Capítulo 11- ¿Deseo?

143 6 0
                                    

La mañana transcurre lo mejor posible debido a lo ocurrido anteriormente. Estoy nerviosa, muy nerviosa. Nunca en mi vida he tenido una cita. Y mucho menos con un chico como Carlos. Quién seguramente tendrá experiencia en esto de salir con chicas. Y en este preciso momento tantas preguntas circulan en mi cabeza. Como: 
¿Qué se tiene que hacer?
¿Cómo tengo que actuar?
¿Cómo actuará él?
¿Cómo tengo que vestirme?

Bueno, bueno. Estoy exagerando un poco, es decir Carlos tmpoco es un príncipe azul, ni mucho menos. he visto muchas películas románticas en donde todo sale a pedir de boca, y al final, la pareja de enamorados comen perdices. Pero eso, no es del todo cierto. La vida no siempre es de color de rosa. Siempre hay algo que lo chafa todo. Carlos tampoco es un príncipe azul, ni mucho menos. 

Me he pasado toda la clase de contabilidad pensando. No me he enterado de nada. Solo cuando el profesor anunciaba, que la semana que viene teníamos una "prueba", para ver como íbamos en la asignatura, lo que viene siendo un examen vamos. Lo que, muchos profesores usan la palabra prueba para quitarle importancia, o que no nos estresemos demasiado. 

Es la hora de comer. Busco a Rach y la veo sentada en la mesa de siempre. Está sola, leyendo un libro pequeño, seguramente sea su agenda, donde lo pone exactamente todo.


- ¡Hola guapa! ¿qué lees? - pregunto mientras me siento frente a ella.

- ¡Hola Isa! me estoy organizando. Estoy demasiado estresada. Casi no tengo tiempo ni para comer. - protesta desanimada. 


- ¿Y a qué se debe todo ese estrés? - me intereso.

- Resulta, que cuando mandé la solicitud para que me aceptaran, puse que me encantaba ayudar a los animales abandonados, por lo que me han nombrado presidenta del club de "Ayudar a los más necesitados, está en tu mano". 


- ¿Y no tienes a nadie que te ayude?

- Somos pocos en la organización. Estamos buscando gente pero nadie se quiere comprometer en pasar unos días yendo por la tarde al albergue y cuidar de esos pobres animalitos sin casa. - dice angustiada.


- Quizás, yo algún día pueda ayudarte... 

- ¿En serio? ¿En serio harías eso por mi? - le cambia totalmente el rostro.

- Claro que sí  Rach, sabes que me gustan mucho los animales, pero, no abuses de mí ehh. - ambas reímos.

A partir de ahí, estuvo un poco más relajada, y pudimos comer tranquilamente hablando de nuestras cosas. Cuando estamos acabando la comida, recibo un mensaje, es de Michael:

"Lo siento, pero, no puedo ir a comer. Tengo que resolver algunos problemas con mi familia."

Bueno.. ya había deducido que no iba a poder venir, ya que, siempre es muy puntual, y hoy no lo vi al llegar. Le respondo con un mensaje tranquilizador:

"No te preocupes Michael, estoy con mi amiga Rachel, espero que todo salga bien."

Realmente espero que no sea nada. Más que nada, porque él es un buen chico, y espero que no le suceda nada malo. Incluso espero que tampoco le pase nada a Carlos. Ni a su familia claro.

Al terminar las clases, Rach me espera a la salida para irnos juntas a clase. Cuando llegamos Rach decide hacer algo de comer. Y tengo miedo, mucho miedo. Cocinar no es una de sus virtudes, ya que siempre acabamos con algo quemado o con alguien en el hospital por intoxicación.

El amor dá asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora