La vida de Lucy [Creepypastas]

Cap1: En la mañana

(Editado)

Miyu fue adoptada por la familia Fellner. Al principio era un poco tímida, pero logró adaptarse a la familia, y así sentirse incluida entre esas personas. Pasaron casi tres años y la familia empezó a separarse.

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Me llevó un tiempo acostumbrarme a esas personas, pero como todos me trataban muy bien, no pude evitar sentirme acogida. En ese entonces ya empezaba a caminar cómoda entre ellos, me llevaba bien con Madelein, quería que ella realmente fuera mi hermana de verdad. Esa noche me sentía nerviosa ya que iba a ir al mismo colegio que ella. Esperaba conocer nuevas personas y que me trataran bien al igual que Mady lo hace conmigo.

Me gustaba que Madelein me vea como una hermana, ella tenía 14, pero parecía tener más. Es mayor que yo por 6 años.

Madelein, me había defendido muchas veces de personas que me molestaban por ser adoptada, estaba en deuda con ella.

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A la mañana siguiente, me sentía ansiosa y nerviosa. Tanto así que entré a la ducha y me bañé sola; normalmente me ayudaban las sirvientas, pero no me gustaba que ellas lo hagan.

Me vestí con el uniforme del colegio, y cuando terminaba de ponerme los zapatos, la puerta de mi habitación se abrió dejando entrar a Lola, una de las sirvientas que se encargaba específicamente de mí.

— ¿Tan temprano despierta, señorita Miyu?

— Sip, estoy ansiosa. —Le sonreí— Y te dije que solo me dijeras Miyu.

— Perdone. —Se disculpó— Veo que ya esta lista para ir al colegio —Asentí.

— ¿Mis padres ya despertaron? —Pregunté con curiosidad.

— El señor Peter aún no llega de su trabajo. Y la señora Jennifer sigue durmiendo.

Últimamente papá no está llegando a casa, ¿tanto trabajo tiene?. Pensé inocentemente, no sabía las cosas horribles que pasarían.

— ¿Me prepararías el desayuno? —Le pedí.

— En diez minutos estará listo, la espero abajo. —Al decir esto salió de mi habitación.

Me tumbé en la cama.

— No soy tonta, ¿qué le está pasando a papá?

Bajé y miré televisión un rato mientras esperaba el desayuno.

(...)

Escuché como alguen bajaba las escaleras, era mi hermana.

— ¡Buenos días, Mady!

— Buenos días, Miyu. ¿Nerviosa por ir al cole?

— Sí, mucho... —Dije tomando un poco de leche.

— No te preocupes. Si alguien te molesta sólo dime y lo mataré —Me sonrió.

— Gracias, Mady —Dije riendo.

— Yo te defenderé. —Me abrazó.

— Oye, Mady.

— ¿Qué pasa? —Se alejó de mí y me miró

— ¿Has visto a papá?

— No, ya casi no viene a casa.

— ¿Sabes por qué?

— Tiene mucho trabajo, no te preocupes, seguro que dentro de unos días vuelve a venir a la misma hora —Dijo sonriendo.

— Bien... Pero, ¿no crees que es muy extraño?

— Quién sabe... —Se rascó la nuca pensativa.

Al escuchar unos pasos acercándose, supuse quién sería, Melodi. Y estaba en lo correcto.

Tenía el uniforme desaliñado como si se lo hubiera puesto rápidamente. En sus manos llevaba una bandeja plateada que traía consigo un vaso con jugo de naranja, huevos fritos y pan.

Puso el plato y vaso frente a Madelein quien la miraba un poco molesta.

Melodi nunca me agrado. Con esos inexistentes aires de grandeza que creía tener, Mady y yo la odiabamos.
A Jennifer y a nosotras nos miraba como alguien que no le llegaba a los talones, eso fue lo primero que llegue a aborrecer de ella.

Pero era muy distinto con Peter, hasta incluso comencé a creer que Melodi no era la sirvienta personal de Mady, sino la de su padre.

Jennifer quiso despedirla en varias ocasiones, pero su esposo siempre lo impedía. En ese tiempo no sabía el por qué, ahora incluso quiero olvidarlo.

— ¿Otra vez tarde? —Preguntó seriamente.

— Perdone, señorita Madelein. —Su rostro no mostraba ni un rastro de arrepentimiento— Mi despertador no funcionó. —Dijo sin mirarla.

— Oh, ya veo. —Suavizó la mirada, pero inmediatamente la observó con odio— Pero... Es la misma excusa que la semana pasada, ¿crees que soy tonta?

— Solo digo la verdad, señorita Madelein. Mi despertador no me "despertó".

— Si no te despertó es porque dormiste tarde, ¿Que es lo que te tuvo tan entretenida para no despertar a la hora correcta?

Melodi hizo una mueca sin mirar a Madelein.

Cuando miré la hora, noté que ya se hacía tarde.

— Mady, tenemos que irnos, se nos está haciendo tarde.

— Si se vuelve a repetir, haré que te despidan —Se levantó de la silla y sujetó su mochila— Vamos Miyu. —Su sonrisa regreso al hablarme, agarré mi mochila y seguí a Madelein.

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Por suerte, ese día llegamos justo a tiempo. Me tenía que reunir con los de mi curso y tuve que separarme de Mady.

Al principio recuerdo perfectamente que sentí nervios, pero intente controlarme. Varios niños parecían ya conocerse, lo cual causó que me alejara de sus grupos, me sentía más excluida cada vez. Y de no ser por los hermanos, habría terminado siendo una niña solitaria.

Aunque hubiera preferido serlo, así ellos no estarían en peligro por mí...

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Gracias por leer♥

En la imagen esta Madelein