Capítulo XX

1.7K 147 5
                                    

Primero: sorry por no subir ayer, es que no tenía internet. Si u.u es horrible y lo peor t.t 

El año nuevo llegó, era 2016.

La pelirroja rusa había declinado la invitación de su amigo Stark a la fiesta, estaba demasiado exhausta como para querer hacer acto de presencia en una fiesta de etiqueta e hipocresía en el Empire State. El nuevo año lo había recibido durmiendo en el sofá de la casa, con una botella de vodka en el piso y media caja de cigarrillos mojada por el alcohol. Estaba cansada por no tener buen sueño durante los últimos días, y sabía que tendría que empezar a tomar pastillas para dormir o terminaría siendo una verdadera zombi. El insomnio le consumía las noches, al igual que ella se consumía los cigarrillos. Ya llevaba más de media docena de estos a mediados de Enero, cuando el frío era insoportable y el estrés por las clases le estaba afectando como nunca antes. Estaba empezando a odiar todo.

Por el contrario, Steve Rogers, para estas fechas, se encontraba feliz –dentro de lo cabía–, su cita con el señor Ezio Vittoria se había llevado a cabo y había logrado comprender el por qué Vittoria quería exponer sus cuadros, y era porque no había visto a nadie que retratara la belleza de un paisaje como él, según Ezio. Su vida estaba comenzando a ordenarse, a pasos de tortuga, pero lo hacía. Pasaba más tiempo con el pequeño grupo de amigos que se había formado, Peggy, Sam y él. Volvía a tener dos mejores amigos. El chico moreno de artes se había convertido en su amigo, pero su amistad con Peggy era especial, como él solía decirle cuando hablaba con su padre de ello. Durante el día, era como cualquier otro estudiante de esa universidad; pero cuando caía la noche, y se encontraba en la soledad de su casa, no dejaba de pensar en Natasha. No paraba de pintarla o dibujarla; tampoco paraba de pintar a su madre. Trazaba sus rasgos delicados con un lápiz sobre el lienzo y seguido de eso, los rellena con pintura con la mayor delicadeza posible.

Do I wanna know? Invadió la habitación de la pelirroja, quien estaba leyendo por última vez la corrección de su ensayo, tanteó la mesa a su lado y tomó el aparato. Leyó en la pantalla el nombre de Tony.

— ¿Qué quieres? —contestó seca.

—Arañita, quería preguntarte si quieres venir a una fiesta —dijo, ignorando el tono que ella usó.

—Sabes que diré que no.

—Pero, Arañita. Tienes desde... —. Lo escuchó sacar cuentas y esperó pacientemente a que siguiera hablando—. Tienes desde el veintiocho de diciembre que no sales a una fiesta, y hoy estamos a... —. Volvió a quedarse en silencio—. Cinco de febrero. ¡Mucho tiempo sin salir, deja de ser tan aburrida! —pataleó.

—Stark, no estoy de humor.

— ¡Nunca estás de humor! ¿Qué diablos te hizo Rogers?

—Nada.

—Entonces, ¿Dónde diablos está metida la Natasha que le molesta que le digan "arañita" o "zanahoria rusa"? ¿Estás enferma o es la falta de alcohol en tu sistema? —. El dramatismo era su don, Natasha lo sabía. Puso los ojos en blanco y, aunque nunca lo admitiría en voz alta, Stark tenía razón.

¿Dónde estaba la Natasha divertida y ruda que era? ¿Dónde había quedado a la rusa bravucona que le hacía bullying a Tony?

— ¿Estás o te perdimos para siempre? —. Tony la había sacado de sus pensamientos.

— ¿Dónde es? —preguntó. Escuchó la risa de su amigo.

—En el lugar de siempre. No en mi casa, en el otro lugar —aclaró—. A las once empieza el show, no habrá carreras. Solo fiesta.

Take my hand♔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora