Capítulo 2.

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Tantee con mi mano buscando algo para taparme ya que esa noche hacía bastante frío. Sin embargo no hallaba nada. Y eso era imposible ya que la noche anterior yo sí me había tapado hasta casi la cabeza.

Muerta de frío, prendí la lámpara que estaba en mi mesa de luz y al mirar de vuelta hacia mi cama, encontré a Regina completamente envuelta en sábanas, como si fuera un panqueque. Frustrada miré el reloj y marcaba las 10 de la mañana de ese domingo.

En lugar de volver a acostarme decidí levantarme e ir a ducharme ya que tenía los músculos entumecidos debido al frío. Tardé menos de 10 minutos y luego, envuelta en toallas, salí del baño sin hacer ruido para que la cosa arrollada que estaba en mi cama pueda seguir durmiendo. Busqué entre mis cajones la ropa interior y luego me puse una remera con mangas largas color azul, con unos pantalones también azul y mis vans negras.

Cepille mi pelo y lo dejé secarse al natural. Me acerqué a la ventana y levanté la persiana, permitiendo que una linda pero fría mañana entrase por los ventanales. Lastimosamente para Regi, la luz del sol le daba directo en la cara. Y al instante comenzó a moverse.

—Apaga la luz... —masculló con voz ronca, dándose vuelta para darle la espalda al sol.

Iba a hablarle cuando tocaron la puerta.

—Buenos días —mamá apareció y le di una sonrisa.

—Buenos días mamá —ambas miramos a la morsa, perdón a mi amiga—, como verás, aún sigue durmiendo.

Mi madre me lanzó una mirada cómplice.

—Observa y aprende... ¡Preparé tostadas y chocolate  para desayunar!

Como por arte de magia, mi amiga la morza saltó de la cama y miró a mi madre, con todos los cabellos tapándole la cara.

—Ya estoy despierta —contestó somnolienta. Yo reí al igual que mi madre mientras ella bostezaba.

—Las espero abajo pequeñas.

—De acuerdo má.

Tras cerrarse la puerta, bajé la vista a la maraña de pelos negros quienes me miraban a mi también.

—Ve a bañarte mujer y bajemos a desayunar, que tengo hambre.

—Amo tus tostadas tía —habló Regi con la boca llena de comida.

Yo me golpeé la frente con la mano.

—Traga la comida antes de hablar, inepta —la reté y ella me sacó la lengua.

—¿Y bien? ¿Hasta qué hora viste Teen Wolf Regi? —le preguntó mi madre mientras bebía café.

—Oh, lo vimos un rato, estuvimos hasta la mitad de la noche —sonrió con malicia y yo internamente le gritaba y arruinaba su cabello de muchas formas.

—¿Estuvimos? —volvió a decir mi mamá.

—Sip —no va a ser tan maldita de...—, _______ lo vio conmigo.

Hija de puta. Mi tan delicada madre escupió el café que estaba bebiendo y empezó a reír.

—¿Has visto la serie? ¡No puedo creerlo hija! —estaba llorando de la risa y yo miraba la pared que tenía enfrente, completamente seria—. ¿Cómo lo lograste?

—Pues... La tuve atada a la silla con cinta adhesiva —respondió Regina.

Ambas comenzaron a reír. Cuando Regi se hizo parte de la familia, supimos que estaba enamorada por esa serie. Durante los años que la conozco nunca mire la maldita serie, hasta ayer a la noche.

Claramente, ahora ella y mi madre se ríen de mí.

—¿Ya terminaron de defenestrarme? —pregunté enfadada.

—Te amamos —ambas se acercaron a mí y besaron mis mejillas al mismo tiempo.

—¡Iuj! ¡Salgan, me babean! —me limpié las mejillas con ambas manos—. Desagradables...

Mi madre rió y encendió la radio para poner música. Sonaba Shake It Off y como locas que somos, comenzamos a bailar por toda la cocina mientras reíamos como enfermas.

—¡Y ahora un anuncio! —las tres prestamos atención—. Se ha confirmado la conferencia de prensa de la famosa serie Teen Wolf, este próximo martes en el centro comercial a las 3 de la tarde, en donde todo el elenco estará presente. El evento será a beneficencia por lo que la entrada es libre y gratuita. ¡Y al final habrá una sorpresa para aquellas fanáticas que desean conocer aún más a los chicos! Volveremos con más información luego de la pausa —y siguieron con otra canción.

Mi madre y yo miramos a Regi, quen parecía estar en shock.

—¿Regina? —pasé mi mano frente a sus ojos y ella parpadeó varias veces—. ¿Estás bien?

—¿Dijo conferencia de prensa en el centro comercial, y encima gratuito? —preguntó débilmente.

—Sí —contesté yo viéndola preocupada.

—No puede ser...

Y antes de que se diera la cabeza contra el piso, llegamos a sujetarla justo a tiempo. Se había desmayado.

—Dylan... Dylan...

Rodé los ojos y volví a colocarle un paño húmedo en la frente. Ella abrió los ojos.

—Eres una tarada, ¿lo sabes verdad? —dije con calma y una sonrisa en mi rostro.

—¿Veré a Dylan? —susurró bajito, a medida que los ojos se iban cristalizando.

Suspiré.

Veremos a Dylan... —ella me miró confundida y luego abrió los ojos desmesuradamente—. Sí, te acompañaré a verlos.

Se cubrió la boca con su mano mientras dejaba escapar un grito y me abrazaba fuertemente.

—¡Te amo te amo te amo! ¡Es lo más lindo que puedes hacer por mí!

—Oye, eres mi amiga, siempre te apoyaré en todo...

—¿Aunque se trate de Teen Wolf? —preguntó mirándome a los ojos.

—Aunque se trate de Teen Wolf —afirme sonriendo.

•●◇ Del otro lado ◇●• | Dylan O'Brien & Tú | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora