— ¿No lo recuerdas? —Preguntó curioso.
— No... —Respondí impresionada.
¿Qué fue lo que paso? Solo recuerdo haber caído al suelo por el dolor de cabeza.
— Tienes que descansar. Le diré a tu hermano que ya estás despierta, él te explicará mejor lo que pasó, yo no sé casi nada —Se fue hacia la puerta y me mostró una sonrisa— Adiós. —Dijo antes de salir de la habitación.
— ¿Asesiné a medio pueblo? No puedo creerlo —Me dije a mí misma— ¿Soy sonámbula o qué?
Me toqué la cabeza y un mechón de cabello blanco se puso frente mis ojos.
— ¿Por qué tengo... el pelo blanco? —Hablé mirando de más cerca mi cabello.
Aparte de ser completamente blanco, era mucho más largo que antes, además pude observar mejor mis manos cubiertas de sangre seca.
— Lucy, ¿te sientes bien? —Preguntó Sebastian al entrar, podía notar un poco de preocupación en su mirada, pero lo que más resaltaba era su enojo, intenté ignorar eso.
— Sí... ¿Qué fue lo que pasó? —Pregunté observando mis manos.
— ¿Hace cuánto tiempo que no tomas sangre? —Me miró fijamente.
— No lo sé, creo que unas semanas... —Bostecé. La pregunta me inquietaba de cierta manera.
— Tienes que hacerlo todos los días, ¿entiendes? o sino... —Quitó su vista de mis ojos y miró el suelo pensativo.
— ¿Qué es lo que está pasando? —Pregunté seriamente.
— No sé como explicarte. —Dijo en voz baja.
–— Empieza desde el inicio. —Me senté en la cama.
Al principio parecía no decidir en si decirme o no, pero luego me advirtió que quizás iba a ser muy fuerte para mí. Le pedí que igualmente me lo dijera, necesitaba saber.
La curiosidad es un terrible defecto, algo dentro de mí prefería no saberlo, creía que no sería nada bueno. Pero aún así insistí en que me lo dijera.
— Desde que In'nā nació, sus padres supieron que era muy peligrosa, incluso para ellos. La encerraron y la mantuvieron cautiva por casi un siglo dándole sangre humana como único alimento. Ella recibía visitas de su madre que, constantemente terminaba herida por los maltratos de su propia hija. Aún así esta la quería más que nada, y por insistir demasiado la dejaron libre en el mundo humano, no sin antes borrar su memoria la cual recuperaría unos años después. In'nā, ahora se llamaba Miyu. Creció en un orfanato normalmente, hasta que una familia la adoptó. Todo iba muy bien en su vida, pero al momento del divorcio de sus padres adoptivos, todo cambió. Los maltratos provocados por su madre y hermana fueron tantos que terminaron por despertar a una parte de In'nā, la cual Miyu -que cambio su nombre a Lucy- pudo controlar sin que se apoderara de su cuerpo totalmente.
— Es broma... —Susurré bajando la cabeza sin creer en las palabras de Sebastian.
— Sabes de quien hablo, ¿no? —Me miró con lástima– Lo siento, Lucy. Debí habertelo dicho antes.
— No puede ser cierto... —Dije sin mirarle, el se quedó en silencio–— ¿Qué es exactamente In'nā? —Pregunté intentando creer lo que decía.
— Es una personalidad del pasado, alguien completamente distinto a ti.
— ¿Qué tiene de diferencia? ella mata personas, yo igual.
— No, Lucy. Tu aún sigues cuerda, es capaz de sentir compasión, ella solo utiliza a los demás para su propia conveniencia y...
— ¿Por qué no pude tener una vida normal? —Me observó sin saber que decir o que hacer, la pregunta le había tomado por sorpresa— ¿Por qué no soy solo una simple humana? Todo hubiera sido mejor así...
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La vida de Lucy [Creepypastas]
RomanceQue pasaría si cuando eras una inocente niña, de un día para otro perdieras todo. Esto le paso a Miyu. A su corta edad descubrió que ella no tenia una vida normal estando en la casa hogar. Después tres años después de su adopción, descubre que su "...