Hypnotic, Dieletta

C.20 : Final

(Diego)

Había empezado a averiguar sobre orfanatos, quería que Violetta supiera que no me importaba adoptar, y sabía que nuestra perdida la había afectado bastante, que escondía su dolor, simulaba que ya todo estaba bien, pero sabia que no. Simplemente nos había tomado desprevenidos, no pudimos... Hacer nada.

Hice una cita en un orfanato en Buenos aires, para ver a los niños que habían y que Violetta fuera, que viéramos juntos. Que eligieramos juntos, como pareja.

Quería pedir su mano, pero tanta cosa tras las otras, me asustaba un poco si llegaba a espantarla.

Un día me desperté súper temprano, preparé el desayuno y lo llevé a la cama, ella dormía como un ángel. Me quede hipnotizado mirándola, y recordé aquellos años en los que fuimos novios, como fue cuando se entero de todo. Cuando la vi feliz con Leon , cuando yo estaba con Francesca, todas esas cosas que pasaron. Y habíamos llegado a esto. Nunca hubiese creído que íbamos a vivir juntos, lo soñé cuando estaba con ella mas de joven, pero nunca pensé que... Que el destino nos iba a juntar una vez mas.

-Amor...-susurré sentándome en la cama y deje un beso en su mejilla.-Despierta, preciosa.-ella se movió un poco y abrió los ojos, Sonreí cuando bostezo.-Buen día amor de mi vida.-ella extendió los brazos y nos abrazamos con fuerza. Bese su cuello y luego la mire a los ojos.-Te ves encantadora esta mañana.-ella se cubrió el rostro con la sabana y río.

-¿Sabías que es malo mentir?.-murmuró y le quite la sabana, besé su nariz.

-Yo no miento...-ella levantó las cejas y me reí.-Algunas veces si, pero en ésta no miento.-tomé la bandeja y se la coloque para que comiera.-Desayuna, que hoy tenemos varias cosas que hacer.-sonrió sin entender y tomé su rostro con ambas manos para besar su frente.

-¿Que cosas?.-preguntó sonriendo y negué.

-Sorpresa, mi amor.

[.]

Nos subimos al auto, y le extendí una venda. Ella me miro sin entender y me acerque a ella.

-Te dije, es una sorpresa, así que... Ponte esto.-ella levantó las cejas e iba a protestar.-Sin protestas...

Se coloco la venda, y me aseguré que no viera nada, comenzamos a hablar todo el camino, así se mantenía entretenida, sabía que estaba impaciente por saber que sorpresa le tenía.

Estuve conduciendo por media hora, y cuando llegamos baje rápidamente a abrirle la puerta.

-Llegamos, mi amor.-susurré en su oído y sonrió. Me coloque detrás de ella, y le retire la venda de los ojos. Me acerque a ella para mirarla, se tapó la boca y me abrazó con fuerza.

-Pensé que... Pensé que no querías.-dijo apunto de llorar y le sostuve el rostro para que me mirara a los ojos.

-Quiero que seas... Feliz... Y sé que significa mucho para ti, y claramente para mí también, mi amor.-sus ojitos se llenaron de lágrimas y la besé delicadamente.-Te quiero, ¿vale?.-asintió y miro aquel cartel. "Hogar de niños, el milagro" Antes de entrar, la tome de la muñeca.

-Vamos a ver nenes, ¿vale? Pero es posible que no podamos llevarlo con nosotros de una vez, requiere mucho papeleo y...-ella me beso haciendo que me quedara en silencio.

-Eso lo sé, Diego.-sonrió y entramos de la mano.

[.]

-Tenemos niños de diferentes edades, se están preparando para que puedan verlos... Imagino que saben los requerimientos para adoptar, ¿no?.-preguntó la señora de alta edad y asentimos al mismo tiempo.-Bien, podrán verlos... Y decidirán por ustedes mismos.-sonrió amable y entramos a una sala de estar.