S. Temporada♡ Capítulo 11.

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Cuando llegamos al boliche, me sentí como si tuviera dieciocho de nuevo. La música sonando fuerte, los chicos besando a las chicas en la salida y algunos intentado colarse para pasar aún siendo menores de edad.

—¿Listas? —pregunté emocionada.

—Dylan nos va a matar —suspiró Holly y yo bufé.

—Dylan es un idiota. Ahora, ¡entremos! —y corrí a la fila.

A medida que avanzaba, mi emoción aumentaba más. Hacía mucho que no venía a bailar, así que volver era emocionante. Cuando llegó nuestro turno, el hombre de seguridad nos observó a las cuatro y nos dejó pasar sin problemas. Salté emocionada y entré llamando a las chicas, quiénes me veían entre divertidas y preocupadas.

El lugar estaba oscuro, el humo avanzaba entre las personas, las luces de neón brillaban y la bola de disco giraba. La barra estaba bastante llena y todo indicaba que iba a ser una noche genial. Nos acercamos a la pista con las chicas y les dije que no se preocuparan, que mi "pelea" con Dylan se solucionaría. Ellas, por fin, dieron por finalizado el asunto y empezaron a bailar conmigo.

Saltaba, cantaba y bailaba como cuando era adolescente. Todos los chicos nos miraban y eso, aunque tenía novio, me hacía sentir bien. Hasta que una mano rodeó mi cintura y me puse tensa. Las chicas miraron con desconfianza la mano y yo la quité, pero otra vez volvió. Enojada, me volteé para darle una buena cachetada al desgraciado, pero cuando giré abrí los ojos.

—¡¿DYLAN?! —él me miró sonriente y yo junté mis cejas—. ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AQUÍ?!

—¡VINIMOS A CUIDARTE! —gritó Tyler saliendo detrás de su amigo. Abrí la boca indignada.

—¡TE DIJE QUE IBA A SALIR CON LAS CHICAS! ¡¿POR QUÉ ME SEGUISTE?!

—¡TE DIJE QUE ASÍ VESTIDA NO IBAS A NINGÚN LADO Y NO PODÍA QUEDARME TRANQUILO SABIENDO QUE UN MONTÓN DE IMBÉCILES IBAN A TOCARTE! —estábamos gritándonos debido a la música fuerte.

—¡¿CREES QUE VOY A DEJAR QUE ME TOQUEN SABIENDO QUE TENGO NOVIO?! —Dylan se quedó callado y yo lo miré seria. Volteé a ver a las chicas—. ¡IRÉ A TOMAR ALGO!

—¡ESTAREMOS SENTADOS ALLÁ! —me señaló Ty y yo asentí.

Me zafé del brazo de Dylan y caminé a la barra. Me senté en un banquito y pedí un trago. El barman asintió y minutos después, tenía mi bebida enfrente. Yo nunca en mi vida había tomado... pero había una primera vez para todo.

—Ni se te ocurra tomar eso... —llevé el vaso a mis labios mientras miraba desafiante a mi novio, quien me observaba con cara de culo. Tomé el líquido y sentí cómo la garganta se incendiaba con el paso de la bebida. Cerré los ojos y apoyé el vaso fuertemente en la barra—. ¿Ves? No te hace bien, mejor...

—¡QUIERO OTRO! —grité interrumpiéndolo. Dylan me miró con los ojos abiertos, sorprendido.

—¿En serio? ¿Acaso quieres emborracharte?

—Sí —contesté sonriente al ver mi nuevo vaso lleno. Lo agarré y me lo tomé de una.

—¿Todo esto por la película? —cuestionó Dylan, mirándome preocupado.

—Sí —contesté ignorándolo, mientras llamaba de nuevo al barman por un trago, otra vez.

—La podía cambiar, ¿lo sabes verdad? Podemos ahorrarnos esto —me miró suplicante y yo estuve a punto de dejar de lado mi orgullo... pero no.

—No Dylan, yo quería que la sacaras antes y no me hiciste caso —agarré el vaso y tomé el trago.

—Eres una estúpida —sus palabras me dolieron. Lo miré y estaba enfadado... Muy enfadado—. No puedo creer que hagas esto por una estupidez, de verdad que no lo puedo creer.

Y se fue, dejándome sola. Tenía la intención de correr tras él, abrazarlo y pedirle que me perdonara, pero no. No lo iba a hacer cuando casi me da un ataque viendo al animal ese. Pedí... ¿El quinto vaso? Bueno, no sabía por cuántos tragos iba, pero pedí uno de nuevo.

—¿Peleas de novios? —giré al escuchar una voz masculina hablarme. Me encontré con un hombre apenas unos años más grande que yo, morocho y de ojos verdes.

—Sí... algo así —contesté recibiendo el trago. Lo tomé de un zape y sonreí. No era muy tolerante al alcohol y ahora cada vez que tomaba, parecía agua—. ¡OTRO!

—¿Está segura muchacha? —me preguntó el barman, que tenía los años entrados en los cuarenta.

—¡Que sí! ¡Tráigame otro trago! —contesté entre risas. El barman me miró como si estuviera loca, pero igualmente me hizo la bebida. Cuando lo tuve frente a mí, sonreí e hice fondo blanco.

—Wow, mujer. Me sorprendes —dijo el hombre a mi lado, y yo lo miré con un poco de desconfianza—. Me llamo James.

—Jessica —mentí y estrechamos nuestras manos. Me acercó a él y el corazón me empezó a latir desesperado.

—¿Me das un beso? —trató de acercar su rostro al mío pero yo lo alejaba.

—No, no quiero. Tengo novio.

—Tu novio nunca se va a enterar —me arrastró fuera de la barra y comenzó a llevarme a través del mar de gente.

—¡No! ¡Suéltame! —aterrada busqué con la mirada a Dylan, y cuando lo encontré él no estaba mirándome, sino que estaba hablando con las chicas y Tyler—. ¡DYLAN! ¡DYLAN AYÚDAME!

El tipo me agarró de la cintura y me puso contra él.

—Cállate. Sólo quiero besarte.

—¡NO! —traté de zafarme pero no podía. Le pegué en sus partes y me soltó, pero estaba lejos de dónde Dylan estaba. Mareada traté de agarrarme de algo pero choque con una chica. Ella me volteó a ver y junto sus cejas—. Ayúdame... mi novio está allá... dile que...

—¡Aquí estas preciosa! —James apareció detrás y me apretó muy fuerte la cintura. Hice una mueca de dolor.

La chica pelirroja con la que choque pareció decirme algo pero no entendí. Sólo la vi desaparecer entre las personas y levanté un poco la cabeza. Sólo logré ver que llegó hasta Dylan ya que James me dio la vuelta y me zamarreó fuertemente.

—Será peor de lo que tenía pensado, Jessica —y me arrastró hacia lo oscuro.

•●◇ Del otro lado ◇●• | Dylan O'Brien & Tú | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora