C. 13: Marketing.

420 23 37
                                    

                 

*Al día siguiente*

(Diego)

Violetta estaba preparando sus valijas, ya teníamos que volver si o si, mi padre estaba muy enfadado pues habíamos quedado en una reunión, a la cual no fui, pues estaba con mi novia.

Violetta y yo habíamos pasado tres días increíbles, con un desorden de emociones, pero estuvieron increíbles. Lo más extraño es que, no hicimos nada, mas que besarnos, acompañarnos, mimarnos, parecíamos dos pendejos de 15 en proceso de crecimiento. Y aunque suene así de idiota, extrañaba esa sensación. Extrañaba su compañía.

Ya estando en Argentina, la acompañé a su casa, nos despedimos de un pico, y me fui de inmediato, había sido un viaje largo y estaba agotado la verdad, al llegar a mi departamento, me tiré a dormir hasta el día siguiente. Era muy temprano cuando Ludmila llego a mi departamento a joder, como siempre.

-Dieguito...-Entró como diva, luciendo una hermosa sonrisa.-¿Dónde estabas? Te extrañé mucho...-Se acercó comprometedora a mí, yo estaba recién despertando, pero mis sentidos se activaron cuando sus dedos jugaron con mi remera...

-Estaba... Viajando por asuntos, personales...-Me alejé de ella tan rápido como pude, pero ella insistió, incluso se acercó para besarme.-No Ludmila...-Le dije serio, alejándola de mí.

-¿Por qué? ¿Qué pasa, Diego?...-Preguntó con cierta lujuria, volviendo a acercarse.

-Tengo novia...-Murmuré nervioso, ella se quedó tres segundos en silencio y luego estalló en una carcajada.

-¿Vos? ¿Con novia?... Pero si yo soy tu novia, genio...-Rió con ego, y yo la mate con mi mirada, en serio me jodia como podía ser tan metida en mi vida.

-Ludmi, tu eres mi novia falsa... Ósea, no somos nada. Así que deberías respetar ahora que tengo una novia en serio...-Murmuré caminando a la cocina, ella me siguió con rapidez.

-¿Quién es? ¿La conozco? ...-Preguntaba con ansiedad, mientras yo dudaba en contarle o no.

-Es Violetta, Ludmila...-Murmuré con seriedad, y ella se quedó pasmada, luego su rostro estaba rojo.

-Solo la queres llevar a tu cama, como a todas Diego...-Dijo con furia, estaba enojada, muy enojada.-No entiendo por que te molestabas tanto cuando te decía que aun te gustaba, explícame... Por que no entiendo nada...-Habló frustrada, tenía razón, hace dos meses me negaba totalmente a que Violetta Castillo me gustará, ahora... Era mi novia.

-Las cosas cambiaron Ludmila, respeta...-Murmuré medio enojado, entonces ella dijo algo que no debía.

-Pasará lo mismo que hace años, terminaré consolándote, como siempre...  Incluso cuando te dejó Francesca terminamos hablando de Violetta.-Dijo con repudio en todas sus palabras.

-DEJA DE FASTIDIARME LA VIDA LUDMILA, METETE EN TUS ASUNTOS Y NO ME JODAS...- Le grité con todas mi fuerzas, me tenía cansado, quería manipularme.-Yo estoy grande Ludmila, puedo hacer con mi vida lo que se me venga en gana, así que por favor no opines en nada.-Ella me miró con odio y salió de mi departamento dando un portazo.

|...|

Estaba en mi auto, esperando a Violetta, que aun no bajaba de arreglarse. Mujeres.

Finalmente bajó sonriendo, se subió al auto y nos saludamos con un pequeño beso.

-Buen día cariño, ¿Cómo estas?...-Le pregunté ya manejando en dirección a la oficina. Ella tomó mi mano con fuerza.

-Bien, ¿Vos?...-Yo la miré de reojo, estaba colorada.

Hypnotic, DielettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora