Capítulo 42 - lo peor?

86 5 0
                                    

Despierto por el calor. Tengo mucho calor. y no sé de donde proviene.  Abro los ojos y veo la razón de todo este calor.  Carlos está abrazado a mi, por lo que me estoy chupando literalmente todo su calor humano. Con cuidado le aparto el brazo de encima y salgo silenciosamente de la cama. Me miro y veo que solo tengo una camiseta de Carlos sin ropa interior debajo,  y no se por qué razón la verdad. Lo único que recuerdo fue cuando ayer estábamos haciendo el amor en su despacho, pero no recuerdo que pasó después. Por mi aspecto, y por el de Carlos, que está completamente desnudo, sospecho que pasamos una gran noche de sexo. Tan intensa que ni la recuerdo. Extraño, pero cierto. 

Me pongo un pantalón corto de mi pijama y bajo a la cocina. No podría bajar así a la cocina ni loca. Tengo hambre. Mucha hambre. Tanta que imagino que llevo muchas horas sin comer, y sin hidratarme.

Cuando entro en la cocina, veo que la angelical Anne está cocinando como de costumbre. Me siento en frente de ella en una butaca. 

- ¡Buenos díasss! - le sonrío a Anne de oreja a oreja. Hasta a mi misma me extraña tanta amabilidad. Posiblemente sea a causa de anoche. 

- ¡Buenos días! - sonríe mientras observa mi aspecto - ¡Vaya! tienes unas pintas Isabella... 

- ¿Muy malas? - le pregunto riéndome. Debería haberme mirado en el espejo antes de bajar. 

- Bueno. Malas malas no. Porque esas pintas que tienes es de haber tenido una noche de sexo duro - grita Anne mientras se ríe a carcajadas. Me encanta verla así de libre y feliz al expresarse.

- ¡Anne, baja la voz! Alguien nos va a oír. - le susurro entre risas. 

- ¿Quien nos va a oír Isa? No hay nadie. Solo nosotras. 

- Bueno. Estoy yo hermanita. - entra Jack con unos vaqueros y una chaqueta de cuero. Me mira, pero yo a el no.  - Pero no pasa nada eh. Yo ya me voy. Podéis seguir hablando de sexo si queréis. 

¡Oh dios que vergüenza! ¡Nos ha oído! No debería darme vergüenza, ya que era una conversación privada entre amigas, que no debería haber escuchado. 

- A por cierto Isabella - llama mi atención. Cuando lo miro, habla - cuando quieras una noche de sexo de verdad me avisas. - me guiña un ojo y se va.

- ¿Cómo puedes tener un hermano tan estúpido Anne? - le pregunto molesta. De verdad que este chico no me puede defraudar más. Es tan corto de mente. Parece que hace las cosas para que le odio. Y sin embargo, no le odio. Y no me explico porqué no. 

- Lo siento Isa. Pero los hermanos no se eligen. Y por desgracia me ha tocado Jack como hermano. Aunque el antes no era así de idiota. Empezó a serlo cuando tu llegaste. 

- Anne, ¿Por qué no me habías dicho que Jack había estudiado en la universidad? - le pregunto curiosa. Elijo cambiar de tema y no preguntar por qué cree ella que su hermano a empezado a ser un idiota desde que yo he llegado. Prefiero no saberlo. O eso creo. Por el momento. 

- Pues porque a Jack no le gusta que hablemos de ello. Para él es algo delicado. No pudo terminar sus estudios porque mamá y papá no tenían dinero para pagárselos. Sé que el todavía tiene ganas de seguir estudiando pero después de ... - Anne se hecha las manos a la cabeza y exclama - ¡oh dios el pastel!

Y se va corriendo al horno a sacar un pastel muy bonito de él. 

Es muy duro que alguien no pueda estudiar por falta de dinero. Me da mucha pena, pero si encima se trata de alguien que conozco es más duro de asimilar, porque siempre he creído que todo el mundo tiene derecho a estudiar. Y no importa si ese alguien es Jack. Aunque no nos llevemos muy bien, no me alegro de las cosas malas que le pasen. Sé que en el fondo es un buen chico. O eso quiero creer.

El amor dá asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora