Capítulo 35 - mi primera vez?

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- Qué?

Carlos no da crédito a lo que le estoy pidiendo. Lo entiendo, yo tampoco sé cómo e sido capaz de pedirle algo así pero en realidad tengo ganas, no voy a negar lo obvio.

- Isabella - me agarra la cara - No tienes por qué hacer algo que no quieres, esperaré por ti lo que haga falta.

- Créeme, es lo que quiero.

No espero a que se lo piense. Y lo beso, lo beso con necesidad, con deseo.

Él al principio se niega pero ya deja llevar por el beso. Abro mis labios y dejo que pase su lengua. Sus besos son muy buenos demasiado diría yo.

El beso se alarga y me encanta, porque cuanto más se alarge el placer va creciendo.

Carlos me levanta, y yo enrollo mis piernas en su cadera. Me lleva así hasta nuestra habitación pero en ningún momento despegamos nuestros labios.

Al llegar a la habitación me sienta con cuidado sobre la cama. Se despega un momento de mi y me mira.

- Estás segura de esto? - asiento con la cabeza. Nunca había estado tan segura de algo.

Yo estoy acostada sobre la cama, y el encima. Me está besando, besando con mucho deseo. Empieza a besarme por el cuello y sin querer suelto un pequeño gemido. Seguidamente me quita el vestido y quedo solo con la ropa interior roja que me puse anteriormente. Me besa los pechos, después sigue por mi barriga y cuando va a llegar al monte de Venus vuelve hacia arriba. Me vuelve a besar en los labios, con una mano me levanta un poco, y con la otra me desabrocha el sujetador y así mis pechos quedan al aire. Carlos vuelve a besarme y después baja hasta mis pechos, ahí empieza lamerme y morder un pezón y luego lo hace con el otro.

Yo estoy muy caliente pero muchísimo. Mi parte baja necesita de su miembro para sentirse sarisfecho.

Carlos va haciendo un camino de besos desde mis pechos y estómago hasta llegar hasta mis bragas. Llegado ahí me las quita suavemente deslizandolas por mis piernas. Después me abre las piernas con cuidado y empieza a darme besos en mi zona más débil ante sus besos. Mi cuerpo se está estremeciendo demasiado lo necesito dentro ya.

Carlos vuelve a mi altura y me mira a los ojos.

- Si te duele o lo que sea me lo dices vale? - asiento con la cabeza.

- Isabella, si te duele pararé entendido?

- Sí... - respondo como puedo.

Me besa profundamente de nuevo, su boca y la mía nacieron para estar juntas. Me empieza acariciar todo mi costado. Y en un momento noto algo que está entrando dentro de mi, poco a poco su pene va entrando. Es una sensación muy extraña, duele pero me gusta..
Cada vez lo va metiendo más rápido y yo por cada movimiento que hace suelto un gemido, el cuanto más adentro se meta más gime.

- Estás bien? - me dice al oido.

- Sigue.. - Es lo único que puedo decir.

El sigue con sus movimientos. Son rápidos pero intensos. Cada vez quiero más, que valla más rápido. Creo que el momento se está acercando, en un instante Carlos mete su pene más profundo que en las otras veces, y esa vez mi clitoris lo siente y quiere más. Carlos está al límite como yo. Mete su miembro una vez más y... Con un grito nos dejamos llevar al climax juntos. Una cantidad de placer me inunda, es increíble.. nunca había tenido esta sensación de estar llena.

Carlos se tumba a mi lado. Y los dos respiramos. Dios como cansa esto.

Cuando estamos mayoritariamente bien apoyo la cabeza en su pecho y el juega con mi pelo.

- Qué tal? - me pregunta

- Buff, no tengo palabras...

- Como te sientes? Como una mujer? - se ríe. Lo miro seria.

- Ajá estas gracioso eh? - en un movimiento me pongo a horcajadas encima de él. Carlos se sorprende de mi eficaz movimiento - ahora la que manda aquí soy yo.

Y lo empiezo a besar de nuevo. Igual de pasional que antes. El me agarra cerca de las nalgas. Debajo noto su pene erecto de nuevo. Paro de besarle y le miro.

- Tendrás fuerzas? - le pregunto burlona.

- Aún no conoces mi fuerza nena.

Y de nuevo, estoy debajo de el, haciendo el amor...

•• A la mañana siguiente me despierto por el frío. Al abrir los ojos me doy cuenta de que aún estoy desnuda, por eso tenia frio. Busco mi ropa pero no se donde la tiró Carlos anoche... espera un momento.. anoche perdí mi virginidad! Oh dios pasó todo tan rápido... me levanto y me pongo una camiseta que supongo que es de Carlos, me queda algo grande pero es cómoda. Voy al baño y al asomarme al espejo me veo extraña, tengo las mejillas rojas y los labios algo hinchados y todo eso lo producen los labios de Carlos.. no puedo estar más feliz y eso se nota en mi cara, en mi sonrisa..

Vuelvo de nuevo a la habitación para ver si encuentro mi ropa pero no la veo. Me levanto para seguro mirando y joder hay una pequeña mancha de sangre en losa sábana blanca, madre mía que vergüenza. Cojo la sabana y la escondo. No quiero que vea eso o quizás ya lo vio.

Bueno como no queda de otra salgo así fuera de la habitación. Cuando llego a la cocina Carlos está de espaldas, creo que está preparando algo de desayunar. Se ve tremendamente sexy con sólo unos boxers. Oigo que está cantando algo en voz baja y mueve su cuerpo al ritmo de lo que canta. Me río y sin querer me río algo alto y se da cuenta y se gira.

- Me estabas observando? - rodea la barra y se pone delante de mi.

- Exacto, estaba observando como mueves ese culito tan sexy - se ríe y me abraza. Al separarnos me da un fugaz beso.

- Como amaneció la mujer más hermosa de todas?

- Lo mejor que se puede estar, y tu? - se sonríe.

- Me siento el hombre más feliz del mundo - me coje la cara - y todo gracias a ti Isabella, te amo.

- Yo también te amo mi amor - le doy un beso de cariño.

- Me encanta cuando me dices mi amor - dice caminando hacia lo que estaba haciendo.




El amor dá asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora