y entré, estaba todo muy sucio. Me metí en una habitación, era de color verde, pero a diferencia de el resto de la casa todo estaba muy limpio y ordenado. Había cuadros de todos los colores, pero el que más llamó mi atención era uno que estaba roto, tenía una fotografía, -que se me hacía familiar.- de una familia muy feliz, que consistía en una pareja joven con tres hijos, un niño y dos niñas gemelas, un par de años menores. Tomé el cuadro entre mis manos y sin querer me corté con uno de los vidrios rotos. Cuando la sangre de mi mano tuvo contacto con la fotografía esta se incendió inesperadamente, quemando todo. Yo salí corriendo hacia la puerta de entrada, pero no se abría. Cada segundo que pasaba el fuego iba avanzando, y yo seguía allí, atrapada.