Capítulo 44 - prohibido?

101 5 0
                                    

Los párpados me pesan. No puedo abrir los ojos. Siento como mi cuerpo está dormido. Mi mente está despierta, pero mi cuerpo no responde a lo que le pido. Quiero despertarme pero no tengo fuerzas para ello. Quiero hablar, quiero poder expresarme. Pero no puedo. Mi cuerpo no reacciona. 

▪▪ Oigo voces. No sé quiénes son pero quiero hablarles, quiero responderles. Quiero decirles que estoy bien, que solo estoy agotada, pero no puedo, sigo teniendo sueño.. solo quiero dormir un poco más. 

•• Poco a poco abro los ojos, ya estoy totalmente descansada. La luz me molesta. No sé de donde proviene pero me molesta. Me molesta demasiado. Que alguien apague esa luz por favor. 

- Isabella, ¿estás despierta? - Carlos se levanta de una silla y se acerca. Me agarra la mano y se sienta en la cama.

- Sí... - le susurro.

- ¿Cómo estás preciosa? - me acaricia la cara. Y sentir sus dedos hace que me tranquilice. 

- Bien...supongo - hablo con poca voz. Aún no tengo fuerzas para hablar como lo hago normalmente. Me siento bien. Tengo control sobre mi cuerpo. Pero me noto débil. 

- ¡Dios no sabes lo que me asusté cuando te vi caer1 - agacha a cabeza y me besa la mano. Yo le acaricio con esa mano. Se le nota realmente preocupado. Pobrecito. 

- Tranquilo. Estoy bien. - lo tranquilizo - Pero aún me encuentro cansada.

- Oh si. Descansa un poco más mi vida. - me da un beso en la frente - Yo estaré justo aquí. Contigo. A tu lado. 

Si tuviera fuerzas lo abrazaría. Me lo comería a besos por ser tan lindo y atento conmigo, pero no tengo nada de fuerzas para eso. No sé lo que me pasa o lo que tengo pero ojalá no sea lo que estoy pensando, porque tengo 18 años y no estoy preparada para ello, aún... Prefiero no pensar en esa opción. 

Abro los ojos de nuevo. Ahora no me cuesta tanto, incluso noto que tengo energías como para levantarme un poco. No sé cuanto tiempo habrá pasado de la última vez, pero me siento recompuesta. 

No hay nadie en la habitación. Así que me siento en la cama y tomo agua de un vaso que hay en la mesita de al lado. 

Me siento algo extraña. Es como si estuviera drogada, seguramente de tantos medicamentos, por eso tendría tanto sueño. Empiezo a recordar todo lo que pasó antes de desmayarme y mierda. Jack me dijo unas cosas súper bonitas y yo lo único que hice fue darle la espalda. Y para colmo voy y me desmayo. ¿No me podría haber desmayado en otro momento? Quiero hablar con el, necesito hablar con el seriamente. No quiero que esté mal por mi culpa, seria muy cruel por mi parte que dejara las cosas como están. O sea debo decirle que se aleje de mi. Pero por una parte no quiero que se aleje, porque me siento bien cuando estoy con el, es algo raro de explicar porque nunca antes me había pasado con nadie, ni siquiera con mi padre o con Carlos, que son las únicas figuras masculinas que han estado en mi entorno. Sé que debo hacer que se vaya, pero no quiero, no quiero que se aleje de mi, no ahora. 

- ¡¿Isabella?! - Carlos está en la entrada algo sorprendido. No se esperaría verme despierta aún. 

- Hola guapo. - le digo con una sonrisa. No quiero que se preocupe por mi. Estoy bien. Me siento bien.

El se acerca y me abraza. Un abrazo de amor. Necesitaba uno de estos. Me hacía mucha falta.

- No sabes cuánto te he echado de menos mi vida. - me susurra en el oído. Me aparto de Carlos y lo miro extrañada. Como que cuanto te he echado de menos? Si sólo he estado durmiendo algunas horas. O puede que algo más. 

- Carlos, ¿cuánto tiempo llevo durmiendo?

- Una semana Isabella.

- ¡¿Cómo?! ¿Una semana? Es imposible. Totalmente imposible. Ayer me desperté y hablé contigo. - sueno algo asustada, y lo estoy. Eso es mucho tiempo. ¿Qué me pasó para dormir tanto tiempo? 

El amor dá asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora