Capítulo 48 - sexo salvaje?

182 6 0
                                    

Al llegar al baño Carlos me coloca en el suelo.

- Puedo? - pregunta mirando hacia mi ropa, yo asiento.

Coje la el borde del final de mi camiseta y empieza a subirla poco a poco, yo subo los brazos para facilitarle el trabajo, al quitármela la deja caer en el suelo.
Seguidamente me desabrocha el botón de mi pantalón, luego baja la cremallera, baja mi pantalón poco a poco, y cuando llega a mis pies salgo de ellos para facilitarle el trabajo. El pantalón permanece ahora, en el mismo lugar que mi camiseta. Ahora estoy en ropa interior, y debo de admitir que todavía siento algo de verguenza y no sé por qué, confío en el, lo quiero, pero con el tiempo se me irá pasando.

Me mira los ojos, con su mirada me está pidiendo que me tranquilize, que todo va bien.

Se acerca solo un poco, no hace falta más, estamos a pocos centímetros. Me acaricia mi labio inferior, y luego me lo besa, me besa, pero de una manera suave, con cariño y cuidado. Baja una mano acariciando todo mi costado hasta llegar a mi sujetador, lo desabrocha, baja cada tira del sujetador con una caricia por todo mi hombro, luego tira el sujetador al suelo para reunirse con mi otra ropa. Seguidamente me apreta más hacia el, quedando mis pechos pegados en su torso caliente y varonil. Con una mano me agarra la cintura y con la otra va bajando con un recorrido de caricias hasta mis braguitas, las baja, solo con un poco basta, ya que me quedan un poco grandes y bajan solas, yo sigo de ellas sin apartar mi cuerpo del suyo. Ahora es mi turno.

Subo mis manos desde su pelvis hasta sus hombros, luego le desabrocho los botones de la camisa, uno a uno, cuando están todos desabrochados, meto mis manos por dentro de la camisa y con una caricia en su pecho la saco hacia atrás, el me ayuda estirando los brazos, cuando ya está totalmente quitada la tiro para que quede junto a mi ropa. Ahora voy con su pantalón, con una mano le desabrocho el cinto y el botón, bajo la cremallera, y bajo sus pantalones por sus piernas, tocandoselas y acariciandolas hasta llegar a los tobillos, ahí el saca sus pies y aparto el pantalón a un lado. Ahora viene la parte más vergonzosa, su ropa interior. Me agacho y me pongo de cluquillas, el puede pensar que voy a hacer otra cosa, pero no, aun no estoy lista para ello, hoy no. Bajo sus boxers negros lentamente, y en seguida queda en libertad su enorme erección apuntando hacia mi, la miro, y sin querer suelto un pequeño gemido de sorpresa, nunca la había visto tan erecta y tan de cerca, me levanto poco a poco, cuando llego a arriba miro a Carlos a los ojos, el me cede una mano, yo la acepto y le doy la mía, me conduce hasta la ducha, y ahora es cuando agradezco que está casa tenga una ducha tan grande, que hasta ahora lo veía uso a tanta amplitud.
Al llegar dentro, Carlos me suelta un momento para abrir la llave, lo cual al momento empieza a salir el agua tibia, hecho ésto, vuelve conmigo, me coje la cara, y me besa, pero no un beso cariñoso y dulce que me dio antes, ahora era un beso salvaje, con fuego, deseo..
Acaricia con sus dos manos todo mi cuerpo, me toca los pechos, me los besa, Carlos me mira, una mirada muy seductora, veo en sus ojos todo el fuego que está sintiendo por dentro igual que yo.
Ahora me besa el cuello, me lo beso muy fuerte, tanto que me va a dejar marca. Al llegar a mi oreja, me la muerde, yo suelto un pequeño gemido.

- Confías en mi? - me susurra Carlos en un hilo de voz entrecortado.

- Sí... - le susurro de la misma manera que el a mi.

Carlos me da la mano y me lleva a un lado de la ducha, un lado de cristal, me pone contra ese lado, y al sentir ese impacto gimo de la sorpresa.

- Isabella voy a intentar algo, pero si te duele, dímelo y pararé, entendido?

Yo solo puedo asentir, en este momento me da igual lo que haga, lo único que mi cuerpo pide a gritos es que esté dentro de mi de una vez. Aunque creo que se lo que va a intentar, no tengo miedo, pero no estoy segura de que sea 100% seguro.

El amor dá asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora