Scarlett siempre ha sido el tipo de chica que está metida en todo. Es curiosa y no por nada tiene el puesto de reportera en el periódico escolar de la preparatoria de Beacon Hills. Ella deseaba inmensamente que algo interesante ocurriera en Beacon H...
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Al llegar a la escuela me recrimino a mí misma por no haber dormido en toda la noche mientras observo todo desde la ventana del auto. Los párpados me pesan y amenazan con cerrarse en cualquier momento, pero me obligo a mí misma en mantenerme alerta. Tengo que darme tiempo para despertar bien porque sigue siendo muy temprano en la mañana, aunque ya haya personas que se creen que es mitad del día con sus energías al cien.
Odio ese tipo de personas.
Yo nunca he sido una persona madrugadora ni mucho menos. Soy nocturna, prefiero quedarme despierta toda la noche antes que madrugar al amanecer. Termino levantándome con un humor de perros que ni siquiera mi propia madre me soporta y eso es mucho decir porque esa mujer es un pan de Dios.
—Anoche te quedaste hasta tarde despierta viendo series de nuevo—recrimina papá.
—Claro que no —protesto.
No es del todo mentira.
Si bien me quedé despierta toda la noche no fue por andar viendo series. De hecho, pensar en ver Bones solo me dio más pesadillas. Apenas pude cerrar los ojos sin volver a ver el cadáver frente a mí.
—Y no creas que he pasado por alto que anoche saliste con el auto que se supone que es para emergencias —comenta haciendo cierto énfasis en las últimas dos palabras.
—Tuve deseos de hacer ejercicio. Resolución de comienzo de clases —repongo encogiendo mis hombros.
—¿Y saliste a hacer ejercicio en un auto? —cuestiona viendo a través de mi mentira.
Claro, porque para lógica yo.
—No, ¿cómo crees?
—Entonces, ¿a qué lugar fuiste?
Muerdo el interior de mi mejilla.
—Es que decidí ir a caminar, pero como no sabía a qué lugar ir pues...di varias vueltas en el auto hasta encontrar un lugar para hacer ejercicio —digo.
Papá arquea una de sus cejas.
Está claro que él no se ha tragado ninguna de mis palabras. Admito que no es la mejor mentira del mundo, pero no es como si fuera a decirle: "sí, papá, salí siguiendo a mi vecino que de casualidad iba a buscar un cadáver en medio del bosque. Ah, de paso lo mordió un lobo antes de volver y casi fuimos aplastados por una avalancha de venados".
¡Suena de locos!
De hecho, todo este asunto es de locos.
—Sal antes de que llegues tarde a tu primer día de clases —habla finalmente.
—Linda forma de deshacerte de mí, papá —murmuro en un tono un poco ofendido, pero no es nada más que mi forma de hacer drama innecesario.
—Anda, que si me hubiera querido deshacer de ti te hubiera dado en adopción hace muchos años.
