C. 17: Oscuro.

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Ella caminó por mi oficina, miraba todo expectante, no quería que ella estuviera aquí, mejor dicho, no quería saber nada de ella.

-Francesca, te hice una pregunta... ¿Qué mierda haces aquí?.-Pregunté con rabia y ella finalmente me miró sonriendo.

-Ya te dije, pero...-Tanteo en mi escritorio.-Volviste con ella..-Dijo con desgano. Asentí sin darle mucha importancia.-Vaya, que sorpresa... ¿Cuál es tu plan de venganza?.-Se acercó sonriendo.-¿La vas a envenenar para que no cante? O déjame adivinar, ¿La dejaras en el altar plantada?.-¿Qué mierda le pasaba?.

-Estás enferma..-Le dije enojado.-No voy a hacerle nada a mi mujer, eres una loca... Quiero que te vayas de mi oficina o llamo a seguridad.-Ordené serio y ella me agarro de la nuca, intentó acercarme a su rostro.-Vete.-La empujé

-Ay Diego te conozco muy bien, y vos no cambiaras más...-Dijo con vagancia en sus palabras, llegue a pensar que estaba drogada.-

-Mira Francesca, no vengas de metida en mi vida, a decir que no cambie, cuando ahora no sabes de mí... Ya no tengo más nada que decirte, así que vete de una buena vez que no tengo tiempo para tus estupideces...-Ella se rió y siguió caminando por mi oficina.

-Sos tan débil como siempre, tenes miedo de que Violetta, tu único y gran amor nos vea juntos, que vea que aun me queres, que nos amamos.-Se lanzó a mis brazos y la volví a empujar.-

-Mira Francesca, mejor vete que me estas sacando de mis casillas, no quiero decir cosas de las cuales me puedo arrepentir...-Murmuré ya cansado de sus estupideces.

-No te tengo miedo, Diego Hernandez..-Susurró casi en mis labios, esto era asqueroso.

-Eres una...-Intenté decir, pero me calme...-Una mierda, sabes bien que tu fuiste la causante de que yo me volviera una mierda, que no me importara nada, me engañaste, y luego me dejaste... Yo te di todo de mí y me pagaste de esa manera, ahora que estoy feliz, sin ti, vuelves para joderme la vida, pero no... Esta vez no, es mas... Te vas ya de aquí... FUERA!.-Le grité con fuerza y ella me miró con los ojos llorosos.

-Sos el idiota más grande que conocí, ¿Crees que no me di cuenta? ¿Qué cuando me mirabas realmente la veías a ella? LO SUPE TODO EL TIEMPO, PERO AUN ASÍ ME QUEDE CON VOS, ¿COMO CREES QUE ME SENTÍA? YO NUNCA PUDE SER TU GRAN AMOR...-Gritó mirándome, sus lagrimas cayeron lentamente, la miré sin saber que decirle, ambos nos hicimos daño, para sacarme de mi trance me dio tremenda cachetada, y se fue dando un portazo.

Me toque la mejilla con rabia, pero no podía hacer mas nada, Violetta entró con rapidez y me vio con la mejilla roja.

-¿Qué fue lo que paso?.-Preguntó con tristeza y la abracé.

-Nos dijimos todo lo que no pudimos hace años...-Susurré sin soltarla.

|...|

Estaba con Violetta en mi departamento cenando, en silencio, luego de lo ocurrido en mi oficina, ella actuaba raro, como si le molestara esa charla.

-Mi amor...-Murmuré al darme cuenta que ella jugaba con su comida, levantó la mirada apenas.-¿Te pasa algo? ¿Es por lo de hoy?.-Pregunté directo, y ella negó.-No me mientas...-Susurré y suspiró con fuerza.

-Me siento mal...-Susurró mirando su plato, no comprendía.-Por como se fue Francesca hoy de tu oficina...-Ahí comprendí todo, le tomé la mano y la besé.

-Se que no fue una buena charla, pero tenías que haber escuchado todo lo que dijo de mí al principio... Insinuó que yo te volvería a hacer daño, y me moleste porque, sentía que lo hacía por celos... Luego me di cuenta que era rencor, rencor de años atrás, por lo que paso en nuestra relación...-Murmuré y ella no entendía.

Hypnotic, DielettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora