El amor dá asco.

Capítulo 26- amor?

Separamos nuestros labios y nos miramos. Una mirada que lo dice todo, no hacen falta palabras para expresar lo que decimos tan sólo con la mirada.

- Me acabas de llenar de felicidad Isabella, no sabes el miedo que tenia de que no quisieras perdonarme.

- No podría haberlo hecho. Te e hechado tanto de menos que nada podría haberme hecho cambiar de opinión.

- Fui un estúpido por no haberte llamado, lo siento tanto...

- Tranquilo - pongo mi cabeza en su pecho- ya está todo bien. Y Carlos... siento lo de tu abuelo.

- Creo que el fue el único al que le importé alguna vez, y que me quiso tal y como soy.

Miro hacia el techo. No tengo nada que decir ante esto. Odio cuando alguna familia dá de lado a alguno de sus hijos por no ser como ellos quieren que sea. Es inmoral pretender que alguien sea como tu.

- Isabella...

- Sí? - lo miro a los ojos.

- Te quiero.

"Te quiero" ha dicho esas dos palabras? Se supone que tengo que decir yo también no? Oh dios que romántico es...

- Y yo a ti Carlos.

Nos besamos y nos reímos. Acabamos de dar ese paso que todas las personas temen decir por si no escuchan lo mismo de la otra persona.

Y en éste caso, el me lo a dicho a mi. Y yo... y yo también lo sentía.

•• Al día siguiente me levanto temprano porque e quedado con Carlos. Quiere llevarme a un sitio precioso según el.

Me pongo unos vaqueros ajustados y una camiseta de leopardo que me encanta y además unas zapatillas de deporte. Carlos me ha dicho que lleve ropa cómoda. Ya se que los vaqueros no son muy cómodos que digamos pero éstos si lo son, doy fe de ello.

Me hago una cola alta. Y solo me pongo un poco de rimel. Ya estoy lista.

Salgo al salón y solo veo a la pequeña Maria desayunando sus cereales con leche.

Me siento a su lado y me sirvo cereales con leche también.

Algo le pasa a princesa, la veo muy seria y ella nunca para de reír es raro en ella que no hable o que no pida cariño.

- Maria preciosa que te pasa?

La niña me mira con ojos tristes y sigue comiendo.

- Maria dile a tu tita que te pasa.

- No puedo decirtelo tita. Me voy a jugar.- y se va del salón.

Quiero saber que le pasa a la niña. Sea lo que sea tiene que ver con lucy, y si tiene que ver con mi hermana, también es mi problema.

Cuando estoy pensando oigo que tocan la puerta. Debe de ser Carlos.

Abro la puerta y me encuentro con el hombre que robó mi corazón desde aquel día que me dio con el balón en el trasero.

- Buenos días preciosa, nos vamos?

- Buenos días guapísimo- me acerco y lo beso en los labios. Estoy terriblemente feliz.

El camino se está haciendo largo. No se a donde me lleva, no me a querido decir, dice que es una sorpresa. Pero he de decir que me encanta que haga estas cosas. Me encantan las sorpresas y si tienen que ver con éste pedazo de hombre, que por cierto es mio, pues mejor.

- Bueno ya hemos llegado.

Waoh! Esto es una mansión de esas que se ven en las películas americanas. Es enorme y preciosa, me encanta!