Capítulo 41 - pasión?

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- Pues el señorito Brooks estudió los dos primeros años de medicina. Pero los otros tres años tenía que ir a una universidad presencial para hacer prácticas, pero no recuerdo si al final fue o no, pero lo único que recuerdo es lo buen estudiante que fué... sacaba las mejores notas, era un chico ejemplar-pues sí , era.. porque ahora parece que estamos hablando de distintas personas.

- Vale, muchas gracias por todo. Nos veremos - me despido con una sonrisa, y ella igual.

Cuando salgo al pasillo veo a Jack apoyado en la pared mirando la nada. He de admitir que no me esperaba que Jack tuviera una carrera, unos estudios, y mucho menos que alguna vez hubiera pisado un instituto. Se que estoy siendo mala al decir esto, pero es que Jack tiene toda la pinta de ser el típico chico malo que está siempre metido en problemas y que nunca estudia, todo lo contrario a Carlos, él es el chico estudioso que nunca suspende nada. Son dos personas totalmente diferentes.

- Por qué me miras tanto? - Jack se levanta y viene hacia mi. Cuando está cerca le respondo.

- Estaba...estaba pensando, sí, pensando. - digo algo confundida.

- En mi? - sonríe de manera ligón.

- En ti? Por que debería pensar en ti? - le respondo algo molesta. Si, estaba pensando en el, pero no de la manera que él cree.

- Porque te gusto, y lo sabes - se acerca, se acerca demasiado. Yo bajo la mirada al suelo, pero el me levanta la barbilla - no lo niegues Isabella, yo también siento lo mismo cuando estamos cerca.

Se acerca para besarme pero yo en un movimiento me quito y le doy un puñetazo en sus partes.

- Ni se te ocurra volver a hacer eso, entendido?

- Dios Isabella! Eres una bestia! - él se estremece del dolor. Joder, a lo mejor me e pasado un poco. Me agacho para levantarlo y ver como está.

- Estás bien? - le pregunto preocupada.

- Haz algo para que mejore! - me grita por el dolor, y poco a poco se levanta.

- Que hago? - le grito yo también.

- Dame un besito - señala sus labios - aquí.

- Eres un idiota! - le grito y me voy. Solo se estaba haciendo el dolido para ganarse un beso mio. Y no, mis besos ya tienen dueño.

Cuando salgo a la calle está lloviendo, pero demasiado. Me echo a correr. No se a donde voy, pero quiero esconderme de la lluvia, aunque ya estoy completamente mojada.

Sigo caminando y aún no veo nada nuevo. Un momento esta calle me suena... Claro joder! más abajo está el edificio donde Carlos trabaja. Pues resulta que tengo algo de memoria al final.

Cuando estoy en la puerta me pienso si entrar o no. El otro día venía con vaqueros pero hoy vengo con la ropa toda empapada, y doy una imagen algo sucia. Pero da igual, entro.

Ésta vez voy directamente al ascensor, no le digo nada a la rubia de plástico, es más ni me ve entrar, asi que mejor para mi. Ya dentro, pulso el número 12. Esta vez llego antes, una de dos, o el otro día estaba tan nerviosa que el tiempo se me pasaba demasiado lento, o el ascensor estaba averiado y lo arreglaron, y por eso va más rápido, bueno eso no importa mucho ahora.

Necesito ver a Carlos, y necesito olvidar al gilipollas de Jack. No sé, pero creo que una parte de mi quería quedarse entre sus brazos y dejar que me besara, pero mi parte sensata me hizo razonar e irme de allí antes de que pasara algo de lo que arrepentirme después. Quizás mi cuerpo necesite a un hombre en este momento, y por eso se iva a conformar con Jack..

Las puertas se abren y salgo disparada, no quiero que nadie me vea con éstas pintas.

Por suerte no está la secretaria en su puesto y puedo pasar sin problemas.

Abro la puerta del despacho de Carlos y entro. Cierro la puerta a mis espaldas. Carlos me mira sorprendido.

- Pasa algo Isabella? - pregunta preocupado.

- No, nada - empiezo a correr las persianas de las dos únicas ventanas que tiene este despacho. Después cierro la puerta con llave. No quiero que nadie nos interrumpa.

- Tienes un momento libre, para tu novia? - le pregunto seductora al mismo tiempo que comienzo a desabrocharme la camisa.

- Todos los momentos que quieras preciosa - el se levanta y se acerca. Me ayuda a desabrochar mi camisa. Cuando la camisa cae en el suelo, me tiro a sus brazos y comienzo a besarle.

No dejo que el lleve el ritmo, sino que lo llevo yo. Al principio el beso es dulce pero después le meto mi lengua de una manera algo agresiva, y el beso se convierte es salvaje y lleno de deseo.

Carlos me levanta por la cadera y me sienta en su mesa. Aparta todas las cosas que hay encima y me acuesta en ella. Se quita la camisa, y la deja caer al lado de la mía. Dios, no me canso de ver éste cuerpo tan perfecto, cualquiera mujer con tan solo ver este cuerpo lo necesita, como yo ahora.

Me quita los pantalones, y seguidamente mis braguitas. Él se desabrocha el pantalón y se quita el boxer. Joder, su miembro está demasiado erecto, sin quitarselo se puede apreciar su enorme tamaño. Se lo quita y su enorme pene queda al descubierto, viendo su tamaño, no se como a cabido entero dentro de mí.

Coge un emboltorio plateado y lo rompe con los dientes, mierda, eso me pone demasiado. Saca el preservativo de su paquete y se lo pone. Ya está listo, y yo llevo lista hace demasiado rato.

Se pone encima de mi y me sonríe. Una sonrisa de complicidad. De "tranquila, todo está bien".

Me besa, un beso de necesidad, sé que el me necesita como yo a el. Y en un movimiento me penetra y yo gimo, no me lo esperaba, y me dolió un poco pero enseguida mi cuerpo quería más, más y más.

A medida que pasa el tiempo y los dos necesitamos más, le va dando rapidez a sus embestidas. Cada vez me voy acercando más hasta que ya no puedo más y llego al clímax con un gemido no muy largo y escandaloso, ya que hay gente fuera. Carlos sigue con sus movimientos hasta que se une al clímax junto ami.

Los dos agotados nos retumbamos en la mesa de la oficina. Carlos me pasa un brazo por detrás y me acerca a él, y yo le paso un brazo por su pecho. Adoro tocarlo...

- Isabella... - susurra.

- Si? - lo miro.

- Cada día que pasa, te quiero más... eres lo mejor que tengo en mi vida.

- Ohh - lo miro y lo beso - yo también te quiero mi vida!

Y es por ésto que no debo de pensar en Jack, porque quiero a éste hombre joder!


El amor dá asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora