Capítulo 4 - ¿Odio?

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Al salir del gimnasio estoy enfadada. No entiendo cómo hay gente que te habla con tanta facilidad y confianza sin aparentar una mínima vergüenza o algo parecido. Además de darme con el balón, que seguramente me dejará marca, me llama cascarrabias. Y lo que me molesta realmente es que no es verdad. Yo soy muy simpática y amigable con la gente que me trata bien, pero ahora, si me hablas así, seré la peor persona que hayas conocido. Pocas personas en el mundo tienen el nivel de mala leche que yo poseo.

Después de relajarme un poco decido buscar la cafetería, tengo ganas de tomarme algo refrescante, para bajar mi mal humor.

Después de estar buscando en infinidad de pasillos, al fin la encuentro. Está casi al final del pasillo en el que me encuentro. Me decido por entrar. Y, obviamente, también es bastante grande, no tanto como el gimnasio, pero está bastante bien. Me acerco a la barra y le pido a la camarera un té de limón frío, y con un sonrisa me lo sirve. Me agrada que las camareras sean simpáticas, en mi anterior instituto no eran muy simpáticas que digamos. Por eso, iba lo menos posible a esa dichosa cafetería.

Cuando, finalmente, me estoy terminando mi té, se sienta un chico a mi derecha. Puedo distinguir que es rubio, de mediana altura y con ojos azules, la verdad que el chico parece ser buena gente, no cómo el chico que causó un moratón en mi nalga derecha.

El chico sin nombre pide un café con leche. Cuando la amable camarer se lo sirve, se lo empieza a tomar. Y,sin darme cuenta, me empieza a hablar:

- ¡Hola, soy Michael! Eres nueva, ¿cierto? - pues parece muy simpático la verdad, esperaba que fuera el típico chico antipático y arrogante por ser guapo, como todos los que son atractivos.

- ¡Hola, yo soy Isabella! y sí, es mi primer año aquí. - respondo muy risueña. Cuando quiero, puedo ser simpática.

- Pues un placer Isabella, yo estoy en mi segundo año de Periodismo, ¿que carrera elegiste tu?- ¿Se lo digo o no se lo digo? A fin de cuentas, es un desconocido, aunque parece un simpático desconocido, eso sí.

- Mmm.. pues yo escogí Dirección de Empresas - estoy un poco avergonzada. No suelo hablar mucho con chicos. No es por nada en concreto, si no que nunca he tenido un mejor amigo chico y nose que se siente teniéndolo. Y con los que he tratado en mi futuro, no eran muy amables que digamos.

- ¡Vaya! ¡Muy buena elección! - dice muy alegre - aquí hay muy buenos profesores para esa carrera.

- Sí, me habían dicho que en esta Universidad estaban los mejores profesionales, así que ¡Aquí estoy! - le respondo ilusionada.

De pronto, alguien me agarra del brazo. Es Rachel la desaparecida, con cara de circunstancias.

- Isa, ya me aburrí de ver la universidad, ¿ nos vamos? - y de pronto de ver que no estoy sola, le cambia la cara - ¡Ups..perdona! no sabia que estabas ocupada...

- No pasa nada Rach - le sonrío tranquilamente, para que no se preocupe - te presento a Michael, lo acabo de conocer, y está en 2° de Periodismo.

- ¡Hola, encantada! yo soy Rachel, la mejor amiga de Isa. -dice con la típica sonrisa que usa para tratar con el sexo masculino.

-Lo mismo digo Rachel. -exclama Michael muy educadamente.

- Bueno, ha sido un placer Michael pero nos tenemos que ir.

- El placer ha sido mío, Isabella- dice mi nombre con mucha sutileza, creo que su acento no es español. Inglés... quizás.

Le pago a la amable camarera y nos despedimos de Michael. Al final de todo no era mal chico, al contrario, era muy educado y respetuoso. Meno mal que me llevo alguna buena sensación de este lugar. Bueno, también me llevo un precioso moratón.


El amor dá asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora