Parte 2 Siempre en Celo

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-Narra Joice-

-bien ahora que el rey se ha ido debo informarle a los demás integrantes de su ausencia (sonreía pícaramente) aunque mejor me divierto un poco primero con el pequeño Abel (caminaba calmadamente moviendo su cola sin ninguna preocupación)

(Joice no era nativa de esta ciudad, de echo era la primera de su raza en habitar allí, la razón, simple, los lobos que se encuentra dominando este sitio son intolerantes con muchos felinos extranjeros y Joice no era la excepción, sin embargo eso le daba igual, ella solo quería divertirse)

-la noche fría es lo ideal para encontrar animales hambrientos en esta ciudad o al menos tan necesitados que me ayuden a divertirme viendo las reacciones de Abel (mientras caminaba en dirección a la casa del pequeño Persia noto algo inusual a la distancia, así que se acercó sigilosamente al callejón de donde escuchaba ligeros ronroneos para así no ser detectada) que será (dijo despacio mientras se asomaba para detallar mejor hasta que lo vio)

(Aunque no era sorpresa para ella encontrar a Abel ronroneando perdidamente por algún otro Furry de la ciudad, lo que si le sorprendía y le molestaba era que fuese con el mismo perro Galgo que antes le había lastimado e incluso sacado las lágrimas en otras oportunidades)

(Joice abrió enormemente sus ojos mientras veía todo y la escena en lugar de inspirarla para que fantaseara lo que hacía era subir la sangre y la ira a su cabeza, entonces se acercó sin discreción a la pareja felizmente abrazada y sin decir hola aruño con todas sus fuerzas el rostro de aquel perro)

-AAAHHH (fue lo único que salió de la boca de ese desesperante Furry antes de que saliera corriendo con la cola entre las patas)

-J-Joice (alcanzo a decir el Persia mientras trataba de calmar su corazón por el susto, la interrupción y la cercanía de aquel animal) q-que haces aquí? (dijo aun sonrojado y agitado)

-O pues nada, solo venía a ver si estabas haciendo algo o si querías hacer algo que inspirara a mi imaginación, pero lo que estabas haciendo me causo nauseas (dijo mientras se agachaba para estar a la altura del minino que ya hacia sentado en el suelo enrollado con su propia cola) Abel sabes que me encanta verte con cuanto espécimen animal encontremos en esta ciudad, pero ese no, no luego de jugar contigo solo para lastimarte (dijo mientras acariciaba su cabeza y el menor lagrimeaba un poco)

-Pero (dijo con la voz quebrada) el prometió cambiar, de verdad creo que lo hará (dijo forzándose a sonreír)

-Estoy segura que cambiara pero solo de ropa, los perros como el solo sirven para jugar y ya, no les interesa nadie (dijo ella mientras carba al pequeño Persia en sus hombros) ahora vamos, tenemos que encontrar algún otro animal que te quite la depresión (sonreía maliciosamente)

-Oye maldita gata engreída bájame ahora, no me ligare con quien te de la gana de nuevo (decía mientras forcejeaba inútilmente)

-Entonces porque estabas con ese desgraciado Galgo (dijo mientras le daba un nalgada firme)

-No es alguien que tu elijas (dijo mientras clamaba su forcejeo) además nadie quiere a un Persia exótico en esta ciudad y lo sabes

-pequeño minino yo se muchas cosas (sonreía como desquiciada) y una de ellas es que tú siempre estás en celo (dijo mientras llegaban a una plaza concurrida y lo dejaba en un asiento sentado) ahora queda te quieto (empezó a limpiar su rostro y pelaje, además de peinar su cola)

-Joice nunca te entenderé, a veces pareces una tierna madre (sonreía melancólico) pero con dobles intenciones siempre

-Tú lo has dicho mi pequeño amigo (acariciaba su cabeza) ahora solo sonríe y juguemos a contar cuantos machos pierden su hombría por intentar algo contigo (decía muy alegre)

Luz de Luna llenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora