Hypnotic, Dieletta

C. 11: Fantasia.

                 

(Diego)

*Dos días despues*

Estaba sentado en mi oficina, revisando algo en mi computador, esperando la hora para irme a mi junta con los de Sonic Music Arg, era una junta bastante importante, pero tenía ya casi todo listo.

Tocaron la puerta dos veces, y detrás podía escuchar la voz de Estefania diciendo que estaba ocupado, pero la otra persona volvió a tocar, ignorando totalmente las palabras de mi asistente.

Me levante medio estresado, no paraba de tocar la puta puerta.

-Dieguiiiiiito.-Entró Ludmila como solía hacerlo.

-Ludmila, ¿Qué haces aquí?.-Pregunté sin entender, después de lo que paso en el restaurante.

-Pues volví, a ver a mi "novio".-Hizó comillas.-Estaba de vacaciones, relajándome.

Me reí al ver como me necesitaba para brillar.

-No puedes vivir sin mí, admítelo.-Le dije riendo y volviendo a  mi escritorio.

Ella se sentó frente a mí...

-¿Hiciste algo malo en mi ausencia?.-Preguntó sacando su labial rojo, que le quedaba hermoso, en verdad.

-No, para nada... No tuve oportunidad.-Dije riendo, y ella me miró mal.-

-Entonces... ¿Seremos "novios" de vuelta?.-Preguntó seria guardando el labial, y tomando su celular.

-Vaaale, si quieres... Pero solo para los eventos y eso, y por favor... No más escenas pendejas en lugares públicos.-Le dije serio y se rió un poco.

-Trato.-Extendió su mano.

La tomé y luego me levanté para darle un abrazo.

-¿Por qué me abrazas?.-Preguntó riendo.

-Te eché de menos,  super nova.-Admití, y ella se rió con sarcasmo.

-Si claaaaro... Yo también Dieguito.-Se separó y se fue de mi oficina.

|...|

Estaba escuchando la conferencia con mi padre al lado, un tipo hablaba de subir el costo de los cd's, pero obvio mi padre se oponía, la gente después no los compraría...

-La gente compra los cd's dependiendo del artista que sea, y de cuanta fama tenga... Axel es un ejemplo claro, ya tiene varios años de carrera, así que ese proximo cd's sea un poco más caro, que el de Selly.-Dije serio y varios estuvieron de acuerdo conmigo.

Me senté y todos comenzaron a discutir de vuelta sobre el mismo tema, mi celular comenzó a vibrar sin parar.

Me levanté sin que se dieran cuenta, y atendí afuera de la sala de conferencias.

-¿Diga?.-Pregunté apurado.

-Diego, ¿Dónde estás?.-Preguntó Violetta medio desesperada.

-En una conferencia... ¿Por qué? ¿Qué pasa?.-Pregunté serio al notar su voz medio temblorosa.

-No deja, te interrumpí.-Dijo avergonzada.

-No, Violetta... ¿Qué pasa?.-Pregunté de vuelta.

-Creo que Mateo me está siguiendo.-Murmuró y se me vino la rabia al cuerpo.

-¿Cómo?.-Pregunté medio enojado.-¿Dónde estás?... Ya voy por ti.-Comencé a caminar al ascensor.

-En la cafetería Vogue.-Respondió y podía jurar que estaba asustada.