Mi Profesor 2 (JorTini-HOT)

Capítulo 19.

Narra Jorge:

Llegué del trabajo cansado. Había enviado más de veinte gmails al correo de Francia para que por fin aceptaran nuestra solicitud de los nuevos autos, eran demasiados. Pero lo había hecho. Y lo que faltaba para que la llegada sea perfecta es que Martina salga corriendo a abrazarme. Sólo eso me haría feliz.

Y como ya lo dije, Martina apareció corriendo en el pasillo y se se abalanzó a mis brazos, casi me tira al inclinarse sobre mi cuerpo.

- ¿Cómo te fue?.- Preguntó balanceando su cuerpo contra el mío.

- Horrible.- Solté mi maletín y lo dejé en el perchero, volteé mi cara para besar su frente, se sacudió, dejando su cabello alborotado.

-¿Hay algo que lo pueda compensar?.- Sonrió.

Miles de cosas pasaron por mi mente al oír esas palabras. Demasiadas cosas. Pero lo que más me gustaría sería revolcarme en la cama, haciendo el amor con Martina toda la noche. Ella no lo negaría. Pero estaba muy cansado, sólo necesitaba dormir junto a ella.

- Sólo quiero dormir.- Tomé su cintura.- ¿Vamos?.- Asintió sonriendo.

Me desafloje la corbata y la retiré de mi cuello, empezamos a caminar hacia la habitación.

Me tiré a la cama sin siquiera quitarme la camisa, acaricié mi cara y finalmente me dormí, no sé como pude hacerlo luego de tener tantas cosas en mi mente. Tenía mucho que hacer.

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Sábado. Como amo los sábados. Uno de los mejores días de descanso, miré a Martina la cual dormía plácidamente, no pude evitar ver algunos restos viejos de fotografías viejas, me levanté y curioso me acerqué.

Y era la misma Estefania sonriendo en una de mis fotos, aún no sé por que tengo este álbum. ¿Martina lo habrá descubierto?. No lo sé. Pero no sería bueno. Para mí son malos recuerdos y no debo recordarla, no se me ocurrió otra idea que quemarlo.

Me levanté y saqué la fotografía del suelo, abrí mi cajón y quité el álbum. Ahora me dirigí a la cocina, cogí un encendedor de uno de los cajones en los que guardábamos los utensilios, salí afuera yo me aseguré de encontrar un lugar en el que Martina no se dé cuenta de esto, había un pequeño rincón alejado de la piscina, coloqué el álbum viejo allí, apreté el gatillo superior, la llama se avivó, acerqué esta a un extremos del álbum y empecé a ver como todos aquellos recuerdos se iban lentamente.

Se sentían tan bien deshacerme de esas cosas que me lastimaron...