Capítulo 20.

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Regresé adentro, con ardor en los ojos, mierda. Ardían demasiado, tenía los ojos rojos. Dejé el encendedor en su cajón correspondiente.

Oí un bostezo detrás mío, me volteé y miré a Martina con una de mis remeras, le quedaba hasta más arriba de las rodillas.

-Buenos días.- Se frotó uno de sus ojos con su puño, se acercó a mí y depositó un beso en mi pecho, luego se dirigió a la nevera, sacó una jarra de jugo.

Buscó un vaso y sirvió el contenido en el. Olfateó un poco y puso una cara extraña.

- ¿Huele a quemado?.- Frunció el ceño.

Busqué alguna excusa para poder convencerla.

- Debe ser el vecino.- Mentí y me acerqué a ella, le besé la frente.

- Tienes los ojos rojos.- Sentenció preocupada.

- Es que salí afuera por un momento y el humo le debió afectar a mis ojos.- Asintió.

-¿Vas a desayunar?.- Preguntó tomando un sorbo de jugo.

- Estoy bien por ahora.- Me acomodé el cabello.

-Umm.- Gimió de cansancio.

- ¿Tienes sueño?.- Pregunté.

- ¿Que esperabas?, son las siete de la mañana.-.

- Ve a dormir, yo me quedo.- Sonrió y se volteó para irse.

~~~

Tini cocinaba, mientras yo miraba un partido de fútbol. Todo estaba pacífico, hasta que sonó el timbre, y todo se volvió oscuro, Tini fue a abrir y enojada me gritó. ¿Que sucede ahora?. Me levanté y me dirigí con ella, cuándo me asomé saltó la rubia hacia mí.

Hablando de Estefania, mi pesadilla se había vuelto realidad. Ella estaba aquí, se había ido mierda, yo ya la olvidé. ¿Que pensará Martina?.

-¿Que haces aquí?.- Pregunté asustado.

- Vine contigo Jorge, en tanto me encontré a tu padre, me dijo que estabas aquí, y quería venir a verte, así que le pedí tu dirección y me la dio.- Chilló. Maldito viejo.

- No puede ser.- Miré a Martina, quien estaba enojada. Trató de besarme, la evité.- Mira Estefania, las cosas cambiaron, tú te fuiste, y te prometí volver contigo cuándo vengas.- Asintió emocionada.- Pero no, ya no te quiero, no iba a esperarte por siempre.- Dejó de sonreír.

- Pero hiciste una promesa.- Protestó.

- Las promesas se rompen. Lo cierto es que, a mí ya no me importas, tantos años pasaron, no te iba a amar por siempre, tengo a alguien que me valora, y me ama, incluso más que tú.- Terminé de hablar, Estefania volteó su cabeza para mirar a Martina, se miraban desafiantes.
- Claro. Me dejas a mí por una niña.- Me sacó lengua.- Seguro sólo sirve para abrirte las piernas.-.

Sí iban a insultar a mi prometida, tendrían que enfrentarse conmigo. Noté como Martina gruñía apretando sus puños.

- Hipócrita, te conviene no meterte con ella. Ni que tú hayas sido la virgen María. - Abrió los ojos como platos.

- ¿Cómo te atreves?, yo soy buena.- Se excusó, reí.

Sabía lo que había sucedido con un amigo y ella, pero sólo había sido algo pasadero.

- ¿Sí?, ¿Buena en qué?, de seguro aún sigues bailando en los cabaret, me das asco. Y una buena novia se hubiera quedado.-.

-¡Eso sólo fue una vez!.- Gritó.

-¡No grites en una casa ajena!, ¿no te enseñaron modales?.-.

- ¿Qué tanto defiendes a tu noviecita?, ¿por que no lo hace ella sola?.- La miró con desgracia.

Mi Profesor 2 (JorTini-HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora