V + Jungkook

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Tae Hyung rodó sobre la cama hasta colarse en la de Jung Kook. Después de trabajar desde las cinco de la mañana, les habían dejado ir a comer a casa y tenían el resto de la tarde libre. Ellos dos se habían metido en el cuarto, el más joven para dormir y él para leer algo de manga. Sin embargo, se había leído tantas veces ese tomo que se lo sabía de memoria y lo tenía aborrecido, así que lo había dejado de lado y en ese momento, tenía ganas de divertirse. Llegó hasta la espalda del más joven, y con cuidado, pasó el cuerpo por encima de él para ver si dormía. Se lo encontró con los ojos cerrados y la boca semi abierta, así que sonrió feliz y se colocó en ese lado.

Le gustaba ver a Jung Kook dormir, y tenía el móvil lleno de fotografías del chico haciéndolo. En ese momento, sin embargo, no quería romper el momento, así que se dedicó a mirarlo en silencio, recorriendo cada parte de su cara con los ojos y grabándolo por enésima vez a fuego en su memoria. Cuando perdió la noción del tiempo que llevaba allí mirándolo, vio que el otro chico empezaba a despertar y esperó a que sus miradas se encontrasen.

-Hy...ung...-suspiró Jung Kook cuando al abrir los ojos, se encontró con él tan cerca de su rostro. Sonrió complacido, como si que Tae Hyung fuera lo primero que viera al despertar fuera el mayor de los placeres e hizo que el otro se emocionase.

-¿Has dormido bien?-preguntó en voz baja y susurrante como una dulce caricia. Su mano se movió hasta agarrar la del otro chico y entrelazaron sus dedos. Cuando se había acercado a él, tenía ganas de divertirse, pero aquel momento era muchísimo mejor.

-He soñado contigo... así que sí...

-Zalamero...-Tae Hyung alargó el cuello y besó con suavidad al más joven. No sabía en qué momento su relación de amistad se había convertido en algo más, pero le gustaba cuando estaban los dos así, dándose cariño, mostrándose diferente a como eran ante los demás y las cámaras. Jung Kook se convertía en alguien tierno y cariñoso, que buscaba sus caricias y besos, y Tae Hyung no se imaginaba negándoselos. Le gustaba tenerlo cerca. Necesitaba tenerlo a su vera.

El pequeño se acurrucó contra él, cerrando de nuevo los ojos.

-Es perfecto que te despidas en mis sueños para aparecer en la realidad...-musitó, besándole el cuello. 

Micro FicsWhere stories live. Discover now