Scarlett siempre ha sido el tipo de chica que está metida en todo. Es curiosa y no por nada tiene el puesto de reportera en el periódico escolar de la preparatoria de Beacon Hills. Ella deseaba inmensamente que algo interesante ocurriera en Beacon H...
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Por alguna razón termino con Allison en el centro comercial, ya que es simple el hecho de que no quiero ayudar a Scott con la luna llena. Quizá es un poco —bastante—inmaduro de mi parte, pero estoy bastante molesta con él. No solo está el hecho de que haya besado a la chica de su mejor amigo, sino que me dijo algo que me hirió de cierto modo. Tan solo el hecho de que yo lo golpeara era suficiente para denotar lo mucho que me había molestado.
No, no pienso disculparme por ello. Que se disculpe Scott en un futuro si quiere. Llámenme orgullosa.
¿Infantil de mi parte? Quizá, pero él estaba actuando como un completo idiota y también traicionó la confianza de Stiles. Por Dios, ¡es su mejor amigo! ¡Besó a la chica de su mejor amigo! Creo que existe un tipo de código varonil que les impide hacer eso.
—Así que... ¿Qué se supone que hagamos aquí? —pregunto, mirando la tienda en la que nos encontramos. Se trata de nada más y nada menos que una tienda de deportes. Ella se encuentra realmente distraída mirando unas flechas.
Allison mira a su alrededor como si alguien estuviera esperando para escuchar lo que ella está a punto de decir. Con lo alejadas que están las personas que hay en la tienda es algo que dudo, pero parece como si fuera a confesarme un secreto de alta seguridad que sacó del Pentágono.
Me dan ganas de apretarle las mejillas porque parece una niña pequeña con ese acto.
—Soy...eh...buena en arquería —confiesa como si estuviera un poco avergonzada de ello.
Primero, lo suponía. Ella será una cazadora de hombres lobos algún día y algo tiene que ser su fuerte. No es como si me calmara ese tema, pero tampoco me sorprende. Total, ya nada en mi vida es considerado normal.
Segundo, ¿quién se sentiría avergonzada de ser la próxima Katniss Everdeen? Hasta yo quisiera serlo, pero probablemente me saque un ojo en el intento, así que mejor me quedo como estoy. Siendo la curiosa—metiche—Scarlett cuyo talento es husmear entre los archivos privados de las personas.
—Eso es genial —animo con una sonrisa genuina.
Allison hunde su entrecejo, un poco extrañada con lo que le he dicho.
—¿En serio piensas eso? —Asiento con sinceridad—. Es... extraño, pero gracias.
Encojo mis hombros sin darle importancia al asunto.
—De hecho, yo no soy muy normal que digamos —comento arrugando mi nariz.
Allison ríe un poco y continúa observando los artículos de la tienda. Se ve un poco más animada con mi comentario y me alegra eso. Parece estar muy deprimida desde que rompió con Scott.
Yo, por mi parte, me alejo porque tengo que contestar mi teléfono que no ha parado de vibrar dentro del bolsillo trasero de mi pantalón. Ya casi me está masajeando el trasero por la vibración. Frunzo mi ceño al ver que se trata de un número desconocido, pero como quiera respondo la llamada, cosa que pocas veces hago.
