SCOTT
Y como algún maldito día iba a suceder, los pasillos de la escuela estaban repletos de carteles llamativos:
"BAILE DE GRADUACIÓN"
Los bailes para mí consistían en ir y ligarme a cualquier chica con quien pasar el rato, después dejarla y volver por otra chica. Ahora no tengo ni más mínimo interés en el baile de graduación. Sí, es el último y quizá no vaya a vivir otro así, pero eso quería, no vivir otro maldito baile.
Las chicas siempre iban con maquillajes extravagantes, vestidos cortos y sé que este por ser el último es un poco más formal, creo que lo formal no queda en mí. Los esmoquin eran muy incomodos y bochornosos para mí. Así que no, no quería esto asistir al baile.
—Scott —me giré para ver quien me llamaba y para mi grata sorpresa se trataba de Miah. Si tan sólo con ella asistiera al baile, creo que todo sería mejor y tacharía todo lo negativo de mi lista.
Hoy Miah lucía muy diferente a la Miah que conozco desde hace casi un año. Cabello en recogido en una coleta, una blusa a cuadros, jeans rotos y botines. Incluso dudé en que fuera Miah, ya que ese no es tanto su estilo.
— ¿Podemos hablar?
Asentí. Me recargo en mi casillero y ella se cruza de brazos frente a mí.
—Vi a Wayde el fin de semana —dice tan tranquila, que me parece raro que se exprese así. Yo espero a que continúe, ella pasa sus manos frotándose los brazos— Y tenías razón, él no volverá —susurra.
— ¿Qué dices? —Me acerco a ella, en realidad he escuchado perfectamente que me dijo, pero quiero escucharlo otra vez.
—Wayde ya no volverá, Scott —sé que quiere llorar, se está conteniendo ese deseo de hacerlo. No sé qué hacer— Actuó diferente, siento que ya no era él. No puedo creer que nuestra historia haya terminado —de pronto, de sus lindos ojos verdes comienzan a salir lágrimas. Ahí es cuando no pude contenerme y la abracé.
No la escuché sollozar, sólo podía sentir sus lágrimas mojar mi camisa.
—Oye, tranquila.
—Trato de hacerlo —se suelta y seca sus lágrimas, sorbiendo por la nariz— Probablemente se consiguió a alguien...
—Algún día iba a suceder, Miah —palmeó con delicadeza su hombro, entonces veo y recuerdo todos esos carteles estúpidos del baile de graduación— ¿Qué tal si para que te sientas mejor vamos al baile de graduación a alocarnos un poco? —trato de animarla. Ella me ve con una sonrisita curiosa.
— ¿Al baile?
— ¿Por qué no?
— ¿Scott acaba de pedirme ir al baile con él? —Yo sonrío.
—Indirectamente, pero sí... —Quiero que Miah se sienta feliz, no que se vuelva loca o se deprima por Wayde. Me arrodillo frente a ella, capturando la atención de todos a nuestro alrededor— ¿Aceptaría Miah Annalisa Warren ir al baile conmigo?
Los chicos a nuestro alrededor comenzaron a acercarse, entre ellos muchos chicos de primer año. Comenzaron a gritar, otros decían "di que sí!". Miah soltó una carcajada.
—Mi segundo nombre no es Annalisa, pero sí.
Un coro de "aww" y aplausos suenan por el pasillo, pero son interrumpidos por la campana. Miah se acerca a mí y me abraza, pasando sus brazos alrededor de mi cuello, yo la atrapo y la alzo. Ya ha dejado de llorar, sus ojos ahora están rojos.
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El club del suicidio II
Teen Fiction"No me lo perdonaré jamás" Esta historia es completamente mía, queda prohibida su imitación y adaptación. © Segunda parte de El Club del Suicidio Para leer las partes de Maya y Miah, así como la de Scarlett es necesario leer esta temporada.