7. Gruñón y tacaño Derek

14.7K 1.5K 540
                                    

A pesar de que me encuentro castigada, logro escabullirme a la perfección fuera de mi casa para acompañar a mis fenómenos favoritos a un lugar que no deberíamos ir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A pesar de que me encuentro castigada, logro escabullirme a la perfección fuera de mi casa para acompañar a mis fenómenos favoritos a un lugar que no deberíamos ir.

Me siento como toda una chica rebelde al hacer esto, puesto que jamás me había escapado de casa, pero no fue como si realmente hubiera tenido que hacer un esfuerzo. Papá había salido a una cena de negocios y mamá se encontraba trabajando el turno nocturno, así que me encontraba sola en casa.

Juro que tenía planeado quedarme dentro de la casa obedeciendo a mis padres, pero en el momento en el que Scott me llamó, todo cambió. La idea de venir al autobús escolar fue demasiado tentadora. Mi curiosidad siempre podía más que todo y era algo que no podía controlar.

Salto fuera del Jeep de Stiles sintiendo un cosquilleo en mi estómago por la pequeña emoción. ¿Quién demonios se emociona por ver un autobús lleno de sangre? La parte sádica de mí, claro.

Los tres caminamos en silencio hasta el portón, el cual se encuentra cerrado.

—Solo yo, alguien tiene que vigilar —anuncia Scott.

Stiles suelta un gruñido de protesta.

—¿Cómo acabo siendo siempre el que vigila? —cuestiona Stiles acercándose al portón—. Que vigile Scarlett.

Abro mi boca y coloco una mano en mi pecho para lucir más ofendida. Es un acto dramático porque en realidad ya presentía que me iba a tocar vigilar. Total, quien necesita verificar lo del autobús es Scott, no Stiles.

—Porque solo somos dos.

—Somos tres —corrijo.

Ambos me miran como diciendo "no te metas, por favor" y vuelven a su pequeña discusión, dejándome completamente fuera del argumento.

Idiotas.

—¿Por qué esto se empieza a sentir como si tú eres Batman y yo Robin? —pregunta Stiles—. Yo no quiero ser Robin todo el tiempo.

Scott lo mira desconcertado y yo ruedo los ojos mientras cruzo mis brazos.

—Nadie es Batman y Robin —digo, bufando—. Avancen antes de que alguien venga.

—¿Ni siquiera algunas veces? —cuestiona Stiles.

Tanto Scott como yo estamos perdiendo la paciencia con las protestas de Stiles.

—Solo quédate aquí —ordena Scott.

—¡Oh, por Dios! —exclama Stiles.

Suena tan diva que en otra ocasión me hubiese reído hasta no poder más.

—¿Ni siquiera a veces? —vuelve a preguntar haciendo un pequeño mohín que lo hace lucir tierno.

Dios, no. Tierno no. Lo hace lucir más... como un cachorro.

ENEMY RED ▲ TEEN WOLF   ➀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora