Gran Hermano Youtuber (Rubius y Tu)

Capítulo 15: Bromas pesadas

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A la mañana siguiente los cuatro nos reunimos en el patio. Todavía no había salido el sol, por lo que calculamos que eran menos de las 6. Todo esto, para jugarle una broma pesada a Jennifer.

Rubius había encontrado pegamento industrial al lado de las lavadoras (o lavarropas, según el país) y Alexby había robado el frasco de shampoo de Jennifer.

Vaciamos un poco del pote de shampoo y pusimos bastante pegamento en el. Por suerte había un error en el sistema de cámaras y estaban apagadas durante unas horas.

Volvimos a poner el shampoo en donde iba. Sabíamos que Jennifer se levantaba a las 7 para lavarse el cabello y hacerse una máscara facial.

En la crema facial coloqué unas gotas de su tintura. Pero lo peor fue lo que hicieron Mangel y Rubius.

Cortaron todas sus tangas. Todas.

Cuando llegó la hora, nos escondimos. Jennifer cantaba hacia la ducha.

Pude ír como se bañaba felizmente. Cuando me asomé a ver, la ví depilándose. Adiós ojos. Lo importante es que vi que se echaba bastante shampoo y luego se enjuaba muy mal.

Al salir de la ducha, se secó bien y puso una toalla en su pelo. Se colocó la máscara facial y cogió el secador de pelo.

Cuando el pelo comenzó a secarse, se ponía duro y pegote. Jennifer comenzó a darse cuenta pero en vez de parar, siguió secándose. El pelo le quedó enmarañado, seco y pajoso.

-No....mi pelo....no puede ser.- y gritó- las chicas, Willy, Cheeto y Samuel aparecieron rápidamente al escuchar su grito, pero al verla en bata, con mascarilla y con el pelo hecho un nido, estallaron en carcajadas.

-¿Te has visto en el espejo?- Cheeto lloraba de la risa.

-¿Quién ha sido?

- Lávate la cara. No puedo hablarte seriamente contigo si tienes eso puesto.

Al lavarse la cara, su piel se tornó de un color amarillo. Parecía que tenía un problema de hígado o algo así.

-Esto es el colmo. Iré al confesionario a quejarme- la frutilla del postre.

Caminó a paso rápido hasta su habitación y casi muere al ver su ropa interior cortada.

-Mis babies, el encaje, mi querido animal print. Arruinados.

Nosotros ya habíamos salido de nuestro escondite y aparecimos donde estaban todos como para disimular la situación, aunque la risa no podía aguantarla.

-¡Me vengaré de todos!. Los expulsaré y ustedes fracasaran.

-Gracias Alex- le dí un gran abrazo.

¿Y lo mejor de todo?. Que no había evidencia de quien o quienes lo habían hecho.

Si ella quería jugar rudo, yo también lo haré...