(Violetta)
¿Quién se cree que es este pendejo?
Se cree que puede venir a gritarme cuando le da la puta gana... se equivoca.
Salí de su oficina muy enojada, iba a tomar el ascensor, pero se apareció Axel.
-Hola.- me saludó sonriendo.
-Hola... ahora no tengo ganas de hablar.- le dije directamente...
-Upa, calma... ¿puedo preguntar porque estás enojada?.- se acercó y tocó mi brazo.
Diego salió de su oficina y se dirigió a donde estábamos.
-Violetta espera.- dijo casi corriendo.
-No quiero hablar con vos.- le dije y me fui.
Al carajo con Diego.
|..|
"-Amor, ¿podemos vernos?."
"-Si bebé, ¿Dónde?"
"-Podés venir a mi departamento"
"-Ya voy"
Tiré mi celular a un lado, agotada...
Diego seguía siendo un idiota, el mismo idiota que fue mi novio.
Me levanté de la cama y caminé a la cocina de mi apartamento. Saqué el zumo de leche, y busqué en la alacena unas galletas... me senté en el comedor, y merendé en soledad, esperando a Mateo.
Oí la puerta abrirse y cerrarse rápidamente, era él... venía con el maletín en una mano, y su celular en la otra.
-Hola bebé.- se acercó y plantó un beso casto en mis labios.
-Hola.- saludé sin muchas ganas.
-¿Qué te pasa?.- preguntó sentándose junto a mí.
-Tuve un mal día.- murmuré apoyando mis codos en la mesa, y mi cabeza en mis manos.
Se acercó a mí, y besó mi frente.
-¿Qué puedo hacer para que dejes de estar así?.-preguntó bajito.
-Haceme mimitos.-dije sonriendo.
-Lo que pidas.-me tomó de las manos, y luego me plantó un largo beso.
Me acarició lentamente la espalda, y de la nada, me tomó con fuerza de la cintura... movió su cadera, ¿estaba bailando?.
-¿Qué haces?.- pregunté riendo, el sonrió juntando su nariz con la mía.
-Te hago mimitos..- apretó más su cadera con la mía y volvió a besarme, pero está vez, bajó sus manos a mi trasero, elevándome... me amarré a su cadera con mis piernas.
Él caminó hasta la habitación, y se recostó lentamente sobre mí... pasé mis brazos por su espalda, acariciándolo. Besó mi cuello, mi punto débil... luego se levantó, para quitarse esa molesta camisa.
Dios, era hermoso.
Luego de tantear por todo mi cuerpo, finalmente, pasó... su respiración súper agitada, golpeaba mi cuello, haciéndome unas cuantas cosquillas.
El hacía esto siempre memorable, y tierno.
Por eso lo quería tanto.
|...|
Estaba abrazada a su cuerpo, va... él me sostenía de la cadera, como si fuera a salir de su abrazo.
Me giré para verle la carita, toda tierna, era hermoso, no se podía negar.
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Hypnotic, Dieletta
Hayran KurguDiego- sigues siendo la misma niñita que se confundía. Violetta- y vos seguis siendo un cabrón....