Capítulo 7: Kirk ataca y fue un golpe muy efectivo.

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Le tomó alrededor de dos semanas y media, casi tres semanas a Kirk para preparar sus embrujos a partir de utilería perteneciente a Grigori Rasputín para asesinarle, bastante descarado por su parte tener que cometer un asesinato usando pertenencias de su propia víctima que además, es su amo.

A pesar de que todo fue fríamente calculado, cada movimiento, cada paso, no tuvo en mente que él y sus amos no eran los únicos que estaban adentro del enorme Reino, que había más gente como él que trabajaba en distintos aspectos corriendo de aquí para allá o simplemente merodeando por el mero ocio.

Y como no contaba con ese último detalle, no se percató de que varios guardias reales le veían pronunciando extrañas palabras y portaba objetos extraños que un esclavo ordinario como él no debería portar... fue denunciado al Zar Nicolás II de inmediato, cosa que cuando estaba por acabar su ritual de brujería para poder poner su plan de muerte con éxito, un grupo de guardias reales lo reprimieron hasta hacerlo soltar los implementos. El mismo Zar se dio el tiempo de revisar un poco y no tuvo que indagar demasiado para llegar a la respuesta a la duda que había con respecto a este conflicto:

- Estaba ejerciendo brujería -apretó el puño lleno de furia-. ¿De dónde sacaste todo eso, niño? -le fulminó con la mirada.

El chiquillo, arrepentido, se quedó cabizbaja. Hasta que surgió la excelente idea de delatar a su amo, así, si lo condenaban a muerte, también condenarían a su hipócrita amo.

- Grigori lo tenía en su habitación, mi amo practica magia negra para hacer curaciones, su táctica favorita es la hipnosis -declaró a su vez que todos le miraban perplejos, sin tener intención de querer creerle-. Le he espiado lo suficiente para saberlo, hurguen entre sus cosas y verán, todo ésto es de él...

Como desconfiaban bastante de aquellos testimonios, el Zar decidió encarcelar a Kirk en el calabozo cercano a su habitación mientras los guardias reales realizarían la secreta investigación mientras el consejero del Zar se encontraba por el pueblo realizando curaciones y rituales religiosos.

Buscaban por cada rincón del Reino en busca de evidencias que iban encontrando, se sorprendían más y más, cada uno de los presentes se enteraba y alardeaba cosas, se discutía de todo, incluso, salían a la luz datos más interesantes en cuanto a la vida privada del "monje loco". Más hijos no reconocidos, que antiguamente era un simple campesino ordinario -eso se sabía, pero al llevar década y un par de años siendo parte de la Dinastía, eso se olvidaba y le daban grandes privilegios-.

Entonces, se armó un enorme pleito en donde se debatía si Rasputín estaba arruinando o no la reputación del Zarismo, las discusiones prosiguieron de manera interna entre los guardias y el Zar por una semana, mientras el polémico consejero no se enteraba de nada y su hijo bastardo tampoco.

La gota que rebalsó el vaso fue cuando la esposa de Nicolás II confesó un gran secreto, el cual varias mucamas también confesaron por separado, lo que causó un revuelo tremendo enterarse acerca de los muy comunes actos mujeriegos que ejercía Grigori con un montón de mujeres.

No había sospecha de nada por parte del acusado, no se enteraba de lo que sucedía, sólo se encontraba algo confuso puesto que le mintieron con respecto a lo que sucedía con su esclavo, bueno, lo único verdadero era que éste fue dejado en el calabozo encerrado, lo falso es la razón por la cual le encerraron y excusaron ese acto con algo no tan falso del todo: que estaba ejerciendo magia negra, pero nada más, era un misterio todavía el hecho de la investigación en su contra.

Con los testimonios que rebalsaron el vaso, lleno de ira, Nicolás Rómanov llegó a la conclusión final de que se debía ejecutar a Rasputín y a Kirk Hammett, no obstante, todavía estaba en materia de discusión la vida de Lars Ulrich, quiénes algunos apoyaban la idea de ejecutarlo y otros defendían su derecho a vivir.

En la tarde cuando iba en dirección para cuidar a los hijos del máximo monarca, represaron al muchacho de piel pálida para inspeccionarlo, interrogarlo y hacerle consultas de todo tipo, mandaron a otro grupo de guardias para arribar a la casa del chico para asegurarse que en su familia tampoco se ejerciera la magia negra.

Tardaron cerca de tres horas en cesar la dura investigación, al no encontrar evidencia de que Ulrich no estuviera para nada relacionado con la magia ni mucho menos la brujería, que no tenía nada que ver ese tema y nisiquiera estaba enterado de lo de su padre. Entonces, mientras los guardias asesinaban de manera sutil a Rasputín, el Zar le encargó una misión:

- Hijo mío, hoy será un día de masacre -comenzó a hablar el monarca, el muchacho se limitó a sólo contemplarle en confusión-. Hoy por fin nos desharemos de todos los brujos de Rusia. Y quiero encargarte la misión de que tú mismo elimines con tus propias manos a uno de ellos -sobre sus manos portaba una caja, la cual abrió y sacó una daga que se la entregó-. Asesinarás a sangre fría a tu esclavo y nosotros nos encargaremos de ejecutar al que queda.

- Uhh... claro -cogió el arma, un poco incómodo por el hecho de que le pedían asesinar a alguien-. ¿Y quién es el brujo que queda?

- Tu padre -contestó son suma naturalidad en el tema.

Parpadeó un par de veces, mientras el mundo se derrumbaba a su alrededor y su corazón se partía en miles de miles de pedazos, sin ser capaz de creer la respuesta que acaba de obtener.

The Slaughter Never Ends (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora