El amor dá asco.

Capítulo 27- nuevas amistades?

Hoy es lunes. A comenzar otra semana de nuevo. Pero al contrario que la semana pasada, esta semana estoy feliz y contenta. Con muchas ganas de vivir y de pasar más momentos al lado de Carlos.

Bueno, me levanto y me voy a dar una ducha. Una ducha que dura algo más de lo normal. No por nada especial si no por el simple hecho de relajarme un rato.

Me pongo mis vaqueros rotos y una camiseta negra de manga corta y mis bailarinas negras. Me dejó el pelo suelto para que se termine de secar. Y me queda bien cuando está aún mojado. Hoy decido no hecharme nada de maquillaje, ya que como he dormido bien no tenga nada de ojeras.

Parece que hoy nadie madruga, porque no hay nadie desayunando. No importa, en realidad es mejor porque así termino antes y puedo llegar antes a clases. Me preparo unas tostadas rápido, le echo mantequilla y dejo que se enfríen un poco, y en lo que espero me hago un zumo de naranja natural. Me lo bebo rápido, cojo la tostada y la mochila y me voy a la universidad.

Llego a la universidad algo antes de la hora, pero no importa, así puedo cojer sitio delante.

Cuando me siento mi móvil vibra en mi pantalón. Un mensaje de Carlos.

" Te espero a la hora de comer
Un beso"

Es tan tierno y adorable... no sé cómo e llegado hasta este punto. Osea, nunca pensé que llegaría a estar saliendo con un chico. A ver me refiero cuando estoy estudiando, no a para siempre. A veces la vida te depara cosas que nunca esperamos que nos sucedan a nosotros.

A las doce es la hora de comer. E de decir que hoy e disfrutado un montón las clases. He estado atenta, y e tomado muchos apuntes. Si al final va hacer que tener novio te centra en los estudios. O quizás no es tener novio lo que te hace estar bien con todo, es el hecho de estar feliz.

Cuando entro en la cafetería todas las mesas están llenas. Que mal, tendré que ir a las mesas de fuera, y odio esas mesas por que ahí se ponen todos los amigos de Carlos y no es que me caigan mal, porque ni siquiera los conozco, es el simple hecho de que no encajo con ellos, y no quiero que Carlos de cuenta de ello.

Me siento en la única mesa que queda libre. No se si alguien se sienta aquí, pero joder, que importa? Ésto no es de nadie, ni siquiera de las "más guapas" de la universidad.

- Perdona guapa, pero estas sentada en nuestro sitio.

Levanto la cabeza y veo a la rubia tonta que habla tanto con Carlos. Va con dos chicas más y tres chicos, lo cual parece que son del equipo de basket también.

- Mmm estaré ciega porque no veo tu nombre por ninguna parte- le suelto antipática. Odio cuando la gente va de sobrado por la vida, es algo que no aguanto. Y esta chica no la aguanto desde el primer día que la vi.

- Vaya vaya, que la mosquita muerta sabe hablar.

- Steisy, es la supuesta novia de Carlos. - le dice en voz baja una morena igual de tonta que ella.

- Supuesta no Michelle, es mi novia. - se acerca y me besa en los labios. Oh me encantaría verle la cara a las tontas estas.

- Carlos has caído muy bajo, esperaba más de ti - le suelta la rubia de tetas de goma. Juraría que son operadas.

- Steisy, todos llevamos esperando algo de ti desde que naciste, y aún seguimos esperando.

Ouch! Le ha dado donde más duele. Los amigos de Carlos empiezan a reírse y yo me uno a ellos. La tal Steisy se va hablando en lo bajo enfadada y detrás le siguen sus perritos falderos.

- Carlos tío, donde andabas metido? - un rubio alto lo abraza. Tiene fuerza ya que a levantado a Carlos del suelo.

- Hola chicos que tal todo por aquí? - Carlos los saluda y se sienta a mi lado.

- Te lo puedes imaginar. Steisy y Michelle han empezado a inventar rumores sobre ti y... ah no espera, que mi amigo de toda la vida no me a presentado. - lo mira con cara de resignado.

- Lo siento chicos. Isabella, estos son dos locos amigos de toda la vida, Alex y Derek. Chicos, ésta es la mujer que me tiene loco de amor- y me mira. Oh dios que lindo es...

- Encantado Isabella. Me alegra de que Carlos encontrara una chica totalmente diferente a las que hay por aquí- y mira hacia las rubias de bote.

- Isabella, tienes alguna hermana? Porque si es como tu..

Me empiezo a reír. Me encantan estos chicos. Son super graciosos y divertidos.

- Bueno, tengo una hermanastra, eso te vale? - Derek sonrío y se frotó las manos.

Al final Alex y Derek de quedaron a comer con nosotros. No pare de reírme en todo el rato. Así que fue genial.

Carlos me acompaña al gimnasio, yo tengo clase de atletismo y el tiene baloncesto.

- Carlos...

- Dime - me coje de la mano por el pasillo que lleva a las taquillas del vestuario.

- Te has enterado del rumor que inventaron tus amigas?

- No, que es?

- Dicen que te fuiste porque me dejaste embarazada y no querías saber nada del niño.

- Yo nunca haría eso, me quedaría para ayudarte con el.

- No seas tonto - le golpeo en el hombro, ríe y me mira.

- Isa, no me importa lo que diga la gente, yo te quiero, tu me quieres, y eso es lo importante. - me besa en la frente y volvemos a caminar de la mano.

Me paro de pronto y lo miro. El me mira extrañado. Me acabo de acordar de una cosa.

- Oye, si aquí día hubiera accedido a ver como te bañas, me hubieras dejado de verdad?

- Sólo si me hubieras dejado a mi hacer lo mismo - sonríe. Amo esa sonrisa. Es preciosa.

- Entonces creo que no hubiera pasado. - reímos los dos.

Cuando estoy calentando para empezar a correr veo como entran los chicos y empiezan a tirarse la pelota unos a otros. Carlos me ve y me guiña el ojo. Dios, como le queda la ropa de baloncesto. Se ve tan macho y varonil, y con un toque de sexy...

Cuando dejo de pensar en lo guapo que es Carlos empiezo a correr, cuando estoy triste o enfadada corro como un rayo pero cuando estoy feliz más aún.

Voy las duchas con mi bolso y me ducho. Me pongo ropa limpia y voy a la salida del gimnasio. Allí me está esperando un chico, mi chico.